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Pablo Ibáñez: "Los mejores del mundo en efectos visuales son españoles, no ingleses"

El joven aragonés es uno de los compositores de efectos visuales de la última película de Marvel Thor: Love and Thunder

Pablo Ibáñez
Pablo Ibáñez
Efe

El joven zaragozano Pablo Ibáñez es uno de los compositores de efectos visuales de la última película de Marvel Thor: Love and Thunder, un universo en el que se ha hecho su propio hueco tras abrirse un canal de YouTube en 2010, estudiar en horario de mañana y noche y tener ansia de aprender junto a los mejores profesionales de la industria como Adrián Pueyo.

“Hay mucho trabajo, pero falta de posibilidades de formación”

Ibáñez, que ha trabajado ya en varias producciones de Netflix y HBO a sus 22 años y que considera que “hay mucho trabajo, pero falta de posibilidades de formación”, asegura en una entrevista con Efe que, a pesar de que otros países como Australia, Reino Unido e Irlanda “nos llevan años de ventaja”, “los mejores del mundo no son ingleses, sino españoles, portugueses e italianos”. “Aunque tenemos dificultades, nos buscamos la manera de poder dedicarnos a esto”, añade el joven, a quien ahora le gustaría trabajar en Avatar.

¿Cómo es soñar desde Zaragoza y llegar a trabajar en producciones como la de la película Thor: love and thunder?

—Siempre lo he tenido como meta. No pasa en todos los casos de los efectos visuales y de los que trabajamos en esto, pero a mí me lleva gustando desde que era un niño. Yo tenía como diez u once años y hay vídeos míos cogiendo una espada de plástico, grabándome con una cámara de mis padres y haciendo como que me cortaba la cabeza. Con los medios que tenía, después, intentaba recrearlo. Además, tenía un canal de YouTube que, en esa época, los que éramos un poco frikis, consumíamos este tipo de contenido. En ese canal iba subiendo vídeos para mis amigos, pero eso hizo que algo que no se suele valorar se hiciera más visible.

Pero... ¿En qué se ha especializado?

—Cuando conseguí acabar el Bachillerato, empecé a estudiar sobre ello. Me hubiera gustado empezar mucho antes, pero aquí en España no se puede. Me da mucha pena. Otros países como Australia, Reino Unido e Irlanda nos llevan años de ventaja. En cambio, los mejores del mundo no son ingleses, sino españoles, portugueses e italianos. El CEO de Marvel no es inglés, sino un tío de Extremadura. Te sorprende mucho cuando entras en el mundillo porque, aunque tenemos dificultades, nos buscamos la manera de poder dedicarnos a esto.

Hice el grado de realización y edición de vídeo en CPA Salduie y, mientras estudiaba por las mañanas, me apunté al máster de 3D y VFX para cine, televisión y publicidad. Lo hacía por las noches. Cuando terminé, me cogieron en Entropy Studio, que es de Zaragoza y ha hecho muchas cosas para Netflix o HBO como Las chicas del cable, 30 monedas, García y García y Asfalto.

“Querría trabajar en lo nuevo de Avatar”

Allí vio su nombre en los créditos...

—Sí, fueron mis primeros pasos. Me hizo bastante ilusión. Aunque es cierto que, cuando estaba allí, me sentía un poquito atascado en lo que aprendía. Notaba que la gente que me rodeaba tenía nivel, pero no para responderme algunas cuestiones técnicas que yo sí me planteaba. Me puse a investigar y vi un máster para estudiar composición de efectos visuales, así que lo hice todo a la vez. Este era con Adrián Pueyo, que es uno de los genios de nuestra industria.

Lleva, entonces, mucho trabajo a las espaldas.

—Sí, pero no porque sea difícil entrar en la industria. Ahora estamos en un momento en el que, si te apasiona y estudias, puedes entrar. En cualquier tipo de plataforma o televisión se necesitan especialistas de efectos visuales. El problema es que en España no hay muchas posibilidades en cuanto a formación y hay que buscarse la vida. Yo soy muy joven, acabo de cumplir 22 años y, aunque soy un poco ansias, ahora estoy trabajando en Irlanda. Es verdad que no he parado nunca, pero siempre he acabado encontrando posibilidades. Y todavía es mejor cuando trabajas con gente que está inmersa en la industria, que ha trabajado en producciones como Piratas del Caribe, Capitana Marvel o El libro de la selva.

¿Cómo se podría fomentar más este tipo de estudios?

—Es muy importante que se mantengan los estudios como el máster que hice yo, que te da la posibilidad de hacerlo online. Todos mis compañeros de clase trabajan de compositores. Lo que nos falta son posibilidades de formación que, además, estén avaladas de algún modo. Estamos un poco atrás, siendo que ahora es uno de los trabajos que está más en auge.

¿Cómo ha evolucionado el sector de los efectos visuales gracias a la tecnología?

La tecnología es una pasada. La gente que entiende de ingeniería, de matemáticas, de color y de luz, que es lo que intento aprender cada vez más, tienen mucho ganado. Ahora tenemos aplicaciones en el móvil que son capaces de rejuvenecer una foto, por ejemplo. Si tú ves una película de 2008 o una de 2022, el cambio es brutal. Es cierto que el tener tanta tecnología en la mano y poder hacer tantas cosas, hace que no se planifiquen las cosas del mismo modo.

Antes se tardaba dos años en hacer una película, ahora ya no hace falta e incluso a veces se pierde calidad. Sin embargo, creo que la tecnología nos ayuda a hacer nuestro trabajo. Es una herramienta a la que no deberíamos tenerle miedo, sino al revés. Con ella podríamos aprender y dejar nuestro tiempo para la creatividad porque, al final, el cerebro humano está para eso.

¿Cómo ha sido su participación en la última película?

—Yo estaba trabajando para la serie de Disney + y me pareció genial trabajar para un cliente como Marvel. Surgió Thor y nosotros accedimos en la parte final del proyecto. Nuestro papel como artistas de efectos visuales es muy amplio. Por un lado, cogemos el trabajo de muchos departamentos como el de simulación o el de 3D y, por otro, intentamos hacer los planos lo más realistas posibles. Buscamos que esté todo integrado y que parezca un plano sin ningún tipo de retoque. También hacemos extracción de cromas, rejuvenecimiento de actores, borrado de cables… Muchísimas otras cosas. Un plano requiere muchas partes, ya sea unos efectos de partículas, un camino o una explosión.

¿Qué otras cosas le gustaría hacer o en qué equipo le hubiera gustado estar?

Me gustaría estar en ILM, que es Industrial Light and Magic. Uno de los sueños que tenía era trabajar en Marvel y, ahora, me encantaría estar en una de las nuevas películas de Avatar. Me hubiera gustado también trabajar en Piratas del Caribe o en la nueva saga de Harry Potter. El mundo de los efectos visuales va muy relacionado con la ciencia ficción, así que me encantaría formar siempre parte de este campo.

Y… ¿Cuál es su superhéroe favorito de Marvel?

—Es difícil esta pregunta(risas). Estaría entre Iron Man y Thor. No sabría quedarme con uno.