Cultura

Luis Alegre e Isidro Ferrer, comparten las anécdotas del rodaje de 'La vaquilla'

El escritor turolense presenta en el marco del Festival de Cine su libro '¡Hasta siempre. Mr. Berlangar!'

Isidro Ferrer y Luis Alegre han protagonizado en Vermú con...
Isidro Ferrer y Luis Alegre han protagonizado en Vermú con...
Rafael Gobantes

Hay que situarse en Sos del Rey Católico en el verano de 1984. Luis García Berlanga iba a rodar 'La vaquilla'. Por aquel entonces Luis Alegre tenía 22 años, y Alberto Sánchez Millán le animó a ir a la localidad zaragozana a conocer a un director al que admiraba. Ni corto ni perezoso, cogió una revista dedicada a Berlanga y se plantó en Sos, para vivir una experiencia a la postre “inolvidable”.

“Yo nunca había hecho una entrevista a nadie, aunque ya colaboraba en la revista de la Universidad de Zaragoza escribiendo de cine”, y que mejor que debutar con quién por aquel entonces “para mí ya era un gran ídolo”.

El encuentro “fue genial porque yo le llevaba una revista monográfica para que me la dedicara. Me preguntó el nombre, y le dije Luis Alegre, y que de dónde era. Soy de un pueblecito de la provincia de Teruel, Lechago”. Allí comenzó entre ellos una relación de amistad que se consolidó en el tiempo y duró más de 30 años.

En esas primera palabras que intercambió con Berlanga, el director le comentó que el segundo apellido de su madre era Alegre y que era de un pueblo de Teruel, Rubielos de Mora, “y en Teruel tampoco sois tantos. Tú y yo debemos ser parientes... Con esa coña empezamos a hablar y me animó a que me quedara de figurante en Sos, haciendo de extra en 'La vaquilla'”.

Alegre estuvo varias semanas y allí conoció al diseñador gráfico afincado en Huesca, Isidro Ferrer, que le ha acompañado en el Vermú con... organizado por el Festival de Cine de Huesca, que se ha sumado al centenario del director con la presentación del libro '¡Hasta siempre, Mr Berlanga!', escrito por Luis Alegre.

Las anécdotas vividas por ambos en su estancia en Sos participando en el rodaje de 'La vaquilla' han protagonizado parte del encuentro con el público celebrado en los porches de Ultramarinos La Confianza, en el que Luis Alegre ha contado que él les había dicho a sus padres que se iba a entrevistar a Berlanga, y volvía en el día, pero su estancia se prolongó un mes. “Mis padres veían que no volvía, y yo les decía que estaba en La vaquilla trabajando, y pensaban que al tardar tanto en ir a casa, poco menos que era el protagonista”.

La sorpresa se la llevaron cuando fueron a ver la película “y ni me distinguieron en la figuración. La vieron hasta tres veces..., y ni por esas. Por eso les dedico a ellos el libro”.

En el caso de Isidro Ferrer, lo que le dio vergüenza fue decirles a sus padres que la vieran “porque salgo desnudo”. Él venía de la Escuela de Teatro de Zaragoza, donde todos los alumnos se habían apuntado al casting, y a él le cogieron, pero no como figurante, “fui actor de segunda, tenía dos frases”, ha relatado entre risas, aludiendo a lo que decía Alfredo Landa: “Desnudos todos somos iguales”.

Han rememorado la escena del río y como Isabel Coixet, que se había desplazado a Sos para hacer un reportaje para Fotogramas, no dejaba de “mirar” a José Sacristán, quien a la quinta vez le espetó: “Chica, no mires tanto, que con el frío encoge”, ha dicho Luis Alegre. “Por eso luego nunca han trabajado juntos”, ha apuntado en tono jocoso.

Las tomas de plano-secuencia que hacía Berlanga, les obligaron a repetir escenas y a estar tres días en un tejado porque había que grabar la corrida de toros en una mañana soleada, y estuvo tres días nublado... Les pagaban 1.700 pesetas al día, y el bocadillo, en el caso de Alegre. “Yo comía con los actores”, ha indicado Ferrer, para quien la experiencia fue “sorprendente”.

En lo que sí han coincidido ha sido en que se trató de un verano “inolvidable y de aprendizaje”, y que a Luis Alegre le permitió conocer a un director que admiraba antes de tenerlo cara a cara y del que acabó siendo un amigo, y recibiendo el encargo, con motivo del centenario, de escribir un libro sobre él, '¡Hasta siempre, Mr. Berlanga!'.