Cultura

LA ENTREVISTA

María Pilar Cavero: "No tengo que inventarme novelas, que la vida las tiene más grandes"

La escritora oscense presenta este martes en la sede de la Agrupación Folklórica Santa Cecilia la novela ‘Maracanda’ (Pigmalión)

María Pilar Cavero con su última novela.
María Pilar Cavero con su última novela.
N.C.

La oscense María Pilar Cavero (Premio Internacional Sial Pigmalión de Narrativa 2019) vuelve a las librerías con la novela Maracanda (Pigmalión), que se presenta a las 19:30 horas de este martes en el local de la Agrupación Folklórica Santa Cecilia (calle Lanuza, de Huesca). Una obra que mantiene personajes y tramas de sus dos títulos anteriores -Orosia y Romeo-, y la narrativa de una mujer que ha decidido “vivir intensamente” tras superar malos momentos y dificultades; una mujer que, como le gusta decir a Cavero: “no tengo que inventarme novelas, que la vida las tiene más grandes”. En la portada una foto de María Pilar hecha el 12 de julio de 1992 y al fondo la cúpula de la hermosa madrasa Tilla Kari, de Samarcanda (Uzbekistán). Una ciudad esta de la Ruta de la Seda “a la que los griegos de Alejandro Magno llamaron Maracanda, una ciudad mítica y muy vinculada a mí porque allí vivió uno de mis poetas preferidos, Omar Jayam, que ha inspirado mi obra”. Aclarado, pues, lo del título de la novela.

Maracanda es una novela “autobiográfica, aunque hay alguna cosa cambiada, y la ficción está en la manera de contar, porque la literatura, sobre todo, no es lo que se cuenta, es cómo se cuenta. Y aquí cuento mis vivencias desde que muere mi suegro en 1982 hasta el año que me jubilo, en el 2007”.

Dice Cavero que “aunque ahora está muy de moda dispersar, a mí me gusta estructurar mi narrativa, que en este caso tiene dos momentos cronológicamente. El primero, desde el 82, cuando muere mi suegro, hasta el 90, que muere mi madre. Es una parte dura de la novela, aunque yo lo más duro lo trato siempre con esperanza y buscando otros aspectos que nos alegran un poquito la vida dentro de las dificultades”.

El segundo, tras morir su madre, que vuelve a los viajes (Mónaco, Túnez, Lisboa, Estambul, Palmira, Maracanda...), “que me dieron la vida, después de unos años difíciles”. Unos viajes “buscando el calor del afecto”, que quedan reflejados en su novela, como la relación con su marido Romeo y su vocación de enseñar a profesores, viajando -otra vez los viajes- por media España en salidas de un día muy bien buscadas.

“En 2020 muere mi tía, y a ella le dedicó esta obra, en la que hay mucho de ella, de Huesca y de otras partes del mundo…, y aunque tiene menos carga erótica que Romeo, la tiene…”, comenta una emocionada Cavero, que recomienda el capítulo 15 de Maracanda, “me encanta, es la estancia de los Bécquer en Veruela”.

Le costó escribir Maracanda tres años. La inició un poco antes de la pandemia y “estuve dos años voluntariamente encerrada, por miedo a enfermar”.

Resalta que escribir una novela como esta “me agota, porque yo para escribir pongo el cuerpo y pongo el alma. Pongo el cuerpo porque tengo que sentir, tengo que oler, tengo que disfrutar, tengo que llorar…”.

Se recupera escribiendo poesía y cuando tenga su nuevo poemario, sin solución de continuidad, iniciará su cuarta novela.