Cultura

MÚSICA

El ‘Aserejé’ de Las Ketchup, un fenómeno hace 20 años

El trío cordobés formado por Lola, Pilar y Lucía Muñoz encandiló al mundo con su tema desde EE.UU. a Australia

Las Ketchup triunfaron en 2002 con Aserejé.
Las Ketchup triunfaron en 2002 con Aserejé.
S.E.

“Y aserejé-ja-dejé, de jebe tu de jebere seibiunouva...”. Pocos serán los que no recuerden cómo continuaba aquel estribillo enrevesado, aparentemente imposible, con el que el entonces desconocido trío cordobés Las Ketchup encandiló hace 20 años al mundo, de EE.UU. a Australia, pasando por algún tenebroso astro del rock.

Corría 2001 cuando Lola, Pilar y Lucía, las hijas del guitarrista flamenco Juan Muñoz “El Tomate”, empezaron a trabajar en su primer álbum junto a Manuel Ruiz, alias Queco, que comenzó su carrera como intérprete, colaborando con figuras como Vicente Amigo, antes de pasarse a la composición y la producción.

El primer tema que les presentó giraba en torno a una reelaboración del arranque de Rapper’s Delight, el famoso tema que The Sugarhill Gang lanzó en 1979, entonado como lo haría alguien sin idea de inglés y así, I said a hip hop the hippie... se convirtió en el consabido Aserejé ja de je y lo que sigue. “Nos pareció raro, la verdad, y creíamos que lo del estribillo era imposible de cantarlo, pero el mismo día salió adelante”, reconocen a Efe las hermanas Muñoz, que aunque no aparecen en los créditos, ayudaron a terminar la estrofa de “No es cosa de brujería”.

Fichadas por el sello independiente cordobés Shaketown Music, este se dedicó a presentar un CD del grupo a diversas compañías hasta despertar el interés de Sony Music en España. Pronto tuvieron noticias de esa multinacional... desde Miami.

“Ahí ya nos dijeron que era un ‘hit’”, comentan las artistas, algo que empezaron a constatar cuando, en medio de la Feria de Mayo de Córdoba, sonó la canción y la gente, loca, se subió a las mesas a bailar sin saber que tenían a dos de sus intérpretes trabajando en la misma caseta.

No habían terminado de grabar el álbum, al que dieron el nombre de Hijas del tomate (2002), cuando Aserejé explotó en las radios para convertirse en el tema del verano no solo en España, pues alcanzó el número 1 en Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Italia, México o Australia en una época en la que la globalización de internet no funcionaba ni de lejos como en tiempos de Bailando o Despacito.

Más de veinte países coronaron la canción, que se situó en el puesto 100 de las más vendidas de la historia a nivel mundial (fue la más vendida de ese año en Francia) y contó con versiones hasta en chino y japonés que no grabaron Las Ketchup.