Cultura

LA ENTREVISTA

Jesús Arbués: “El parque Dinópolis es una excelente combinación entre ciencia y diversión”

El director de Viridiana Centro de Producción Teatral hace un balance positivo de los veinte años que la compañía lleva trabajando en Teruel

Dinópolis
Imagen de una representación en Dinópolis
S.E.

Viridiana Centro de Producción Teatral está celebrando sus 20 años de representaciones en el parque temático de dinosaurios Dinópolis, que supone “una excelente combinación entre ciencia y diversión”.

Lo dice Jesús Arbués, director de la compañía oscense, que ofrece cinco espectáculos “distintos y atractivos” en el espectacular recinto turolense.

Abierto durante todo el verano, cuando es recomendable reservar ante la gran afluencia de público, Dinópolis demuestra que el mundo de los dinosaurios es tan fascinante que “cautiva a niños y adultos”, dice Arbués.

“A los oscenses nos valoran en Teruel”

En estas dos décadas, la compañía “ha crecido profesionalmente con el parque” y se ha “curtido”, comenta el director, quien confirma que a los oscenses “se nos valora en Teruel”.

Prueba de ello es que, además de Viridiana, en Dinópolis también colaboran Rampa, Juanjo Javierre, Kike Lera, Julio Luzán o Pléyade.

¿Qué supone para los espectadores sumergirse en la experiencia de Dinópolis?

—Es una excelente combinación entre ciencia y diversión. La parte museística tiene piezas originales y reproducciones espectaculares. A eso se añade que el parque cuenta con atracciones de gran nivel, divertidas y bien tematizadas, así como con unos espectáculos variados e interesantes. El mundo de los dinosaurios es fascinante y es increíble cómo es capaz de cautivar a niños y adultos. Tener un sitio como Dinópolis tan cerca de casa es una suerte tremenda.

¿Qué otros atractivos destacaría del parque?

—No hay ninguna atracción, ningún espectáculo que no dé alguna información pedagógica, al paso que divierte y entretiene. También es importante el tamaño, no es un parque desmesuradamente grande ni masificado, pero todo está muy cuidado, todo está preparado para que se pueda ver disfrutando en uno o dos días.

“Hemos crecido profesionalmente con el parque y nos hemos curtido”

Viridiana colabora con varios espectáculos diarios. ¿Cómo sorprenden al público?

—Hacemos cinco espectáculos y todos están destinados a un público que lo disfrute en familia, aunque con matices. Los niños más pequeños disfrutan mucho con los títeres (Las aventuras de Turol Jones) o el espectáculo de animación El club de los paleontólogos, donde pueden cantar y moverse. Para los más mayores hay otro tipo de espectáculos como Cara a cara, donde un dinosaurio de un documental “sale” del guion y desde la pantalla habla e interactúa con el público. A través de un traje de sensores, podemos manejar un avatar de dinosaurio en tiempo real. Es un espectáculo muy innovador, que se hace con una técnica que se usa en el cine de animación, pero que poquísima gente ha utilizado en un espectáculo en vivo. Otro show ”especial” es el T-rex. Es un animatronic que llevaba mucho tiempo en el parque y seguía siendo atractivo por el realismo de sus movimientos. Hace dos años le incorporamos una escenografía basada en el vídeo mapping y efectos visuales que le han dotado de más atractivo. Combinar edades, pero también técnicas tradicionales con las últimas tecnologías. Así ocurre en Un mundo soñado, donde se mezcla la técnica del teatro negro con la videoproyección sobre gasas transparentes. Creemos que son distintos y atractivos.

¿Cuántas personas trabajan en estos montajes?

—Hay un equipo de actores fijos durante toda la temporada de siete personas, que se refuerza en puentes y verano hasta llegar a doce personas en determinados momentos de mucha afluencia. Piensa que se hacen cinco espectáculos al día en varios pases, por lo que en total son más de 25 en un día normal. Cuando hay mucha afluencia se aumenta el número de pases. Hay algunos donde sale un solo actor, pero en otros espectáculos hay cuatro o cinco. No es solo los que salen, es el esfuerzo de coordinación, de técnicos de regiduría. Es levantar el telón una y otra vez, y eso no solo implica a los que están encima del escenario.

Después de 20 años colaborando con Dinópolis, ¿qué balance hacéis de esta unión?

—En lo profesional ha sido enriquecedor. Hemos crecido profesionalmente con el parque y nos hemos curtido. Trabajar en un sitio así te exige un nivel artístico notable. El público y más los niños son exigentes, si no gusta o se aburren lo dicen directamente. El parque elabora encuestas y pulsa la opinión del cliente sobre muchos aspectos y también sobre espectáculos. Creces artísticamente, pero como empresa de producción también. La puntualidad es estricta. Ahí el trabajo de otro oscense, Chema Banzo, que está al frente de nuestro equipo, es fundamental. También la coordinación con el personal del parque de mantenimiento, acceso a salas, producción, etcétera… Del trabajo en Dinópolis hemos aprendido solvencia técnica y de producción.

¿Qué otros proyectos oscenses colaboran en el parque?

—Nosotros hemos colaborado con Rampa en algunos de los montajes en la parte técnica de elaboración de luces, video y sonido. También echamos manos para las canciones del parque de nuestros músicos de cabecera: Juanjo Javierre y Kike Lera. Hay más oscenses colaborando: Julio Luzán y Pléyade han hecho muchas de las decoraciones. Alguno más se me escapará. Todo esto demuestra que a los oscenses nos valoran y nos quieren en Teruel. Y nosotros respondemos.

En estas últimas semanas de verano. ¿Quiénes no se pueden perder el parque?

El público familiar: niños, pero también padres. En general a los curiosos, a los que busquen alternativas de ocio diferentes e interesantes sin hacer miles de kilómetros. Lo más positivo es que año tras año ha ido evolucionando. No se ha quedado parado y lo que hace veinte años era un proyecto emergente que prometía, hoy es un motor turístico y cultural para Aragón.