Eduardo Marco Miranda: "La relación con el paisaje es una construcción heredada que hay que resetear"

HUESCA.- Gracias a la convocatoria de creación artística "Ramón Acín" va a desarrollar Geografía del monumento natural, un proyecto de ensayo fotográfico sobre el proceso de antropización de la naturaleza.

¿Por qué se decantó por esta idea y qué conclusiones espera obtener?

-Bueno, vengo desarrollando una metodología de trabajo en esta línea desde hace unos años. A raíz de mi tesis doctoral comprendí que el tratamiento que se hace en la actualidad de la relación de los individuos con el paisaje natural es una construcción cultural heredada del pasado que es necesario resetear porque poco tiene que ver ya con la realidad contemporánea. El caso de estudio en este caso se basa en la idea de que actualmente el accidente geográfico singular se ha convertido en un producto de explotación por el turismo industrial. El trabajo propone la documentación fotográfica de una selección de lugares monumentales estratégicos de la naturaleza para la provincia de Huesca en los que analizar este hecho. Lo que se pretende conseguir con este proyecto es poner de manifiesto la dimensión de espectáculo en la que se ha convertido nuestra relación con la naturaleza, para reinterpretar su sistema de representación desde otras miradas que nos ayuden a buscar nuevos significados en esta relación.

Al mismo tiempo, su intención es revelar las condiciones sociales del trabajo de la industria del turismo en los monumentos naturales más representativos de la provincia de Huesca. ¿Cómo va a desarrollar el proyecto y cómo lo va a materializar?

-En efecto, el proyecto plantea revelar las condiciones sociales del trabajo como una manera de testimoniar la condición de sistema productivo de estos monumentos. Para incorporar esta circunstancia a la representación, simplemente hay que distanciarse de la visión clásica de la fotografía que propone la modernidad, e incorporar al trabajador a la toma. No se trata de fabricar más postales de vistas singulares, sino de desmontar esta concepción canónica evidenciando lo que no se ve tras la celebración de lo lúdico que ha construido la modernidad para el paisaje de naturaleza. El trabajo y la clase trabajadora están en la base de las representaciones de las postales que hablan de victorias y vencedores en la montaña, y de fines de semana placenteros en la naturaleza. La industria del turismo es consecuencia de una organización del ocio de los trabajadores fuera de su puesto de trabajo. Una racionalizada segmentación de este tiempo, en fines de semana, puentes, vacaciones de agosto, etcétera. La intención final del proyecto es desarrollar una cartografía de la industria del accidente geográfico singular a través de la documentación fotográfica.

¿Cómo se pueden llegar a entender las lógicas de la naturaleza como capital productivo?

-El turismo de naturaleza es una forma de explotación sutil del territorio que genera toda una lógica de economía, no exenta de contradicciones, que tiene detrás toda una historia no evidenciada. En general, el aprovechamiento del medio como recurso se constituye a través del dinero frente al trabajo. Un factor productivo que explota el territorio y genera unos movimientos sociales. Si llevamos al máximo este hecho, encontramos la expansión geográfica del capitalismo por todo el globo para aprovechar mejores condiciones de explotación a través de un mayor acceso a la tecnología, el transporte, la información y la financiación. Una extracción de riqueza con un alto grado de deslocalización que deja tras de sí empobrecimiento, degradación medioambiental, agotamiento de recursos no renovables y desigualad social. Lo que trato de hacer con este proyecto es hacer visible un problema en busca de alternativas que puedan desarrollar una mejor respuesta. Propongo hacer visible el desarrollo turístico a través de la explotación de la naturaleza como recurso.

En el pasado realizó la tesis doctoral sobre la fotografía de paisaje en el Pirineo Central a finales del siglo XIX y principios del XX y la naturaleza montañera también ha sido una constante en su trabajo. ¿Qué tienen las montañas y la naturaleza que tanto le fascinan?

-Mi fascinación por las montañas no va más allá de la de cualquiera que se acerca a ellas con curiosidad y queda sublimado por la experiencia. Cierto es que siempre intento ser crítico y contextualizar este sentimiento. Desde siempre he practicado el montañismo en mayor o menor medida. La emoción y la curiosidad hicieron que me preguntara qué hay más allá de estas experiencias vividas. Es por esto, que emprendí un camino de investigación que me ha traído hasta aquí. Caminar por la alta montaña para acumular experiencias hace que uno se encuentre a sí mismo, llegando a extraer conclusiones sobre la naturaleza humana. Aprender a poner en consideración la inmensidad que te rodea como una forma de ser y de estar, como una actitud. Una forma de valorar la montaña que pretende aunar todas las visiones existentes dentro de la práctica del montañismo.

Su idea ha sido elegida entre casi 50 proyectos. ¿Qué cree que es lo que ha convencido al jurado?

-El tema sobre el que versa el proyecto es de un gran interés para la provincia de Huesca porque está muy relacionado con sus problemáticas actuales.

La idea es reflexionar sobre el turismo, una de las principales fuentes económicas de la provincia. El proyecto busca el punto de fricción que aporta la mirada artística como componente activo con el que poner de manifiesto ciertas situaciones que nos ayuden a plantear alternativas de futuro. La cultura y el arte configuran toda nuestra existencia y es a través de ella por donde las personas manifiestan su humanidad. Tratar de comprender la evolución histórica y cultural de lo que nos influye a entender y utilizar nuestro entorno, el territorio y la biosfera, es una tarea que pasa por pensar en replantear las estructuras en las que vivimos.

Por otro lado, el plan es adaptar las actuaciones al nuevo contrato social que se está forjando a nivel global establecido por la Agenda 2030. El proyecto se integra dentro de la producción conceptual de investigaciones, estudios y evaluaciones que se vienen realizando en el presente desde el sector creativo y cultural para incorporar en él las interacciones entre arte y desarrollo sostenible. El proyecto busca poner de manifiesto el poder del arte y la cultura como herramientas de transformación social, así como pretende generar un relato que logre ayudarnos a entender los problemas medioambientales.

¿Era la primera vez que se presentaba a la ayuda?

-No, es la segunda. Aunque mi línea de trabajo sigue siendo la misma, esta vez la propuesta que plantea mi proyecto ha cuadrado mejor con los intereses y criterio de los miembros del jurado.

En el pasado, las becas de la DPH han recaído en artistas tan prestigiosos como José Beulas o Ángel Orensanz. ¿Es una responsabilidad recibir esta distinción?

-Ya lo creo, el simple hecho de pensar que dos artistas de ese renombre disfrutaron de esta misma situación, te anima a seguir su trayectoria con la misma dedicación. Además otros referentes cercanos también la han recibido y es todo un estímulo para continuar trabajando. Tener una oportunidad como esta implica llevar a cabo una tarea con gran compromiso y madurez para llegar a desarrollar un buen proyecto.

En 2019 ya participó en una exposición en la Diputación, Paisaje de fondo. ¿Cómo de importante está siendo esta institución en su carrera?

-La línea de trabajo de artes plásticas en la sección de cultura de la Diputación de Huesca es impecable, su buen criterio a la hora de valorar el arte contemporáneo es un modelo en la provincia y fuera de ella. Así que como es lógico, cualquier profesional que se precie desea trabajar con ellas. En el caso de Paisaje de fondo fue todo un placer formar parte de un comisariado tan bien planteado, al mismo tiempo que fue una experiencia fantástica compartir proyecto expositivo con ese magnífico grupo de artistas.