Cultura

SERVICIOS BIBLIOTECARIOS

Los usuarios de las bibliotecas han bajado en torno a un 60 por ciento

A pesar del actual nivel de alerta continúa el servicio de préstamos de eBiblio y también presencial y actividades culturales, con aforo reducido o través de la red

Los usuarios de las bibliotecas han bajado en torno a un 60 por ciento
Los usuarios de las bibliotecas han bajado en torno a un 60 por ciento
R.G.

HUESCA.- Las bibliotecas oscenses siguen prestando libros, pero con todas las medidas de seguridad. Eso significa que se acabó el pasar largas horas en la biblioteca para preparar las oposiciones, hacer los deberes del cole, algún trabajo universitario o, simplemente, leyendo porque ahora es impensable ir a hojear el periódico. Costumbres muy arraigadas que quedan atrás con la pandemia por coronavirus y que se han visto aun más reducidas por la entrada del nivel 3 de alerta sanitaria.

Las bibliotecas de Huesca han disminuido su actividad desde que esta se retomó en mayo, ha disminuido el número de socios, a pesar de haberse incrementado los usuarios digitales, y jamás se les había pasado por la cabeza a quienes allí trabajan que verían sus salas vacías.

Es el caso de la Biblioteca Pública de Huesca que tiene sus puertas abiertas pero sus salas cerradas a excepción de investigadores con cita previa. Su directora, Lorena García, y Olga López, técnico de la Biblioteca Municipal Antonio Durán Gudiol, avisan de que el servicio de préstamo de material sigue en pie en todas las bibliotecas de la ciudad y, en el caso de la Pública, indica García que "puedes reservar cualquier material disponible para el préstamo de manera presencial en mostrador o por teléfono y no tardamos más de 24 horas en prepararlo para su recogida". Continúa que "como siempre se deja durante tres semanas y después de la devolución debe pasar una cuarentena de siete días -antes, hace cosa de un mes y medio eran catorce- para que alguien se lo pueda volver a llevar a su casa".

Según explica García, "estamos dando servicio de préstamo en red, dentro de la red de bibliotecas de Aragón y también servicio de préstamo interbibliotecario, con centros de fuera de la comunidad aragonesa", y que, "más allá de eso, se permite la consulta de materiales especiales para investigación, como son los libros no prestables, el fondo antiguo". Porque, en este sentido, hace hincapié en que se reciben muchas consultas, en concreto el año pasado pasaron por sus salas 160.000 personas, y sitúa este espacio cultural entre el "top five" de los espacios de la provincia que más visitas reciben como son las estaciones de esquí o el Alcoraz. Apunta la directora que "la gente sigue necesitando libros para hacer trabajos, sigue necesitando cultura, lectura, investigación con fondo antiguo y seguimos recibiendo muchas peticiones de información internacional de nuestro fondo que es valiosísimo". Para lo cual, "se da cita o se le emplaza a un día, se le deja una mesa y silla y cuando termina, se desinfecta el espacio completo, por supuesto antes de entrar debe ponerse gel hidroalcohólico y llevar todo el rato las mascarilla" y recuerda que "no ha habido ningún brote en ninguna biblioteca".

Por cierto, reseña García que, mientras no se pueden usar sus instalaciones, se está aprovechando para "trabajo interno, limpieza, cambiar cosas como los estores, vamos a adquirir material bastante importante para digitalizar todo nuestro fondo que tenemos en microfilm, vamos a pintar cosas que cuando hay usuarios es más complicado llevar a cabo". Y continúa: "Además, hemos comprado mobiliario nuevo, más actualizado para infantil, ahora, por favor, que pueda venir la gente a estrenarlo", desea.

Por otro lado, las bibliotecas municipales de Huesca, la Durán Gudiol y la Ramón J. Sender, sí permiten a sus usuarios recorrer sus estanterías para elegir un libro y llevárselo a casa. López afirma que "ahora la biblioteca es llegar, mirar, coger y marchar porque puedes acceder a la colección, como siempre, solo ha cambiado el aforo y la zona de prelector infantil, de 0 a 5 años, porque no es obligatorio el uso de la mascarilla, así que está cerrada con una cadena, porque allí tiene que haber un acompañamiento con la bibliotecaria, les enseñamos los cuentos, los sacamos, los miran y se lo damos al adulto con el que vengan, va al mostrador y se lo llevan a casa".

Y es que, afirma Laura Ferrer, bibliotecaria de la Ramón J. Sender, "quienes vienen lo hacen muy concienciados, no toquetean, como mucho pueden coger un libro y leer la parte de detrás". Por su puesto, todos los centros culturales cuentan con un punto de desinfección a la entrada.

Pero, a pesar de contar con todas las medidas de seguridad, el número de usuarios "ha bajado en un 60 por ciento, aproximadamente", desvela García, y "aunque se ha triplicado el uso de plataformas digitales, no ha ido acompasado todo lo que se ha dejado de prestar con lo que ha mejorado el electrónico", comenta. En este sentido, los oscenses pueden estar orgullosos de que, según los datos de préstamos de la plataforma eBiblio Aragón, la Biblioteca Antonio Durán Gudiol es la segunda en el ranking que más préstamos de libro electrónico está realizando en toda la comunidad de Aragón.

Ferrer añade que "desde el confinamiento hemos aumentado el préstamo a través de la plataforma eBiblio que es como la estantería digital y en la que los préstamos funcionan igual, son 21 días, tienes que ser socio de la biblioteca y no necesitas un dispositivo especial".

Otra de las modificaciones a causa de la covid-19 son los actos culturales que se organizan. En el caso de la Biblioteca Pública son "todos online", indica su directora, que dice que "el club de lectura lo estamos haciendo de manera virtual y tenemos previsto un encuentro con una escritora el mes que viene y será también online".

Por su parte, las bibliotecas municipales han habilitado espacios bien ventilados y que cumplen las medidas de higiene para las actividades presenciales como son los clubes de lectura. Sin embargo, para cumplir la nueva norma, la Durán Gudiol ha trasladado su club al centro cultural Manuel Benito Moliner "porque aquí no tenemos ninguna sala que pudiésemos usar como en la Ramón J. Sender que tienen una multiusos". El resto de actos siguen como estaban, "el concurso rasca y gana y el de bookface o las propuestas de Alimenta tu mente, siguen adelante" comenta Olga.

Las tres coinciden en que se ha notado mucho la supresión del servicio de hemeroteca para lo que han rescindido los contratos de periódicos y revistas, pero insisten en que no tiene sentido que un periódico diario tenga que pasar una cuarentena de siete días. También se ha resentido la informática. Las salas de ordenadores se han reducido a mucho menos de la mitad. En la pública y la Ramón J. Sender se pueden emplear dos ordenadores, "uno en cada esquina", mientras que en la Durán Gudiol, de 14, se usan cuatro a la vez.

En cuanto a los horarios de apertura al público, mantienen los habituales.