Chesús Yuste: "Sin Historia, Aragón sería un mero satélite de Berlín o Nueva York"

Con el ritmo de una obra policíaca y el tono divulgativo de la novela histórica, ‘Jaque al reino’ narra los planes para asesinar a la condesa doña Sancha, hermana del rey Sancho Ramírez, en 1083. Una conspiración que amenaza el futuro de Aragón y atrapa al lector a su paso por San Juan de la Peña, Santa Cruz de la Serós y Jaca. El escritor y exdiputado Chesús Yuste (Zaragoza, 1963) se desplazó este sábado al Casino Unión Jaquesa para dar a conocer su estreno en el género histórico en una charla con el historiador Domingo Buesa y la periodista Ana Segura.

“Igual que un pueblo que pierde su cultura, pierde su alma; si es capaz de olvidar su Historia, de ignorar el legado del tiempo que ha conformado su identidad colectiva, está condenado a desaparecer bajo la uniformización de este mundo globalizado. Sin Historia, Aragón sería un mero satélite de Berlín o Nueva York”, aseguró Yuste, agradeciendo “el esfuerzo de la editorial Doce Robles para acercar nuestra Historia”.

‘Jaque al reino’ pone en valor a la condesa Sancha, por la que el autor tiene especial interés. “Descubrir que una mujer, en una época tan masculina como la Edad Media, se convirtió de hecho en ‘obispa’ de la diócesis de Pamplona, resultaba increíble”, aseguró, convencido de que “es un caso único en la Iglesia católica”. Además, Sancha “recibió muchos nombramientos como fiel colaboradora de la Corona y en la mayoría de documentos su firma acompaña a la del rey”, lo que “es absolutamente extraordinario”. “Por eso, imagino a los dos hermanos gobernando juntos, él desde el palacio real y ella desde monasterios como Santa Cruz de la Serós o San Pedro de Siresa”, apuntó Yuste, para el que “fue una mujer extraordinaria de la que se ha escrito poco”. “Por eso, me zambullí en esta novela, para arrojar luz sobre ella”.

‘Jaque al reino’ también muestra el duelo entre Sancho Ramírez y su hermano García, obispo de Jaca, que “encabezaban sectores enfrentados”, pues “el rey estableció una alianza con el Papa y apoyaba unas reformas eclesiásticas”. “García se enfrentó al rey, porque la independencia de los grandes monasterios iba a minar el poder del obispado”, relató Yuste, agregando que “el choque entre ambos fue brutal”. “García apoyó al rey de Castilla en su afán de apoderarse de dominios aragoneses y Sancho Ramírez amenazó con arrancarle los ojos, como consta en los memoriales que conserva la Seo de Huesca”.

La novela describe la evolución de Jaca, que “había sido un puesto militar para controlar el paso del Somport o el camino a Pamplona y se transformó en una ciudad digna de ser la primera capital del reino”. “Gracias al fuero otorgado por Sancho Ramírez en 1077, liberándola de cualquier dominio señorial o eclesiástico, muchos artesanos y comerciantes llegaron desde más allá del Pirineo”, dijo Yuste, dibujando “una ciudad bulliciosa, en pleno Camino de Santiago, abierta a las mercancías, las gentes y las ideas que venían de Europa”.