Lola Santolaria: “En la naturaleza todos los colores van bien unos con otros”

LOLA Santolaria, Loli para muchos, (Huesca, 1949) es pintora y fotógrafa -las últimas imágenes que ha realizado, dedicadas al agua, pueden verse este mes en el recibidor del Hospital Universitario San Jorge de Huesca- pero eso no es todo ya que no duda en aprender y llevar a cabo cualquier actividad que le suscite un mínimo interés. En el momento de realizar esta entrevista, muestra contenta, sobre la mesa del salón, unos grandes platos a rebosar de almendras. “Son para hacer turrón”, cuenta, con una gran sonrisa que pocas veces la abandona.

En esta nueva muestra fotográfica, en el centro hospitalario, el agua tiene cabida en todas sus formas, “gotas, tormentas, reflejos en los charcos del suelo...”, relata. “Desde que empezó la pandemia he pintado muy poco -confiesa- no sé por qué siendo que estás en casa, tranquilo...”. Tomó los pinceles hace una década, animada por una compañera, que le comentó que iba a realizar un curso en el Centro Ibercaja Huesca, en el Palacio de Villahermosa, a cargo entonces de José Manuel Moreno.

“Me gustan mucho los colores, siempre se dice que hay que combinarlos, pero yo creo que no, porque en la Naturaleza están todos unidos, juntos, igual está el marrón con el rojo, que con el verde, que con el azul y el amarillo, el negro, el gris... Todos están juntos, todos van bien unos con otros”, asegura. Así, en su opinión, “es importante poner mucho color, porque eso parece que te reaviva, por lo menos a mí me pasa”, añade.

Precisamente, por uso del color, señala, cree que con la pintura resulta más fácil expresarse que con la fotografía. “Puedes hacer lo que quieres, aunque es difícil, en acuarela tienes que hacerlo rápido, porque vas a estar todo el rato mojando el papel o mojando la acuarela”, explica. Van Gogh, Botero o Goya están entre sus pintores de cabecera. Casi al mismo tiempo que en pintura, se formó en fotografía, como muchos oscenses, en la Asociación Afoto, que dirige el fotógrafo José Luis Fortuño. Entonces realizaba fotografía analógica. “Hasta hace poco las hacíamos así, pero ahora prácticamente nada, muy poco, todo es digital”, asegura. La analógica, en su opinión resulta más personal que la digital, al depender más de la buena mano del artista.

De nuevo, al igual que en la pintura, la naturaleza es la protagonista de su obra, que ha podido verse, además de en el recibidor del Hospital Universitario San Jorge de Huesca, donde ha expuesto en más ocasiones, en localidades de la provincia como Nueno o Boltaña y en locales como el Delicaelum, en la avenida Monreal de la capital altoaragonesa.

Del Hospital guarda, por otra parte, muy buenos recuerdos de su etapa profesional como enfermera, en las consultas de Diabetes y Urología, además de en el Laboratorio. “Estuve muy bien trabajando ahí, muy contenta, tenía unos compañeros y compañeras muy buenos con los que sigo manteniendo la relación”, rememora. Lola lleva además 23 años conviviendo con el párkinson, pero eso no le ha frenado en nada de lo que se ha propuesto, ha realizado excursiones, ha viajado, llegando incluso a visitar Finlandia y la parte de Laponia, en otoño e invierno, con nieve, a la caza de las auroras boreales, en los viajes que organiza Afoto.

Sin embargo, reconoce, que la enfermedad “te condiciona muchísimo, tienes que pensar que vas a tener que vivir así toda la vida. Te limita en todo, tanto el movimiento como para hace trabajo intelectual”. “Te encuentras mal, porque, si te pones a pensar, no puedes hacer casi nada -continúa Lola- por eso, tienes que salir adelante, tener la mente ocupada. Es importante ir a la Asociación Párkinson de Huesca, para que nos ayudemos unos a otros”.

Salir, relacionarse, cuidarse

Aconseja así a todos aquellos que puedan encontrarse en una situación similar que salgan y se relacionen, que no se encierren en sí mismos. “Es muy importante, si no sales, cada vez te encierras más en ti misma y ya se acabo la vida. Hay que relacionarse, sobre todo con los que tienen tu mismo problema, para ayudarnos mutuamente”, insiste. Espera asimismo que aquellos que pasen estos días por el Hospital Universitario de Huesca y vean su obra, “se animen también a hacer algo”.

Promete, del mismo modo, que habrá cambios en esta última exposición en el centro hospitalario, y quien la haya visto una vez, puede encontrarse, a su regreso, con obras nuevas. como una serie dedicada a Canfranc. Tampoco descarta exhibir de nuevo sus acuarelas. “Ahora, también, con Victoria, mi cuidadora, estamos haciendo bolsos y bolsas, también fundas para las gafas, para los móviles...”, añade.

Seguramente, no será lo último que emprenda y es que aún le quedan metas por realizar, ya que, como asegura, “saber cantar y saber hablar son dos de las cosas que me hubiera gustado saber hacer en la vida”. Y lo conseguirá porque como afirma, “me parece que soy joven”.