Cultura

LITERATURA

Gonzalo Fontana: “Es una obra seria que tiene puntos de humor y algún chiste bueno”

El escritor oscense y profesor de la Universidad de Zaragoza publica, junto a Juan Francisco Comendador, el libro ‘Como un ayer que pasó’

Gonzalo Fontana.
Gonzalo Fontana.
S.E.

Un proyecto escolar ha sido el detonante de la primera incursión en la literatura de ficción del oscense Gonzalo Fontana, que junto al toledano Juan Francisco Comendador han escrito Como un ayer que pasó, una obra de teatro, escrita a distancia en pleno confinamiento, que parte del encuentro entre Antonio Machado y Oscar Wilde en París en 1899.

“La idea surgió de un proyecto de teatro escolar europeo donde se pedía una obra que tenía que discurrir en tres lenguas y entonces buscamos argumentos donde los personajes pudieran hablar en español, inglés y francés, así encontramos una anécdota donde un Antonio Machado jovencísimo, en París, había llegado a conocer al irlandés Oscar Wilde. Eso nos dio pie para poder poner en parangón la situación de Wilde, perseguido en París, de Machado, que acabará desterrado, y relacionarlos con el caso Dreyfus que fue un tema candente en Francia ya que tuvo su origen en una sentencia judicial de corte antisemita”, explica el oscense, profesor titular de Filología Latina de la Universidad de Zaragoza.

Por cierto, indica el autor que “el libro es una versión sólo en español para adultos con un lenguaje más complejo que el de la obra de teatro que están preparando los escolares”.

Así, Como un ayer que pasó, título que hace referencia “a la fragilidad del pasado y la necesidad de recuperar la memoria ya que es uno de los grandes temas de la poesía de Machado, el paso del tiempo y la necesidad de recuperar el pasado”, añade Fontana, pone en paralelo a Wilde, Machado y Emile Zola, a través del famoso artículo Yo acuso, un alegato en favor del capitán Alfred Dreyfus, publicado en 1898. Porque aunque se trata de una ficción teatral, “los hechos que describimos son estrictamente históricos para lo que nos hemos documentado de una forma muy seria porque todo lo que decimos es cierto, a pesar de que los diálogos son todos ficción, claro”, asevera el autor.

Y es que desvela que “era una cuestión de respeto con los personajes reales que aparecen”. Pero, también aclara que hay ficción por situaciones como que “sabemos que Antonio Machado nunca conoció a Zola pero sí que el caso Dreyfus le causó una profundísima impresión porque en 1937 hablaba sin parar de ello y de Zola, porque es el problema del intelectual comprometido con la realidad, en cambio, en la obra se entrelazan, igual que sí sabemos que Wilde se llevaba muy mal con Zola, eso nos da una nueva veta dramática de un nuevo choque”. De este modo, se ha logrado “juntar a varios tipos humanos muy distintos unidos por la experiencia del exilio, de la derrota y cómo cada uno de ellos maneja estos sentimientos, porque son tipos humanos muy distintos”, aclara.

En este sentido, explica Fontana que se reflexiona sobre la persecución contra el judío, contra el homosexual y contra el republicano “en una obra seria que tiene puntos de humor y algún chiste bueno”, subraya Fontana.