RECONOCIMIENTO
Ruta por las esculturas ganadoras del Premio Orensanz
El Ayuntamiento de Sabiñánigo crea un folleto con información sobre las piezas, también disponible en su web
Las esculturas ganadoras del Premio internacional de Escultura Ángel Orensanz jalonan los espacios públicos de Sabiñánigo creando una ruta para conocerlas más a fondo. El ayuntamiento de Sabiñánigo ha creado un folleto con información sobre estas esculturas que también se puede encontrar en la web del Consistorio www.sabiñánigo.es.
Tras la puesta en marcha en 1979 del Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo, y según lo establecido en sus estatutos, se convocó el Premio Internacional de Escultura Ángel Orensanz.
Se trata de un certamen bianual al que pueden concurrir todos aquellos escultores que lo deseen. En un primer momento, los participantes debían presentar obra terminada con temática libre y posteriormente las obras tenían que responder a un mito pirenaico. Este esquema se mantuvo hasta 1999 y las obras ganadoras se encuentran expuestas en el propio Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo que se ubica en el pueblo de El Puente, a escasos metros de Sabiñánigo.
En el año 2001 este Premio inicia una nueva etapa. El Patronato del Museo decide que las esculturas salgan a la calle, y las ganadoras se van colocando al aire libre en diferentes puntos de la localidad serrablesa, respondiendo a un tema vinculado con el nacimiento, evolución y características de Sabiñánigo.
Este proyecto surge con vocación de futuro y desde el principio se plantea ya una disposición espacial a lo largo de todo el entramado urbano, con la idea de que con el tiempo se pueda generar una ruta escultórica.
El recorrido por la ruta de las 11 piezas empieza en el pueblo de El Puente con la dedicada “A la maestra rural” de la escultora Mercedes Millán. Continúa con la obra “Devoción”, tema dedicado a Santa Orosia con mucha devoción en los habitantes de estas montañas, de Ernest Altés, que se colocará este 2022 en el boulevard de Puente Sardas.
La tercera gira en torno a los pueblos ‘amortaos’, expresión en lengua aragonesa que hace referencia a las localidades que han perdido a sus habitantes. El autor es también Ernest Altés y su título, “Arado”.
La cuarta, “El agua y el río”, es de Mikel Okiñena; la quinta lleva por título “Clamo”, homenaje a la trashumancia, de Manuel Fontiveros; la sexta versa sobre Sabiñánigo “Lugar de encuentro”, de Iñaki Ruiz de Eguino. “Engranados”, de Adrián Carra, es la dedicada a la industria. La octava, “Quebranto”, de Isidro Rodríguez, tiene como tema: Sabiñánigo, puerta del Pirineo. La novena es de temática libre, “Moncayo”, de Santiago Gimeno. La décima, “Crecimiento”, de Augusto Arana, se centra en la reflexión: La inmigración nos hizo crecer y ser lo que somos. Y el recorrido acaba con la décimoprimera, que tiene que ver con la llegada del ferrocarril, “Caballo de hierro”, de Javier Santurtún, colocada en las inmediaciones de las estaciones de ferrocarril y de autobús.
La alcaldesa Berta Fernández, explica que desde hace un tiempo “Sabiñánigo ha conseguido tener una importante colección de esculturas de arte urbano, casi todas en lenguaje contemporáneo. Todas estas obras que encontramos en nuestras calles son un patrimonio no solo de los sabiñaniguenses sino también de aquellos que nos visitan, y constituyen un importante legado artístico y escultórico que se puede visitar y conocer paseando por las calles de nuestra localidad”.
La edil invita “a conocer esta ruta escultórica que tiene una enorme calidad artística, que está hecha con lenguajes contemporáneos pero que al mismo tiempo cuenta y narra los orígenes de Sabiñánigo ya que cada una de ellas gira entorno a una temática relacionada con los pilares sobre los que se construyó el Sabiñánigo actual”.
