Cultura

EXPOSICIÓN

David Castillo: "Me interesa el concepto "rural" en su acepción más estricta"

El artista muestra Ruralis en la sala de la Fundación Caja Rural de Aragón

David Castillo: "Me interesa el concepto "rural" en su acepción más estricta"
David Castillo: "Me interesa el concepto "rural" en su acepción más estricta"
S.E.

HUESCA.- El artista aragonés David Castillo acaba de inaugurar la temporada expositiva en la sala de la Fundación Caja Rural de Aragón en Huesca, donde exhibe Ruralis, una muestra que está compuesta por catorce lienzos y cinco esculturas.

"Me interesa el concepto rural en su acepción más estricta", asegura el polifacético zaragozano sobre el "leitmotiv" del proyecto, en el que demuestra que siempre intenta crear su propio mundo con su propia simbología.

"Llevaba mucho tiempo sin hacer una exposición y ya era hora", añade David Castillo, que mostrará su trabajo en Huesca hasta el próximo 23 de octubre.

La exposición que acaba de inaugurar en Huesca lleva por título Ruralis, en referencia a lo rural. ¿Por qué le interesa tanto este concepto y cómo lo desarrolla en esta muestra –Me interesa el concepto rural en su acepción más estricta, lo de fuera de lo urbano, incluso lo de fuera del pueblo. La agricultura, la ganadería, la caza, la pesca, etcétera, que conecta directamente con el Neolítico y eso me atrae a la hora de trabajar. En los últimos 10 años he tenido una fuerte relación con la arqueología experimental y unas experiencias vitales mucho más cercanas al campo.

¿Cuáles son los iconos que ha decidido mostrar en este proyecto– Convierto en símbolos cosas tan sencillas como las pesas de un telar, una metáfora de los hilos de la vida y el peso que sujetan, o idolatro el jabalí o el lobo, animales míticos que tienen una intensa relación con lo agrícola y lo ganadero. La vida es muerte y ambas experiencias son muy potentes para atraer a cualquier artista. El Jabalí de Calidón me entusiasma, es una historia que tiene mucho contenido, desde el castigo de una diosa a un pueblo que celebra una cosecha pero se olvida de la caza, hasta el protagonismo de la mujer en una cacería de hombres y dioses a los que aventaja. Toda esa historia me fascinó y es lo último en lo que he trabajado.

¿Con qué materiales ha trabajado para componer sus obras– En la pintura siempre he sido muy tradicional. Pigmentos sobre lienzo. Uso el acrílico por comodidad, pero uso pigmentos de calidad. En la escultura he usado maderas que yo mismo he cortado de mi finca, con hierro que yo he forjado y he llevado una pieza con una gran pesa de alabastro. Hice un telar de alabastro y me pareció divertido hacer una especie de telar de una sola pesa. He llevado un lobo que la cabeza es como un cepo lobero.

Durante los primeros años de su trayectoria estaba más interesado en lo urbano. ¿Cuál ha sido su evolución para haber llegado a este punto tan contrario– Realmente en mis primeros años los cuadros mostraban un mundo mágico con "Estraletas", "Mosicos", dragones, etcétera, y fue a principios de este siglo cuando realicé algunas exposiciones sobre texturas muy urbanas. En los últimos 10 ó 15 ya me centré en el mundo antiguo. Intento siempre crear mi propio mundo con mi propia simbología. Aunque puedan ser referencias imaginarias siempre están en conexión con mi vida. Actualmente si he pintado sobre el jabalí de Calidón es porque conozco lo que es una batida de caza.

¿De dónde viene su amor por la potencia del color y el expresionismo abstracto– No lo sé, supongo que hago los cuadros que me gustan. Tuve la suerte de conocer a mis predecesores y a nivel local me pudieron influenciar Orús, Broto, Beulas o Mira. Por supuesto que el expresionismo abstracto siempre me ha gustado. El color tiene mucha expresión, transmite temperatura, texturas, etcétera. Es lo que como animales nos hace diferenciar los frutos de los árboles y como ciudadanos nos hace saber si podemos pasar o no la calle; solo con ver un disco rojo sabemos que nos tenemos que parar.

Es usted un artista muy polifacético, ya que es diseñador gráfico, pintor, escultor y artesano. ¿Con cuál de estas facetas se queda– Me voy quedando con la que me da de comer. Hoy en día algunos artistas disfrutan de sueldos, yo me tengo que conformar con lo que vendo. He pasado épocas sin poder pintar por no tener dinero para lienzos, he vivido años con mucho trabajo de diseño o de fotografía y últimamente la forja y la artesanía me están dando algo de dinero. Si mañana me encargan el diseño de imagen de una empresa me pondré a hacerlo, si me encargan una espada enciendo la fragua y así de divertida es mi vida. Si tuviese la obligación de elegir me resultaría muy difícil y posiblemente lo acabaría dejando.

¿Qué supone para usted exponer en la sala de la Fundación Caja Rural de Aragón de Huesca– Llevaba tiempo sin hacer una exposición y ya era hora. A Huesca se le tiene enseguida cariño. Una vez expuse en el restaurante Alambique y vendí un cuadro en la primera noche. Cuando en una ciudad hay alguien capaz de comprarme un cuadro es que es una ciudad especial. El que sea en la Fundación también me agrada bastante, he expuesto en muchos bares, restaurantes, en la calle, galerías privadas, instituciones, etcétera. La fundación me ha tratado muy bien, tienen unas buenas salas y profesionales para gestionarlas. Los artistas no queremos que nos traten como reyes, pero tampoco como si nos hiciesen un favor por colgar nuestras obras. En los años 90 si solo hacía una exposición me sentía muy mal, ahora soy muy selectivo respecto a dónde expongo. No es vanidad, sino que con los años pisas con más cuidado.