Cultura

ENTREVISTA

Pablo Borderías: “Aprovechar lo que se te da bien puede ser una clave de la felicidad”

“La gaita Aragonesa es un instrumento renacido con unas posibilidades de evolución y desarrollo inmensas”

Pablo Borderías
Pablo Borderías
S.E.

¿Cuál es el emoticono que define su personalidad?

—Creo que sería el que tiene la cara al revés, por ver el mundo desde otro prisma y desde ahí enfocarlo todo con una sonrisa.

Genio y figura. ¿Se identifica?

—Soy más un artesano de la música. Creo que he estudiado para tener un oficio del que surgen canciones, instrumentos y elementos bonitos y tengo la suerte de vivir de ello, pero lo de ser un genio son palabras mayores, realmente hay muy pocos genios en el arte y, además, suelen ser muy rarito y especiales, aprovechar las cosas que se te dan bien, confiar en ellas y potenciarlas desde la humildad puede ser una clave de la felicidad.

La sonrisa es el lenguaje universal de las personas inteligentes. ¿Sonreímos poco?

—Sonreír desde lo profundo es maravilloso y es síntoma de bienestar personal, pero fingir una sonrisa para simular bienestar creo que puede perjudicar a cualquiera, las personas vamos aumentando nuestra inteligencia a medida que aprendemos a expresar las emociones que sentimos en cada momento. Más bien diría que la sinceridad es el lenguaje universal de las personas inteligentes.

¿El negocio es la negación del ocio o usted se divierte currando?

—Me apasiona mi trabajo, me encanta el sentimiento de estar metido en el taller o componiendo o tocando y, de repente, siento que me duele el cuello, estoy cansado y tengo la sensación de llevar media hora currando, miro el reloj y han pasado 4 horas y no me he enterado. Esa sensación sólo pasa cuando estás muy a gusto haciendo algo, no sé si es trabajo u ocio.

En realidad, ¿son pocos los que se dedican a esto?

—Debe haber en torno a 6 u 8 personas.

Las que hace usted son personalizadas ¿cómo es eso?

—Para construir gaitas hay que tener tanto conocimientos de lutheria y carpintería como saber investigar los instrumentos encontrados y la tradición musical y cultural del entorno. La gaita aragonesa es un instrumento que se perdió en el siglo pasado y gracias a la investigación y trabajo de muchas personas se pudo llegar a recuperar, así, es un instrumento renacido hace poco tiempo con unas posibilidades de evolución y desarrollo inmensas, en eso andamos ahora.

¿Hay diferencias entre las gaitas aragonesas y las demás?

—Sí, hay muchas diferencias de forma y sonoridad, realmente a mí lo que me apasiona no es la identidad o forma de cada instrumento, lo que me apasiona mucho más es que podemos intentar buscar las mil diferencias pero realmente son un elemento muy parecido que en cada rincón, cada región, ha desarrollado elementos sociales muy distintos que a su vez son muy iguales en el significado social que contienen, es decir, que un instrumento que se desarrolla en la península de diferentes maneras en cada región puede utilizarse en músicas, bailes, vestuarios, ritos de lo más variopintos, pero seguramente esos elementos responderán a las mismas necesidades sociales, transmitir la fiesta, la alegría, la espiritualidad o hablar del amor; el arte y la tradición siempre trata de comunicar elementos comunes.

¿La inmigración es una bendición o una necesidad?

—El aprendizaje de lo distinto es siempre una bendición y un flujo de ida y vuelta. La inmigración nos ofrece un crecimiento personal, tanto si somos los migrantes, como si somos lo que reciben personas. Los viajes y el conocimiento nos colocan en el juego de la empatía que nos brinda la oportunidad de cuidar y ser cuidados, de aportar y de aprender de los demás. La necesidad de inmigración por violencia y conflictos todavía nos debería colocar a los países de acogida en una situación de mayor comprensión hacia ellos.

¿Poderoso caballero es don dinero?

—Demasiado poderoso sí.

¿También en el arte?

—Sí, se podría abrir la caja de los truenos con esa pregunta, mejor dejamos ese debate para otra ocasión.

¿A quién le haría usted sin dudarlo la reverencia?

—A mis padres, abuelas y abuelos, bisabuelas y bisabuelos,…

Dime con quién te juntas y te diré quién eres. ¿Hace un casting para seleccionar a sus amistades?

—Como dicen en un pueblito de la Ribagorza que se llama Visalibóns: “En Visalibóns pocs pero bons”, pues eso “pocs pero bons”.

¿Siempre ha estado vinculado a Los Titiriteros de Binéfar?

—Este verano cumplo 20 años trabajando en la compañía, empecé a los 16 años como trujamán o aprendiz y aquí sigo, es algo más que mi trabajo, es mi compañía de teatro, qué bonito tener una “compañía” en todos los sentidos de la palabra que te permita vivir del cuento (literalmente).

¿Cómo más lleva la música a los aragoneses?

—Ahora mismo he montado un estudio de grabación junto a La factoría de gaitas, creo que se va a llamar La factoría de ideas, espero que haya una simbiosis entre ellas. También doy clases de música tradicional en este espacio en Arguis para gente que viene de fuera, así como en Barbastro y Sabiñánigo. Y ahora hemos montado un bonito proyecto con la comarca de la Hoya de Huesca, que se llama Taller de ronda, donde se apuntan músicos de diferentes pueblos de la Hoya para tocar y crear un repertorio. Estoy muy ilusionado con este nuevo proyecto.