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MÚSICA

Carlos Sadness: "Me gusta la imagen de Jesús y pensé en darle una vuelta y hacerla un poco mía"

El cantante con raíces altoaragonesas acaba de publicar el disco Tropical Jesus, un álbum autoproducido y místico, en el que se aleja del rock para adentrarse en otros sonidos más electrónicos y urbanos

Carlos Sadness: "Me gusta la imagen de Jesús y pensé en darle una vuelta y hacerla un poco mía"
Carlos Sadness: "Me gusta la imagen de Jesús y pensé en darle una vuelta y hacerla un poco mía"

Tropical Jesus es un apodo que te puso un locutor colombiano cuando estabas dándote a conocer en Latinoamérica. ¿Cómo reaccionaste cuando te definieron de esta manera tan peculiar y maravillosa—

Más que ponerme un apodo, me describió así. Y pensé que era curioso ponerse de nombre la descripción que han dado de ti. La chica activista Greta lo hacía con su biografía, se ponía las cosas que le llamaba Donald Trump. Me hizo gracia la descripción, me gusta la imagen de Jesús y pensé en darle una vuelta y hacerla un poco mía desde el respeto por una figura tan apreciada por tanta gente de nuestra cultura. Soy consciente de que era delicado.

¿Cómo ha sido desarrollar este personaje hasta convertirlo en tu cuarto LP—

El desarrollo salía solo, porque era encajar una personalidad que conoce el perdón, que predica el amor, que está en muchos lugares a la vez como el Espíritu Santo, en este caso El Gringo.

¿Qué hay de Carlos Alberto Sánchez Uriol en este nuevo álter ego—

No sé cuánto hay de realidad y de imaginación en las canciones, pero la forma de narrar es honesta y natural, siempre pongo mucho de mí en las obras.

Tropical Jesus se aleja un poco del rock para adentrarse en otros géneros más electrónicos y urbanos. ¿Renovarse o morir—

La verdad es que no he visto el peligro de extinguirme, pero me gusta traer conmigo, en cierta medida, las tendencias. No vivo anclado en un momento, me gusta caminar y experimentar y además el público que me escucha se ha acostumbrado de manera positiva a que lo haga, así que Tropical Jesus tenía todos los puntos para que esto pasase.

El álbum está producido por tí mismo. ¿Has encontrado el sonido que deseabas—

Sí, era la única manera de hacer que fuera tal y como yo lo quería, aún así me he rodeado de buenos amigos músicos que han puesto mucho saber hacer. Pero quería un sonido muy personal, no la imitación de un género o una referencia, por lo que era un trabajo muy artesanal y decidí implicarme mucho con ello.

En el disco aparecen colaboraciones de lujo como Manuel Medrano, Bomba Estéreo y Dr. Witchdoctor. ¿Cómo ha sido trabajar con estos grandes artistas—

Divertido, tengo muy buena relación con los tres y hemos convivido momentos geniales que nos han llevado a escribir cosas juntos y a mezclar nuestras personalidades artísticas. En Santa Marta con Bomba Estéreo, unos días increíbles o en Barcelona con los chicos de Crystal Fighters, que es donde canta Dr. Witchdoctor.

Como demuestra Tropical Jesus por diversos motivos, Carlos Sadness y Latinoamérica es una especie de matrimonio muy bien avenido. ¿Es verdad lo que dicen, que es el mejor público del mundo—

Es raro eso de decir que un público es mejor que otro, porque todos tienen sus cosas y dentro de Latinoamérica hay diferencias, por ejemplo entre el mexicano o el peruano. Es cierto que es más apasionado, que la música es algo súper importante en su cultura y en su día a día. En España hay quien también lo toma así y otros que lo ven como un entretenimiento menos apasionado, eso suele ser raro en Latinoamérica, por ejemplo. Al final yo me siento muy afortunado por poder tocar en sitios donde nunca imaginé tocar, como Ecuador, y que haya tanta gente recibiéndote con cariño.

