Cultura

OBITUARIO

Fallece José Luis Gratal, pintor de cielos suntuosos y deslumbrantes paisajes

El oscense colaboraba asiduamente y de forma muy generosa con causas solidarias

José Luis Gratal.
José Luis Gratal, en una de sus exposiciones en la sala CAI de Huesca.
Pablo Segura

A un mes de cumplir 91 años, ha fallecido en Huesca el pintor José Luis Gratal Salillas, una persona generosa y comprometida y un artista que deja para siempre en nuestras memorias unos cielos espectaculares y deslumbrantes en los que vuelan abrazadas la realidad y la fantasía.

José Luis Gratal (Huesca, 21-junio-1930) falleció este lunes, 10 de mayo, tras sufrir un accidente doméstico que le llevó a permanecer dos semanas ingresado en el Hospital San Jorge y en el Provincial, ambos en la capital oscense, pero cuyas consecuencias no pudo superar.

Gratal compartía su vida con su esposa, Pilar Zamora Valero, tenía cuatro hijos: José Luis, Alberto, Mapi y Esther y seis nietos.

Este miércoles habrá un responso en la intimidad familiar a las 11:00 en el Tanatorio Huesca, donde está instalada la capilla ardiente, y el funeral se celebrará más adelante, debido a las actuales circunstancias sanitarias por la pandemia de coronavirus.

Su hijo Alberto, que aprendió a pintar de su progenitor, destaca lo "buen padre y excelente persona que era" y quienes le conocieron comentan también su humanidad, carácter amable y su solidaridad.

Participó generosamente en todas las exposiciones organizadas por la Asociación Alzhéimer Huesca y DIARIO DEL ALTOARAGÓN dentro del programa Arte para el Recuerdo, y también realizó aportaciones a la Asociación Contra el Cáncer.

Estudió en el colegio Salesianos, donde aprendió a dibujar animado por el cura José Castell, y como delineante trabajó para el Ayuntamiento de Huesca y otros clientes privados. 

Estuvo ligado al Grupo Plástico La Pataquera, realizó carteles como el de las fiestas del Barrio de Santiago de Huesca en 1996 (fue cofundador de la Asociación de Vecinos)  y expuso en varias salas de la capital oscense, así como de otras ciudades como Madrid o Tarbes. Además, comenzó a enseñar a pintar a espátula y aseguraba con orgullo haber aprendido mucho de sus discípulos.

Los intensos cielos cromáticos de sus deslumbrantes y luminosas composiciones hacían que su obra fuera muy personal y su autoría perfectamente reconocible. Dominaba el dibujo, pero disfrutaba al mismo tiempo jugando con los trazos y distorsionando sus pueblos y paisajes inventados. Era un alquimista del color, que llegó a crear más de mil obras. Según decía, la pintura tenía "algo terapéutico" que le hacía olvidarse de todo y disfrutar. 

José Luis Gratal ha fallecido a los 90 años, pero siempre tuvo un alma joven y vital.