Teresa Ramón: "Quería unir todas las artes que estuvieran en nuestra mano"

HUESCA.- Quién le iba a decir a Teresa Ramón que el título de su última exposición, La jaula se ha vuelto pájaro, que la pintora toma de uno de los versos del poema El Despertar, de la argentina Alejandra Pizarnik, se convertiría en augurio de una certeza que tanto se extraña en estos días.

La jaula se ha vuelto pájaro, instalada en el IACC Pablo Serrano de Zaragoza desde el 6 de noviembre -"todavía sigue ahí y no sé cuándo la podremos retirar", comenta la pintora oscense- se muestra en esta ocasión, justo cuando quedaría un día para la fecha en que estaba previsto su cierre, a través de la narrativa audiovisual. Bajo la dirección del oscense Daniel Pardo -quien se ha rodadeado de un equipo de oscenses para su realización- y por encargo del propio centro museístico, se ha producido una pieza audiovisual con la que se ha querido mostrar la esencia que recorre la exposición de Ramón.

El vídeo gira entorno a la imposibilidad de salir de dónde sea que se esté encerrada, idea central de la muestra en sí misma. La pintora alude a su propia experiencia personal con la enfermedad, en otras entrevistas lo ha relacionado con las distintas cárceles en las que las mujeres están encerradas. Cualesquiera. También, por qué no, a ese proceso durante el que, aún encerrada, no se deja de intentar salir, como "el primer día que cogí un rotulador -recuerda Ramón, cuando todavía permanecía ingresada y en proceso de recuperación-, "no tenía ni fuerza para eso. Pasé mucho tiempo haciendo rayas, y después seguí intentándolo".

Tras los primeros planos, en los que un jaula se superpone con el rostro de Teresa Ramón, las rejas aparecen en plano encarcelando a una bailarina -la oscense Inés Turmo-, que baila atrapada una improvisación de danza contemporánea. "Daniel y Teresa me transmitieron la idea de que (la interpretación) tenía que estresar, mostrar esa ansiedad de estar encerrada, de no poder salir, de no poder extender las alas e ir lejos", explica Inés Turmo, bailarina profesional. La música proviene de un violonchelo en manos del también oscense Alejandro Villacampa. Rodado en 4:3, para "que diera mayor sensación de jaula y agobio", explica Pardo, el audiovisual logra conjugar varias disciplinas artísticas en un mismo lugar, en respuesta al deseo de "querer unir todas las artes que estuvieran en nuestra mano, por ejemplo la música, la danza, con las que yo me siento tan identificada", confiesa Ramón. Un anhelo en la pintora oscense, el de conjugar diferentes artes, que, como menciona Turmo, "siempre ha sido una búsqueda de muchos artistas, como los ballets rusos con las escenografías de Picasso".

Por el momento en el que llega, la historia del vídeo resulta de un paralelismo "bastante oportuno". Ahora -reflexiona Turmo-, que "nos encontramos encerrados y estamos intentando mantener el movimiento dentro de nuestras posibilidades", no es si no lo mismo que realiza el pájaro que interpreta la bailarina, " intentar mover las alas, batirlas, para que no se le engarroten para cuando pueda volver a volar".

Es inevitable no traer la mente (y todo) al presente, y preguntarle a Teresa Ramón por lo oportuno del vídeo: "Estamos en una jaula, sin salir, sin abrazos, con el contacto telefónico se rellenan huecos pero no es lo mismo que los afectos humanos. Efectivamente la jaula se volverá pájaro y volveremos a volar. Ojalá después de esto nos volvamos más generosos, más humanos", reflexiona la artista.