Cultura

NUEVO PROYECTO

Mosicaires pide “un mundo más sostenible, a través de la música”

El grupo de folk grausino presenta un nuevo proyecto que incluye canciones con más de cuarenta instrumentos reciclados y sonidos de la naturaleza 

Imagen de Mosicaires en un concierto.
Imagen de Mosicaires en un concierto.
Beatriz Pitarch

Haciendo un guiño a las “Rs” del Reciclaje (Reducir, Reparar, Recuperar, Reutilizar y Reciclar), el grupo de Folk grausino Mosicaires lanza su nuevo proyecto RqR: Músicas Sostenibles, con el doble objetivo de acercar al público el lenguaje y los sonidos de la naturaleza a través de instrumentos procedentes de objetos a los que han dotado de una segunda vida musical. “La idea era reutilizar cosas que sirvieran para hacer música y a la vez transmitir ese mensaje que intentamos que haya siempre detrás de nuestros proyectos. En este caso, reivindicar un mundo más sostenible y verde, a través de la música”, explica Jorge Álvarez.

“Inicialmente le llamamos músicas recicladas y lo cambiamos por sostenibles porque no solo hay músicas con instrumentos reciclados, más de 40, sino también sonidos de la naturaleza, instrumentos que nos llevan a la prehistoria como una flauta fabricada con el hueso del ala de un buitre, por ejemplo. El punto de inicio sería buscar el momento en el que el ser humano dejó de escuchar a la naturaleza”, agregó el propio Álvarez, uno de los tres miembros, junto con Alfredo Puy y Joaquín Baldellou, que participan en este proyecto de Mosicaires en formato de trío, reducido en cuanto a integrantes. “Ya lo utilizamos en un cuento musicado porque hacerlo con más gente sería una locura”.

Puy habla sobre algunos de los “instrumentos” utilizados en RqR: Músicas Sostenibles. “Buscar instrumentos antiguos, pero con el tema de las “R” del reciclaje, pero la que más nos gusta es la Reutilización. Con objetos desechables, del mismo contenedor a veces”. Entre ellos, enumeran una guitarra elaborada con un pequeño maletín de viaje, un amplificador con una caja de frutas de madera, un bombo con un joyero de madera viejo, un pandero oceánico, fabricado con platos de cartón y semillas. “La idea era reutilizar cosas que sirvieran para hacer música y a la vez transmitir ese mensaje que intentamos que haya siempre detrás de estos proyectos. En este caso es reivindicar un mundo más sostenible y verde, a través de la música. La música tiene muchos poderes y uno de ellos es transmitir mensajes”, indicó Álvarez.

Desde Rechirán, Mosicaires hizo de la experimentación su seña de identidad y ese eclecticismo sigue marcando este último trabajo, en el que los peculiares instrumentos han marcado las músicas. “Es bastante experimental. A veces el propio instrumento te acaba llevando a una canción que ni siquiera hemos pensado. Realmente no hay mucho de composición. Hemos reutilizado temas y hacemos guiños a estilos musicales. Una guitarra reutilizada creada para la ocasión nos llevó a algo más roquero, a una versión de los Rolling. No tenemos autocensura a la hora de crear canciones nuevas. Nunca nos planteamos ni qué estilo hacemos. Además, el folk es el estilo más amplio porque puede entrar desde un grupo de jotas a Bob Dylan. En ese abanico, ahí andamos”, bromea Jorge Álvarez.

El “público intergeneracional” es al que se dirigen con este trabajo que, tras los primeros espectáculos, “sorprende” a todas las edades. “En general, la respuesta es satisfactoria. Lo más repetido es ‘sorpresa’. En todos los conciertos, la gente se acerca al acabar porque no se lo acaban de creer. Hay bastantes elementos que hacen que la gente se sorprenda. Para los mayores, hay un guiño a la reutilización, con uno de los viajes a los pastores que han fabricado instrumentos y han hecho música con lo que tenían en las casas”, relatan.

En los últimos días, RqR: Músicas Sostenibles llegó a Graus en un pase privado que están utilizando para grabar material de cara a dar a conocer el proyecto. “El espectáculo hay que grabarlo porque es difícil de explicar. Se nos ocurrió que para presentarlo a programadores o gente que te quiera contratar es que lo vean. Grabarlo, invitar a amigos y conocidos. No somos buenos actores y no sabíamos hacerlo sin público. Un puñado de gente participando en el espectáculo y funcionó”, comentan.

El proyecto “no está aún cerrado. Vamos incorporando nuevos instrumentos. Son instrumentos muy frágiles como una pluma de quebrantahuesos a la que le afecta mucho la humedad. Pero de momento, ya podemos ir a todas partes con RqR. El nuevo proyecto convivirá con el resto. “La idea es compaginar proyectos porque están comunicados y se enriquecen unos a otros”.

Respecto a este último, resaltan el “trabajo de guion”. “Crear un espectáculo nuevo, que tenga una línea que lo vertebre lleva trabajo de memorizar, de ver cómo encajarlo mejor, que sea más dinámico. Hay muchos instrumentos y utensilios y llevamos también nuestra propia sonorización, de la que se encarga Joaquín”, concluyen ilusionados con un proyecto sorprendente y que, como el resto, les permite disfrutar de la creación musical con total libertad.

De momento, con el apoyo de Zaragoza Cultural del Ayuntamiento de Zaragoza, han realizado ya varios conciertos didácticos para escolares y próximamente presentarán como recurso didáctico multimedia cuatro vídeos musicales para acercar a los estudiantes la sonoridad de los distintos ecosistemas naturales de la capital aragonesa.

Trayectoria

El grupo nació en Graus en 2014 con su primera grabación Rechirán y, desde entonces, ha ganado numerosos premios y reconocimientos con su unión de músicas tradicionales y modernas, en la que destaca la variedad de instrumentos y lenguas. Ha participado en festivales como Pirineos Sur,  Hestiv’Òc de Pau, La Noche del Romancero (Cantabria), Folkez blai (País Vasco), Fête de la Musique de Tournefeuille, Pilar Folk de Zaragoza, Castillo de Aínsa, etcétera.