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Aragón, un actor más en las obras de Melero y Martínez de Pisón

Ambos escritores participan en los ‘Diálogos’ del IEA y destacan el excelente momento que vive la literatura de la comunidad

José Luis Melero, Víctor Juan e Ignacio Martínez de Pisón, este jueves en Huesca.
José Luis Melero, Víctor Juan e Ignacio Martínez de Pisón, este jueves en Huesca.
Pablo Segura

Aragón, ya sea como protagonista o personaje secundario, es un actor más en las obras de los célebres escritores zaragozanos Ignacio Martínez de Pisón y José Luis Melero, que este jueves han protagonizado, junto al profesor de la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de la Universidad de Zaragoza Víctor Juan, una nueva jornada del ciclo Diálogos entre escritores, organizado por el Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA), bajo la coordinación del director del área de Lengua y Literatura, Ramón Acín Fanlo, en el salón de actos de la Diputación Provincial de Huesca, con esta región como epicentro del coloquio.

Y es que este encuentro para hablar de Aragón en su literatura ha contado con un gran divulgador de la cultura aragonesa, cofundador de Rolde de Estudios Aragoneses, en 1977, y autor de numerosos ensayos y artículos, como es Melero, y del guionista, periodista y escritor de novela y narración corta Martínez de Pisón, quien ha desvelado a este periódico que de Aragón, aunque no siempre es tan palpable, en sus libros, como en el caso de Melero, siempre hay algún referente ya sea un personaje o un lugar

Buen ejemplo de ello es su última novela, Fin de temporada, que narra la historia de una madre y un hijo que van escapando del pasado y viven en diferentes sitios, entre ellos, durante un tiempo, “esta madre trabaja como recepcionista en el Gran Hotel de Jaca”. 

“En mi infancia -ha descrito-, recuerdo que un tío mío me llevaba al Gran Hotel a comer y me parecía aquello un sitio muy elegante y muy importante y ese recuerdo, de repente, sale, así que ese personaje que podría haber ido a trabajar a Ciudad Real, termina en Jaca porque me sale que vaya a un sitio que conozco que me transmite unas determinadas sensaciones”.

En este sentido, Martínez de Pisón ha desvelado su necesidad, como escritor realista que es, de volver a los lugares importantes de su propia vida. “Yo aprovecho la literatura para regresar a la Zaragoza de los años 70, 80 y, la verdad, es que uno lo que busca cuando escribe es esa sensación de autenticidad de algo que tiene que ver con uno mismo, buscas una intensidad que hay que encontrar en la propia experiencia y a mí me resultaba más fácil localizarla en mi juventud”, así ha añadido que “me gusta mucho contar cosas nombrando los lugares y las épocas y, muchas veces, cuento las historias de los personajes y siempre se cuela algún aragonés”.

El novelista ha confesado, sobre Aragón en su trayectoria, que “las novelas que yo escribía al principio no tenían una ambientación clara, podía discurrir en cualquier sitio, y, a partir de cierto momento, muchas de mis novelas empiezan a estar ambientadas en Zaragoza y otros lugares de Aragón porque necesitaba esa idea de cercanía y estar contando cosas que tenían que ver con mi vida y la literatura era para mí una ocasión de volver a la Zaragoza de mi juventud”.

Así puso sobre la mesa la figura de José María Conget a quien ha mostrado como modelo de escritor cosmopolita que no necesita para nada ambientar sus novelas en grandes ciudades para que sean importantes y “que fue el autor que me enseñó que las novelas podían transcurrir en lugares menos prestigiosos y, sin embargo, ser más auténticas y tener más verdad dentro”.

Por cierto, ha confesado a este diario que fue su amigo, desde la facultad, José Luis Melero “quien me descubrió mucho de la literatura aragonesa” y lo ha presentado como “uno de los grandes sabios que hay en Aragón”. 

Y es que no solo no se puede explicar su obra sin hablar de Aragón es que, ha dicho, “yo no puedo explicarme a mí mismo sin Aragón porque yo no he hecho otra cosa en mi vida que servir a Aragón”, dejando claro que allá donde está Aragón está Melero.

“En mis libros la presencia de Aragón es permanente”, así desveló que “Aragón es una gran fuente de inspiración para mí, además alguien como yo que tiene libros raros y desconocidos sobre temas aragoneses, poco difundidos, tiene la obligación de darlos a conocer y lo que yo hago muchas veces es dar a conocer esos textos que, de otra manera, quedarían en el olvido”. 

Melero ha explicado que puede, y suele, hablar de autores raros y desconocidos porque procura leer mucho y lleva buscando libros desde hace cincuenta años, encontrando así nombres como José Sampériz Janín, autor de Candasnos que murió en un campo de concentración en Francia, tiene dos novelas y tiene interés pero no había sido estudiado. De este modo, ha subrayado que revisa a esos autores que la gente no conoce pero que tiene interés para Aragón porque “lo que está en los manuales, ya está estudiado”.

Buen momento de la literatura aragonesa

Ambos han hecho hincapié en el excelente momento que vive la literatura aragonesa. Melero ha resaltado que “nunca ha habido tantas editoriales ni tanta vida literaria; vive, sin duda, el mejor momento de su historia”, y Martínez de Pisón, que “Aragón esta viviendo desde los años 90 un momento feliz en la narrativa que se está alargando y estamos viendo que destacan bastantes aragoneses en el panorama nacional”. 

Además, se han proclamado grandes lectores de nombres como Cristina Grande, Daniel Gascón, Javier Tomeo, Manuel Vilas, Carlos Castán y Eva Puyó, entre otros, a los que han recomendado vivamente.

Nuevos proyectos

Los dos autores se encuentran inmersos en nuevos proyectos que no verán la luz hasta 2023. En el caso de Martínez de Pisón ha dicho que está trabajando "en una novela que transcurre en Madrid, justo después de la Guerra Civil, intentando recrear el ambiente de represión, pobreza, precariedad y tensión que se vive en esos primeros años del 39 al 45, una etapa durísima y apasionante desde el punto de vista literario”. 

Mientras que Melero ha preferido no desvelar nada sobre la fase de investigación en que se encuentra inmerso.