Cultura

LA ENTREVISTA

Joseba Acha y María Tosat: "Vamos a repensar lo que significa ser una galería de arte hoy en día"

Los impulsores de La Carbonería dejan el local de San Pedro y buscan nueva ubicación

María Tosat y Joseba Acha, ayer, en la fiesta de La Carbonería.
María Tosat y Joseba Acha, este sábado, en la fiesta de La Carbonería.
S.E.

La Carbonería vivió este sábado por la mañana su última fiesta en el mítico local de la plaza San Pedro de Huesca, donde sus impulsores clausuraron la temporada expositiva prometiendo que volverán próximamente en una nueva ubicación.

En 2016, Joseba Acha y María Tosat se hicieron cargo de la galería de arte, que nació en 2004 de la ilusión, el cariño y la profesionalidad de María Jesús Buil, fallecida en 2015.

“Tomamos las riendas de un proyecto al que le había dado un prestigio dentro y fuera de Aragón, y mirando el trabajo de estos cinco años creemos que hemos mantenido su legado haciendo nuestros sus pilares para construir sobre ellos una propuesta personal”, afirman a DIARIO DEL ALTOARAGÓN.

Desde que comenzaron esta travesía por La Carbonería, sus máximas han sido “el inventarnos qué somos y ser fieles al proyecto”, dicen, antes de explicar los motivos de su inminente mudanza.

“Queremos repensar lo que significa ser una galería hoy en día, pero desde el día a día. Y ese proceso, unido al compromiso con los artistas con los que trabajamos y su obra, nos lleva a buscar un nuevo espacio en el que las dinámicas que hemos ido desarrollando este tiempo puedan articularse mejor”, justifican.

Acha confirma que esta decisión ha sido “difícil”, porque “la historia de la galería, incluso su nombre, está escrita en esas paredes de la plaza San Pedro”, comenta. “Pero ahora, nuestras circunstancias personales se prestan a dar ese salto”, agrega.

En estos cinco años, resulta complicado elegir cuáles han sido las exposiciones más exitosas, pero “es cierto que la ciudad siempre presta especial atención a la creación oscense”, sostienen.

Sobre las ventas, Acha dice que “hay poca gente que compre arte, pero hay sin duda incondicionales”.

“Son tiempos difíciles para vender obras pensadas para que duren cuando la atención se pierde en lo nuevo, sobre todo cuando tienen la falsa reputación de ser inaccesibles. Nuestro reto es convencer de que enamorarse de un objeto merece la pena”, señalan.

Y lo seguirán haciendo en la única galería que perdura en la ciudad, aportando al arte contemporáneo “una de las mejores bazas” para que Huesca siga creciendo, porque “cualquier proyecto cultural que se pierda, público o privado, es un golpe a la sostenibilidad” de la provincia.

En principio, el calendario de exposiciones se reanudará en enero, aunque la ubicación aún está por concretar. “Estamos buscando el espacio que mejor se ajuste a nuestro proyecto”, confirman.

“Buscaremos sobre todo trabajar más estrechamente con los artistas, estar más cerca del día a día de la creación y también hacer más visible todo ese proceso al público”, sentencian Acha y Tosat con la mirada puesta en un futuro brillante.