Cultura

CONCIERTOS

Cuti Vericad y Pecker, en una campaña de apoyo a las salas

Aragón en Vivo procura reconectar al público con los espacios de conciertos

Cuti y Pecker son imagen de la campaña ‘Ha llegado la hora de volver. Apoya tu sala’.
Cuti y Pecker son imagen de la campaña ‘Ha llegado la hora de volver. Apoya tu sala’.
S. E.

Los altoaragoneses Pecker y Cuti Vericad unen sus voces a las de otros reconocidos artistas musicales aragoneses como Amaral o Kase.O para defender las salas de conciertos aragonesas en la última campaña de la Asociación Aragón en Vivo. Estos cuatro artistas, algunos de los más laureados de la región, se han convertido en la imagen de la iniciativa Ha llegado la hora de volver. Apoya tu sala, lanzada ayer lunes.

Y es que, si algo tienen en común tanto Raúl Usieto y Cuti como Eva y Juan y Javier Ibarra es que todos dieron sus primeros acordes en una sala de conciertos. Y como ellos, muchos más, ya que según datos de la propia entidad, solo en 2019 las salas adheridas a la asociación acogieron más de 3.000 conciertos con más de 230.000 espectadores. Una situación que cambió radicalmente en 2020 tras la irrupción de la pandemia y que, aún hoy, no se ha normalizado.

“Han sido 15 meses sin la actividad musical que nos caracteriza y eso puede dar una idea de las cuantiosas pérdidas que hemos sufrido”, lamenta Joaquín Domínguez, secretario coordinador de Aragón en Vivo, a través de una nota de prensa.

Las salas de conciertos habían ido proliferando en las últimas dos décadas. Ahora, cerca de una veintena resisten en la comunidad, aunque no sin dificultades. “Antes de la pandemia, la oferta de Zaragoza en proporción a sus habitantes podía compararse a la de ciudades como Madrid o Barcelona”, añade el secretario de la entidad aragonesa, que aunque subraya que Zaragoza es el lugar en el que se encuentra el mayor número de socios, la entidad cuenta con asociados de otros puntos de la región.

Precisamente, lo que esta nueva campaña pretende es reconectar al público con estos espacios y buscar un mayor apoyo por parte de la administración para que las salas de conciertos vuelvan a convertirse en lugares de referencia para la música en directo.

Y es que estos espacios han servido como altavoz para centenares de grupos de música emergentes o con propuestas personales. Son, tal y como recuerdan desde la asociación, “una etapa imprescindible en su camino y desarrollo artístico”.

En este sentido, Pecker, para el que las salas forman parte de su vida desde los 14 años, reivindica una cultura de cercanía fraguada en estos espacios. “Igual que compramos en la frutería del barrio y pedimos hortalizas de la zona, nuestro alimento cultural tiene que producirse, en una primera instancia, a la vuelta de la esquina. De esta forma, apoyamos a todos esos vecinos que tienen la música como forma de vida”, apunta.

El cariño de la gente, la respiración del público y el calor de los aplausos son algunos de los mejores recuerdos que el artista oscense guarda de las salas aragonesas. “Tenemos unas salas envidiables porque son el resultado del esfuerzo de gente que adora su trabajo”, dice. Y concluye parafraseando, a su manera, aquella frase de Gabinete Caligari: “No hay como el calor del amor en una sala de concierto”.

En el mismo sentido se expresa el jacetano Cuti Vericad, que considera que las salas de conciertos son “el lugar donde se genera cantera y afición” y también el último reducto para la promoción y la conservación de la cultura rock, una forma de vida “en gravísimo peligro de extinción”. “He disfrutado muchísimo en las salas aragonesas siendo público o actuando en ellas y siguen siendo mi lugar de aprendizaje y trabajo”, rememora.

Por su parte, aseguran Eva y Juan, de Amaral que “nos sentimos muy identificados con todas las bandas que ahora mismo están comenzando y necesitan el tejido de salas de conciertos para crecer”.