Justo Bagüeste: "Con mi nuevo disco estoy celebrando veinticinco años de libertad absoluta"

HUESCA.- Este año se cumple un cuarto de siglo desde que Justo Bagüeste grabara su primer disco, Inducing the pleasure dreams V1, al que acaba de regalarle un hermanito pequeño junto a la gran ayuda de Suso Saiz, con quien ha reinterpretado aquel trabajo.

"Ha sido como una vuelta al año 1994, pero desde nuestro punto de vista actual", asegura el autor, que este verano ha publicado el segundo volumen del LP, grabado en directo en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca durante la edición Estados Alterados (2016) del festival Periferias.

Se han editado 500 vinilos de este trabajo, que está compuesto de "estados emocionales y resonancias de la vida" en forma de música ambient experimental.

"Con este álbum estoy celebrando 25 años de libertad absoluta", añade Justo Bagüeste, que cuenta a DIARIO DEL ALTOARAGÓN todos los detalles de esta nueva aventura.

¿Qué van a encontrar los oyentes que escuchen Inducing the pleasure dreams V2?

-Es un disco en el que hemos rememorado el volumen 1, que también lo hice con Suso Saiz. Ha sido como una vuelta al año 1994, cuando hicimos el primero, pero desde nuestro punto de vista actual. Este álbum fue grabado en directo en la edición Estados Alterados de Periferias y no tiene ningún tipo de cirugía. Ha sido publicado por Geometrik, que saca casi todos mis discos.

¿Cómo suenan esas canciones un cuarto de siglo después?

-Más que canciones, son estados emocionales, resonancias de la vida. Es música ambient, así que no hay una estructura como la de una canción al uso. Son situaciones que se mueven entre lo natural y lo artificial, en las que hemos utilizado sintetizadores de los años 70, el saxofón, voces, guitarras,...

¿Qué recuerdos tiene de aquella actuación de Periferias en la que se grabó el disco ¿Cómo fue la preparación de este concierto tan especial?

-Suso y yo nos conocemos desde hace años. Él ha sido mi maestro, mi amigo. Es un hombre fantástico al que admiro mucho. Ensayamos un día en el ArtLab y practicamos antes también. Él me mandó sus piezas y yo a él las mías y las tocamos. Hicimos un pase anterior y ya grabamos el concierto. Antes, ensayamos mucho mentalmente, pero no físicamente. Hacerlo así tiene cierto riesgo, pero este también te da cierta seguridad. Nosotros ya somos guerreros, tenemos muchas heridas y cicatrices curadas, y no pasa nada. Cuando hago un concierto siempre pienso en las personas que van a venir y en que no quiero decepcionarlas. Quiero que mi propuesta les agrade y llevarles a un viaje donde todo se para y en el que la música cumple su función, que es que nos olvidemos un poco de la vida cotidiana.

Además de Suso Saiz, ¿qué otros artistas han colaborado en el álbum?

-Han sido muchos, entre ellos, Gonzalo Lasheras, que es un gran amigo y un productor importantísimo que ha grabado con Duncan Dhu o Kase. O. Él fue el encargado de masterizarlo en su casa y en el plano musical, todo lo que no ha sido tocar lo ha hecho él. Otra parte importante es el diseño, del que se ha encargado David Adiego, que ha hecho su propia interpretación de la música. Javier Aquilué se ha ocupado de escribir el texto promocional del disco, mientras que Orencio Boix y Ramón Día han creado unos videos maravillosos. También han colaborado desde el ArtLab y la verdad es que es un trabajo muy completo a todos los niveles. Todos han contribuido a que el proyecto salga a la luz.

Con el disco celebra su 25 aniversario como autor musical. ¿Con qué se queda de este cuarto de siglo?

-Así es. Ha pasado todo este tiempo desde que lancé lo que podríamos denominar como "mi marca", con la que he publicado catorce discos en los que muestro mis fantasías. Con el último celebro 25 años de libertad absoluta. Soy un tipo feliz y la felicidad te la da la buena conciencia de no engañarte demasiado y de no engañar a nadie haciendo lo que sabes hacer con prudencia y espontaneidad. Yo siempre persevero, aunque también tengo límites.

¿En qué formato se ha publicado el álbum?

-Solo se ha publicado en vinilo y ni siquiera tiene descarga digital. Todo lo que no puede ser cercano no debe existir y yo no confío en ello, así que por eso lo he editado así. Se han hecho 500 discos en una edición especial -100 copias en vinilo rosa y 400 en vinilo negro- y tienen un precio normal.

Ya han pasado tres años desde que ofreció el concierto en el que se grabó este trabajo. Aunque cada actuación es única, ¿volverá a repetirla en el futuro —

Cuando vuelva a Huesca de Almuñécar -donde el músico regenta un chiringuito durante el verano- quiero hacer una presentación en algún sitio especial. Después intentaré moverlo por Madrid y otras partes, porque me encanta viajar con mis álbumes.