Cultura

FOTOGRAFÍA

Jaca se convierte en una "Tierra de sueños" de la mano de Cristina García Rodero

La artista retrata la vida cotidiana en la región india de Anantapuren el marco de una colaboración con La Caixa y la Fundación Vicente Ferrer

Inauguración de la muestra este martes.
Inauguración de la muestra este martes con la presencia de la autora.
R. G.

La Fundación La Caixa y el Ayuntamiento de Jaca organizan la exposición “Tierra de sueños”, compuesta por 40 imágenes de la fotógrafa Cristina García Rodero, que aceptó un encargo de la Fundación Vicente Ferrer para reflejar la vida cotidiana de los habitantes de Anantapur, en el estado de Andhra Pradesh, una de las zonas más pobres de la India, donde viven las comunidades más marginales y vulnerables del país.

La directora del área de Negocio de CaixaBank Alto Aragón, Isabel Baquedano; la delegada territorial de la Fundación La Caixa en Aragón y La Rioja, Alejandra Usón, y el alcalde, Juan Manuel Ramón, acompañaron a la fotógrafa este pasado martes, en la inauguración de la muestra, que se puede visitar hasta el 16 de julio en el Llano de Samper.

Esta exposición -pensada para el verano de 2020 y retrasada por la pandemia- forma parte del programa “Arte en la calle”, con el que la Fundación La Caixa quiere aproximar el arte fuera del marco habitual que brindan los museos. La muestra permanece abierta las 24 horas. Además, se ofrecen visitas guiadas los sábados a las 18 horas y los domingos a las 12 horas.

Nacida en Puertollano (Ciudad Real) en 1949, Cristina García Rodero se licenció en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid. Es la ganadora del World Press Photo de 1993, el Premio Nacional de Fotografía de 1996 y el premio Photo España de 2017, entre otros galardones. Además, logró la medalla de oro al mérito en las Bellas Artes en 2005 y es la primera española que forma parte de la agencia fotoperiodística Magnum.

La muestra presentada en Jaca es el fruto del trabajo que llevan desarrollando conjuntamente La Caixa y la Fundación Vicente Ferrer en la India para mejorar sustancialmente las condiciones de vida de las personas más vulnerables. Para dar a conocer esa realidad al público, se invitó a Cristina García Rodero a visitar Anantapur, donde estuvo mes y medio.

La fotógrafa visitó hospitales, centros de acogida de mujeres víctimas de maltrato, talleres, escuelas y casas, logrando retratar a personas a menudo olvidadas como niños y niñas, personas con discapacidad y sobre todo, mujeres. Madres, campesinas, costureras, novias de distintas confesiones, profesoras, enfermeras y estudiantes tienen un papel destacado en el proyecto, que representa uno de los motores de la transformación de las comunidades de Anantapur.

Cristina García Rodero reconoció “la labor tan importante” que realiza la Fundación Vicente Ferrer, que se creó en Anantapur en 1969, y destacó “el logro de tantos años de trabajo” de su fundador, que “soñó que podía ayudar a mucha gente y darles una vida más digna”.

Con esta exposición, “se quería hacer hincapié en la mujer de la India, porque es una parte muy débil y se quiere potenciar para evitar, por ejemplo, que se coja a viudas para la prostitución o que las mujeres tengan que aguantar a maridos que se emborrachan o tienen varias esposas”, como explicó la fotógrafa, lamentando que “las mujeres con discapacidad suponen una doble carga”.

La voluntad de la Fundación Vicente Ferrer es mejorar sus condiciones de vida, “dándoles dignidad”, al favorecer su acceso a una casa y un trabajo, lo que “les da independencia y libertad”, como manifestó Cristina García Rodero, que regresó de su viaje con imágenes impactantes como “la de una abuela con polio arrastrándose por el suelo para cocinar”.

De igual modo, la fotógrafa recuerda “a los niños sordos que aprenden a bailar con luces de colores o cómo los ciegos aprenden a tocar instrumentos”. Su experiencia también le permitió a conocer “a chicas jóvenes que son ayudadas para ir a la universidad y aprenden idiomas, habiendo acuerdos con grandes empresas para que trabajen como telefonistas”.

La exposición refleja la capacidad de superación de los habitantes de Anantapur a través de la mirada de Cristina García Rodero, que supo sumergirse en su vida, mostrando sus carencias y su sufrimiento en imágenes que llaman la atención por su viveza, su exotismo y su colorido.