Cultura

EXPOSICIÓN

El CDAN acoge "Maravilla", un canto de amor a la naturaleza de tres artistas

Las obras de Toya Legido, Juan Millás y Marta Sánchez Marco se inspiran en la capacidad de las personas de deleitarse ante la belleza del entorno

Presentación de Maravilla, la muestra del CDAN en la que tres artistas proponen una mirada pausada hacia la naturaleza.
Presentación de Maravilla, la muestra del CDAN en la que tres artistas proponen una mirada pausada hacia la naturaleza.
Pablo Segura

El Centro de Arte y Naturaleza (CDAN) de Huesca exhibirá a partir de este viernes un conjunto de obras de los artistas Toya Legido, Juan Millás y Marta Sánchez Marco agrupadas bajo el título Maravilla e inspiradas en la capacidad de las personas de deleitarse ante la belleza de la naturaleza.

Desde diversas disciplinas y técnicas (fotografía, dibujo, instalación, escultura, grabado y joyería) y siguiendo variados presupuestos teóricos, estos tres artistas proponen una mirada pausada hacia la naturaleza más cercana e íntima, invitando al espectador a "un paseo entre lo soñado y lo consciente, lo frágil y lo permanente, el éxtasis y la calma". informan el Gobierno aragonés.

Según los responsables de la muestra, "más allá del efecto terapéutico que los espacios naturales ejercen en el ser humano, es indudable que ante estos existe además un deleite, una fascinación, una suerte de estado de éxtasis que ha sido también definida como asombro, estupefacción y devoción sublime (Darwin), conexión esencial (O. Sacks), sensación de amplitud (S.Stuart-Smith), o trance del naturalista (Edward. O. Wilson)".

En esta exposición, que se exhibirá hasta el próximo 17 de septiembre, la mirada se detiene en los "pequeños tesoros que provocan en las personas un asombro placentero hacia las naturalezas mínimas, a las que pueden acercarse, rozar con las manos, observar con detalle, seguir con la mirada mientras aletean sus alas".

Plantas diminutas, insectos, aves, frutos y otras realidades "conspiran" en esta muestra en una especie de "sinfonía hipnótica" para seducir y abstraer al ser humano de la (otra) realidad que le rodea.

Las fuentes citadas señalan que "en estos tiempos de crisis climática y alejamiento global de la naturaleza, en los que ya no es posible ignorar la conexión entre seres humanos y naturaleza, entre la salud humana y la salud del planeta, la muestra plantea cambiar la dimensión de la mirada y empezar a ralentizar la marcha, observando desde una escala íntima y esperanzadora".

Pulsión Botánica, de Escar

Por otra parte, la Sala 2 del CDAN acoge un proyecto añadido de la artista oscense Ana Escar Puisac (Tabernas de Isuela, 1977) que presenta, siguiendo su propia Pulsión botánica, un doble proyecto de investigación.

La artista oscense Ana Escar, junto a su obra en el CDAN.
La artista oscense Ana Escar, junto a su obra en el CDAN.
PABLO SEGURA

Así, la Pulsión botánica es el hilo conductor de la instalación, que reinterpreta dicho impulso desde la creación pictórica contemporánea. La sala acoge un proyecto ligado al Territorio, en el que Escar investiga, mediante su propia creación pictórica, el amor por las plantas y por el mundo botánico experimentado por Blanca Catalán de Ocón, una joven aristócrata de Monreal del Campo (Teruel) nacida en 1860, que, pese a carecer de estudios académicos, se ha considerado la primera mujer española dedicada a la botánica, así como en inscribir su nombre en la terminología científica, en la nueva especie incorporada por ella, la flor Saxífraga Blanca Willk.

Escar, quien ha asegurado a este periódico que estar en el CDAN “es un sueño hecho realidad”, ha explicado que “la exposición comienza con un breve texto en forma de collage con la definición de emoción, palabra que está muy ligada para mí al mundo vegetal. Esa pieza da paso al trabajo de documentación sobre Blanca Catalán mediante libros, textos, documentos encontrados en herbarios, archivos e incluso poesías de la propia Blanca que hacen referencia a las plantas. A partir de la figura de Blanca, trabajo sobre ella y mi relación con la naturaleza”. Es este aspecto, ha subrayado que para ella “la naturaleza me transmite la consciencia del tiempo y del estar. Me para”.

Se trata de una instalación multidisciplinar en la que juega con el color, la palabra, el vacío y las texturas siguiendo un hilo conceptual que es en sí mismo un homenaje a la ruralidad, a los tiempos y al tiempo del campo, a los paseos por los caminos, a la tierra llana. En definitiva, un canto de amor a la naturaleza.  

Las tres salas expositivas estarán abiertas en horario de jueves, viernes y sábados, de 11 a 14 y de 18 a 21 horas, y los domingos y festivos, de 11 a 14 horas. Además, cada segundo y tercer domingo del mes se organizarán visitas guiadas gratuitas.