Cultura

LA ENTREVISTA

Joaquín Sánchez Vallés: “Es un poemario un tanto duro, sobre la Huesca de posguerra”

El escritor oscense presenta esta tarde (19:30 horas), en Huesca, ‘Historia del mundo antiguo’

Joaquín Sánchez Vallés.
Joaquín Sánchez Vallés.
S. E.

El poeta oscense Joaquín Sánchez Vallés (Huesca, 1953) presenta esta tarde, a las 19:30 horas, en la librería Anónima de Huesca su último poemario, el más personal, Historia del mundo antiguo (Pregunta ediciones), en un acto en el que estará acompañado por el profesor José Ángel Sánchez.

Se trata de un poemario que recorre la memoria histórica reciente de nuestro país y, más concretamente, de Huesca ya que es a través de la memoria emocional del autor, que como indica a este diario, “es un tanto duro”.

Sánchez Vallés explica que “a mi me costó un poco hacerlo porque se trata de experiencias amargas, bastante tristes de mi infancia en la Huesca de la posguerra, la de los años 50 y principios de los 60, donde imperaba el régimen franquista y uno siendo niño, -reflexiona el escritor-, no se plantea que podía haber otras situaciones, pero era una época muy cruel”. Además, continúa, “son reflexiones y experiencias que me han pesado siempre, hay algunas alusiones a hechos muy luctuosos de la Guerra Civil que aunque yo no los viví me han contado y me afectan directamente”. “Es un libro amargo cuya primera redacción tiene 20 años”, sentencia Sánchez Vallés.

Por otro lado, indica que “tiene una segunda parte, con menos poemas, que se titula Epílogo contemporáneo, donde se muestra una visión actual, con una cierta esperanza”.

Hace hincapié en que “la idea es que aquella situación de guerra, de posguerra y de amargura no se vuelva a repetir” y alude a que “en la actualidad, se están oyendo voces que parece que quieren que se vuelva a repetir, hay políticos que parece que están reivindicando el volver a un régimen autoritario”.

Sánchez Vallés considera que Historia del mundo antiguo es una llamada de atención ante el auge de la ultraderecha y grupos neonazis, que “crecen no solo en España, y creo que, sea como sea, hay que dar aviso de ello”.

En realidad, el libro busca cantar con justicia una época que, todavía hoy, sigue marcando las vidas de muchas familias, destaca el poeta.

En cuanto a la manera de presentar esta memoria histórica personal, añade que “está enfocado desde un punto de vista lírico, pero es una poesía que tiene bastante de narrativa, muy directa, muy clara, pero escrita desde el punto de vista del yo, es la experiencia personal”.

El poeta advierte que para abordar este asunto es apropiado el uso de la poesía porque “es un medio más emocional, más emotivo” algo imprescindible para esta historia personal que “escribo desde el yo”.

Entre los poemas, en los que se recorren espacios oscenses, hay un poema que llama la atención por estar dedicado a Eugenio Monesma, que “fue compañero de la escuela”, dice el autor, “donde narro de manera lírica una tremenda paliza, con saña, que Eugenio recibió del maestro, que yo vi, como el resto de niños, y estoy todavía traumatizado”.