José Luis Fortuño: “En cada sitio de la provincia hay una fotografía que poder hacer o donde poder elegir”

Oscense de ‘La Correría’, fotógrafo, viajero incansable y ‘alma inquieta’, disfruta con su cámara tanto del Pirineo como de los rascacielos de Nueva York, las auroras boreales en el cielo de Finlandia o el reino de los osos polares en las islas Svalbard, en el Polo Norte, de donde acaba de regresar recientemente. Ha mostrado su obra en exposiciones por toda la provincia de Huesca y es además responsable de la Asociación Fotográfica Oscense Afoto, desde donde transmite a los oscenses y personas de fuera su pasión por la imagen. Todo ello hace de él un artista con una personalidad única.

¿Cuál es su mejor fotografía de la provincia hasta ahora?

—Tengo varias. Me gustan mucho unas cascadas de hielo que hay en una pared en el Pueyo de Jaca, subiendo a Hoz, nada más pasar el puente de salida. Son brutales, les hago siempre fotos. He cogido unos detalles pero son impresionantes. Se forman en una pared que se encuentra sombría durante todo el día.

¿Y cuál tiene pendiente?

—En cada sitio de la provincia hay una fotografía que poder hacer o donde poder elegir. Y fuera de la provincia tengo pendiente una muy complicada y que no sé si la lograré: un oso con una aurora boreal al fondo.

¿Y qué es lo que más ha fotografiado?

—Todo lo que sea referente a la nieve o el hielo. Me tiro más al frío que al calor. A todo lo que lleva algo de hielo, algo de blanco, algo de montaña, digamos “dura”, de alta montaña. Eso para mí es lo mejor.

¿Encuentra similitudes en sus viajes a Finlandia con el Pirineo?

—Finlandia es plana y la provincia es montañosa. Son dos paisajes que pueden ser blancos pero totalmente diferentes. También es diferente verlo en otoño o verlo en invierno. He visto la “ruska” en los dos sitios, que es como llaman en Finlandia a los colores de otoño. Y en invierno, las famosas “nothern lights” o auroras boreales, con las que estoy enganchado, pera mí es un fenómeno único en el mundo

¿Hay un estilo fotográfico propio en la provincia?

—La mayoría de la gente hace fotografías de naturaleza y de paisaje, pero no hay un estilo propiamente dicho oscense o de Huesca o una línea de trabajo. Tenemos muy buenos fotógrafos. A veces, al ser un sitio pequeño, no nos damos importancia. Yo, que viajo mucho, que voy a Madrid, a Nueva York, que veo exposiciones de todo el mundo, reconozco que tenemos un nivel bastante bueno, que no tenemos que desear nada de los demás. Somos, eso sí, un poquito menos contemporáneos o más clásicos. Yo, por ejemplo, no me considero un fotógrafo al uso, sino un creador. No voy a una montaña y hago una foto de la montaña, sino que miro la perspectiva para crear mi propia fotografía. Es hacer una fotografía que no es ni mejor ni peor que otras, sino diferente.

¿A quién le gustaría hacerle un retrato?

—A Mapi Rivera, es fotógrafa, artista contemporánea, para mí tiene una sensibilidad y un tacto diferente a mucha gente. Ya no por ella, sino por lo que hace. Para mí es un persona como mística. Es una de las personas que me gustaría, no hacerle un retrato en sí, sino un trabajo sobre ella mientras trabaja, mientras prepara, mientras hace sus guiones... Es decir, un trabajo personal de ella. Siempre me ha gustado, lo que hace, es diferente.

Cuando viaja con gente que no es de aquí, ¿también les transmite los encantos de esta provincia?

—Por su puesto. Siempre digo que soy de Huesca y a más de uno me he encontrado por el mundo que me ha dicho, “ah sí, donde lleváis un pañuelo verde para las fiestas”. Lógicamente, sí que promociono la provincia y la ciudad, porque tenemos una provincia que no tiene nada que envidiar a nadie. De hecho, mucha gente que he conocido de otros puntos de España, han venido aquí y les he enseñado la montaña. Porque como yo ya he dicho, donde yo voy, por ejemplo, Finlandia, es plano, es bonito y relajante, pero a mí también me gusta subir a un “tres mil”, al Aneto, por ejemplo.

¿Se imagina una aurora boreal en el Pirineo?

— Vivo en un ático y todos los días por la noche salgo a la terraza, miro al cielo y digo “oh, las auroras boreales”. Y veo una nube y me las imagino. Es un defecto que tengo. Puedo ver Montearagón, Guara, pero siempre que salgo a la terraza, lo primero que hago es mirar al cielo. Y ya si saliera una aurora boreal... Pero aquí es imposible. Pero sí, miro todos los días al cielo pensando en un viaje y en ver una aurora boreal.