Cultura

CRÍTICA MUSICAL

Swing de Navidad

Los Swinging Pools montaron una fiesta vintage en el Juan Sebastián Bar de Huesca

Swing de Navidad
Swing de Navidad
S.E.

Con la Navidad a la vuelta de la esquina, un concierto en el Juan Sebastián Bar está destinado siempre a ser un triunfo absoluto. Y, desde luego, The Swinging Pools no decepcionaron. Un público jaranero y festivo (cenas de empresa, profesores y alumnos en el preludio de las vacaciones navideñas, amigos y amigas que se reencuentran) acogió de muy buen grado una música que está orientada fundamentalmente a la alegría, la fiesta y el baile. Si a ello se le añade la brillante labor de cuatro músicos superlativos, pues miel sobre hojuelas. Kike Lera (voz y set de percusión), Gerardo López (trompeta), Juan Blas Arellano (guitarra) y Jorge Ramón (saxo y clarinete) han sabido pasar, poco a poco, del rigor escolástico de sus inicios a una despreocupada soltura mucho más natural. Y así, aunando virtuosismo y pasión interpretativa, se han ido ganando un público, que el jueves abarrotó el Juan Sebastián Bar, convirtiendo este emblemático local oscense en una festiva pista de baile.

Como viene siendo habitual en los conciertos prenavideños del Juanse, Lorenzo, el dueño del local, dedicó la velada a la memoria de Antonio Viñuales. El concierto, por otro lado, constituyó un nuevo homenaje al espíritu más vintage del jazz clásico, un recorrido por subgéneros como el hot jazz, el swing, el jazz manouche o el dixie, a través de temas que, en muchos casos, tienen ya cerca de un siglo, lo que les convierte en algo parecido a música clásica. Por supuesto, que nadie espere encontrar en un concierto de The Swinging Pools innovación o riesgo, porque no es ese su objetivo. Estaba claro que lo que buscaba un público tan dicharachero y parlanchín era pura y simple diversión. Y eso es lo que ofreció este cuarteto oscense. En la primera parte se pudieron escuchar temas como Petite Fleur de Sydney Bechet, Ain´t misbehavin´ de Fats Waller y un buen puñado de standards, entre los que destacaron All of me, Limehouse blues o el himno dixie Tiger Rag.

Y ya en la segunda parte, con el público cada vez más implicado y bailón, se fueron sucediendo temas como Minor Swing de Django Reinhardt, el célebre Mr. Sandman que popularizaron las Chordettes, el blues St. James Infirmary o When you´re smiling, tema que hizo popular Louis Armb.

La despedida llegó con otro famoso y celebrado standard, Sweet Georgia Brown. Pero el público estaba ya desenfrenado y, por supuesto, hubo bis: una revisión swing de Si te ha pillao la vaca y otros hits de charanga, y dos clásicos del negro spiritual y el gospel, Down by the riverside (tema que el año pasado celebró el Centenario de su primera grabación) y el infalible When the saints go marching in que, por lo que sea, pone siempre al personal como una moto. Vaya, un triunfo en toda regla.