Se exhiben 35 obras de artistas que pintan con la boca y el pie

HUESCA.- Un pueblo de Grecia con sus casas blancas y tejados y frisos azules, un prado de flores en Dinamarca, una marisma con gaviotas incluidas o una casa de campo en algún lugar de Japón. Estas y otras 31 obras forman la Exposición Internacional de Pintura organizada por la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, que se ha inaugurado este miércoles 18 en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner y que estará vigente hasta el 6 de enero.

La exposición cuenta con paisajes, retratos y bodegones en óleo, acuarela, ceniza sobre madera, acrílico o carboncillo. Obras de artistas procedentes de Japón, Corea del Sur, Taiwan, Polonia, Indonesia, Dinamarca y Suiza, entre otros. Un carácter internacional que es reflejo del espíritu de la asociación que la promueve, que cuenta con más de 800 socios  en 90 países. "Cada artista posee su propio estilo. Igual, con la técnica. Las obras presentes en esta exposición corresponden a artistas integrantes de la asociación de pleno derecho, es decir, que su obra ya no se distingue de la que puedan realizar artistas profesionales que pintan con las manos", explica Ricardo Charfolé, director de la Asociación en España.

La Asociación posee un programa de becas destinado a facilitar que cada artista se forme y pueda vivir de la pintura: "No vivimos de la caridad,  no recibimos ni donaciones ni subvenciones, es una premisa del fundador de la Asociación Erich Stegmann. Toda la financiación proviene de la venta del material que realizamos a partir de las pinturas, como tarjetas de Navidad, artículos de papelería o reproducciones de obras".

"SE PINTA CON EL CORAZÓN"

La enfermedad de la polio dejó a Manuel Parreño (71) sin movilidad en brazos y manos. Comenzó a pintar con los pies desde los cuatro años, a los ocho recibió su primer premio de pintura. Una carrera artística iniciada muy temprana como pintor que completaría con estudios en Bellas Artes y una trayectoria prolífica.

Arroyo-Puente la Reina (acuarela) y Bodegón (óleo) son las obras con las que Parreño participa en esta exposición.  De una trayectoria de décadas este onubense extrae una conclusión que expresa con contundencia: no hay diferencias entre pintar con los pies, con la boca o con las manos. "El pintar no se hace ni con los pies ni con las manos, se hace con los sentimientos y con el corazón", cuenta Parreño.

Uno de los objetivos de la exposición, que ya visitó Calatayud y cuya itinerancia se extenderá durante 2020 por toda España, es dar a conocer en Aragón la labor que realiza la Asociación, pues no cuentan con pintores aragoneses.

Como objetivos a medio plazo, Charfolé prevé dar un carácter más multimedia e interactiva a las exposiciones.