Con tu anterior disco (Diferentes tipos de luz, 2018) ganaste el Grammy Latino al Mejor diseño de empaque. Aunque no pudiste acudir a la ceremonia, ¿cómo recibe uno el premio más importante de la industria—

Nunca me planteo ganar nada, me pilló absolutamente por sorpresa y tenía un concierto en Lima ese día. Habíamos cambiado de sala dos veces para ampliar el aforo, no podía suspenderlo, pero tampoco esperaba ganar. Durante la prueba de sonido me lo comunicaron y fue un subidón, pero nunca me he arrepentido de no suspender ese concierto, porque fue precioso. Ojalá pueda ganar otro y asistir a la ceremonia.

En esta ocasión también has ilustrado y diseñado tu nuevo LP. ¿Qué ideas y colores pedía este trabajo—

Hice una paleta de colores inspirada en la montaña de Salvation Mountain, que es el lugar de la portada. Es una foto que me hice entre Mexicali y Los Ángeles cuando estuve componiendo por allí el último tramo de este disco, un poco nómada. A partir de esos colores ilustré el imaginario de cada canción con elementos algo relacionados con la astrología, no quería que fuera excesivamente religioso, pero sí que tuviera algo de misterio y misticismo.

De hecho, en la edición "preventa" del disco se incluía un pack astromántico con el tarot de Tropical Jesus, una guía de lectura de manos y una constelación personalizada a mano. ¿Siempre has sido tan místico o es tu alter ego quien ha creado este "merchandising"—

Yo no creo apenas en esas cosas, pero quería reinterpretarlas para darle a Tropical Jesus ese punto. Es una excusa estética para contar cosas de las canciones.

Gracias a esta nueva aventura, ¿estás más conectado que nunca con tu parte espiritual—

Yo creo que mola conocerse, que ayuda reflexionar y meditar, pero no entro en más profundidad que eso, cada uno utiliza la vía que mejor siente. Para mí la música es un gran ejercicio, como para otras personas pueda ser el yoga o el "balconing".

Antes de que llegara la luz del verano y Tropical Jesus, todos hemos vivido unos meses oscuros debido a la pandemia del coronavirus. ¿Cómo has pasado el confinamiento—

Dentro del ambiente de tristeza que había, lo he pasado esperanzado con este proyecto y dibujando mucho. No se me hizo tan duro al final.

Entonces ha sido un periodo muy creativo para tí.

Sí, hice todo el arte del disco durante el confinamiento, así que sí fue creativo, pero perdí la oportunidad de aprender a hacer pan,... Otra vez será.

Durante esta época has sido uno de los artistas más activos en las redes sociales e incluso has participado en algún festival "online". ¿Cómo ha sido la comunicación con tus seguidores—

En realidad creo que no he hecho tantas cosas al lado de otros artistas, hice muy pocos directos y no hice "covers" ni colaboraciones "adhoc" para la ocasión. Lo tomé con naturalidad porque tenía mucho trabajo detrás de las cámaras.

Tu nuevo disco salió a la venta coincidiendo con el final del estado de alarma. ¿Sacar un álbum en estos momentos es todavía más arriesgado que en la antigua normalidad—

Era arriesgado porque no sabíamos si habría tiendas abiertas y pensábamos que no habría conciertos. La cosa ha mejorado respecto a nuestras expectativas, no contábamos con nada, pero yo lo quería sacar igual, aunque lo fuera a tocar en 2021, Casi te diría que los mejores años de mis discos son los segundos, cuando la gente ya ha vivido cosas con las canciones.

Después de algunos meses de parón, ¿cómo ha arrancado la gira que estás realizando—

Es diferente, pero es muy emocionante, estamos muy contentos y lo vivimos con mucha ilusión. Hay sensación de seguridad, de disfrute y de cariño por parte de todos. Está siendo un regalo divino poder tocar, divino tropical.

Aunque naciste en Barcelona (1987), siempre has estado muy conectado con tus raíces altoaragonesas. ¿Cuándo presentarás el nuevo disco en Huesca y provincia—

Pues eso es algo que me fastidia, porque no tengo ninguna fecha por aquí, quizás los rebrotes no han ayudado mucho, pero me da rabia no poder presentarlo todavía en Aragón. Aún así, a la que he podido me he escapado a respirar los olores que me gustan. Durante la cuarentena, una de las cosas que más eché de menos era sentir los paisajes y olores de Huesca. A la que pude, me escapé a Boltaña, me bañé en los ríos helados, saludé a mis montañas favoritas y les prometí volver para escribir sobre ellas.