Cultura

XXII muestra de cine realizado por mujeres

Violeta Salama: “Las mujeres han llegado al cine para quedarse”

La directora ha inaugurado el certamen, tras lo que se ha proyectado su ópera prima, ‘Alegría’

La cineasta Violeta Salama, este jueves, en el Teatro Olimpia de Huesca.
La cineasta Violeta Salama, este jueves, en el Teatro Olimpia de Huesca.
Pablo Segura

La proyección de la película Alegría, de Violeta Salama, ha inaugurado este jueves la XXII Muestra de Cine Realizado por Mujeres que se celebra hasta el domingo, día 20, en el Teatro Olimpia de Huesca. 

La directora se encargó, con su ópera prima, de dar comienzo de manera oficial a esta cita oscense con el cine en femenino y mostró a este diario su alegría y agradecimiento “por tener la oportunidad de estar en Huesca para ver la película con público”. Así desveló que hacía tiempo que “tenía muchas ganas de estar en un cine lleno de gente”.

En este sentido, Salama hizo referencia a que “esta experiencia está siendo fantástica al mismo tiempo que turbulenta, porque me ha tocado la pandemia, ahora la guerra, y todo es como muy complicado para poder disfrutar del momento, pero lo disfruto un montón porque no sabes cuanto va a durar esto”.

Sobre esta muestra oscense, apuntó que “todo festival que permita a los directores interactuar con el público es una gran iniciativa, si ese festival potencia que esos directores sean mujeres, es mucho mejor”.

Al hilo de lo cual, comentó la directora de cine a este diario que “estamos en un momento raro para las mujeres en la industria, es una obviedad que el acceso a puestos de poder es mucho más limitado” y criticó que “ahora parece que se nos cuestiona cómo hemos llegado aquí, si por méritos propios o por una cuota, pero se está demostrando que las mujeres han llegado al cine para quedarse, no para hacer solo óperas primas”. Además, subrayó Salama que, “sobre todo, el público está respondiendo”.

Con Alegría, su directora, criada en Melilla, advirtió que había tratado de “hacer un homenaje a la Melilla fuera de las noticias, la Melilla desconocida, fuera de la valla, del problema con el tráfico humano, del tráfico de drogas, del yihadismo, esa otra ciudad que sí conozco bien, a esa parte más romántica en la convivencia de una ciudad que está en la frontera donde sí hay parte conflictiva pero sigue viviendo gente que tiene su vida a pesar de los conflictos”.

Es el origen de esta comedia vital que presenta a unos personajes capaces de crear puentes y resolver conflictos por encima de las diferencias, con cuya trama defiende “el mensaje de que la pureza no existe, lo bueno es la mezcla y en la mezcla está el progreso”, dijo la cineasta, que “está relacionada con esa mezcla cultural y con esa necesidad de contar la convivencia”, e hizo hincapié en sus propias vivencias: “Yo vengo de una mezcla cultural muy obvia, mi padre es de una familia judía y mi madre de una católica, además de origen militar, que desde pequeña me llevó a entender que había dos ciudades muy diferentes, con una cultura dominante, que entonces era la católica que hacía que las demás tuvieran que buscar sus huequitos y eso llevó a crear cosas curiosas como que en un restaurante puedes encontrar comida judía, musulmana e incluso mezcladas”.

Y aunque confesó que “daba vértigo hablar del tema de la religión”, al cual se acerca desde el respeto y la intimidad, “porque incluso en mi familia ha sido un tema muy candente y que hemos intentado siempre evitar en las comidas familiares porque la religión evoluciona y no sabes en qué momento está el otro en su espiritualidad, en el fondo eso es la idea que la religión sea una cosa personal de cada uno y no una banderita que haya que enseñar y menos que sea un arma arrojadiza”.

Antes de la proyección de Alegría, con muy buena acogida, se proyectó El código de los diferentes, de la estadounidense Salome Chasnoff, sobre el tratamiento de la discapacidad en las cintas de Hollywood, que contó con un coloquio a cargo de Cadis para analizar este asunto y, poco después, la cineasta oscense Laura Sipán presentó el documental Soukenia. 4400 días de noche, sobre la ocupación militar del Sáhara Occidental por Marruecos, y participó en un coloquio con la entidad Alouda (Amigos del pueblo saharaui del Alto Aragón).