Cultura

ENTREVISTA

Carlos Valero: “Me hizo fijarme en este rey que muriera luchando contra un ejército del Papa”

Es autor de ‘El hospitalario y el rey’, una novela sobre la figura de Pedro II ‘el Católico’, que ha sido publicada por Ediciones de Salinas

Carlos Valero.
Carlos Valero.
S.E.

La altoaragonesa Ediciones de Salinas comienza el mes de octubre con una nueva obra en su catálogo, ‘El hospitalario y el rey’, primera novela publicada por el zaragozano Carlos Valero. Se centra el libro en la figura del rey Pedro II ‘el Católico’ (Huesca, c. 1178-Muret (Francia), 1213).

A Valero le llamó la atención que este monarca aragonés haya pasado a la historia con el sobrenombre de ‘el Católico’, “pero, sin embargo, murió luchando contra un ejército cruzado organizado por el Papado, esa contradicción me hizo fijarme en esta figura”.

Uno de los protagonistas de la novela es el mesnadero Juan Martínez de Luna, monje hospitalario, que es un personaje de ficción; el resto de los que se habla sí que son personajes históricos. Es así Martínez de Luna quien narra todo el reinado de Pedro II, “desde que su padre, Alfonso II ‘el Casto’, muere y él coge la corona, hasta su muerte en la batalla de Muret, en 1213”.

Dice Valero que esta novela es “casi un libro de viajes medieval” porque se citan todos los sitios por los que pasó del Reino de Aragón, del Alto Aragón muy especialmente. Como tenía territorios en el norte de los Pirineos pasó por varios de estos sitios y hablo de Huesca, hablo de Jaca, hablo del puerto de Somport, del Portillón de Benasque, aparte de Zaragoza, de Teruel, de Cataluña y de todos los territorios del norte que tenía, que al final es donde muere defendiendo a sus vasallos, que eran en buena parte cátaros, como se les llama ahora, y él murió defendiendo a esos herejes”.

El autor de esta novela histórica define el reinado de Pedro II como, “por un lado, complejo, por los contrates que he señalado, y variado, muy movido, porque en esa época las Cortes eran un continuo ir y venir de una localidad a otra, tenían palacios o castillos por todos los sitios; una Corte móvil, por así decirlo”.

Carlos Valero, que es licenciado en Historia y trabaja en telecomunicaciones, explica que siempre le ha gustado mucho la historia y cuando conoció la figura de este rey, fue “profundizando en ella y salió esta novela poquito a poco”.

Una novela que tiene sobre las trescientas páginas, “que creo es la extensión correcta para quién le guste leer una novela histórica”, y en la que trabajó unos cinco años: la labor de documentación duró casi año y medio -“conseguir algunos documentos no fue tan fácil”- y cerca de otros tres años destinó a escribir la novela en fines de semana o en mañanas y tardes libres. “Fue un trabajo arduo”, asegura el autor, que pasa parte del año en Broto.

Valero, sobre la edición de la novela por la altoaragonesa Ediciones de Salinas, explica que él no llevó su obra a ninguna editorial, pero “hice una edición personal para familiares y amigos y cuando me llegaron noticias de Ediciones de Salinas, se la presenté a Irene, le gustó y ha salido ahora porque la pandemia paró todo un poquito”.