Cultura

Festival Olimpia Classic

Pere Ponce: "Estamos contentos de hacer viva de nuevo la voz de Emilia Pardo Bazán"

El ciclo se inaugura este sábado (20:30) en el Teatro Olimpia de Huesca con ‘Los pazos de Ulloa’. El actor da vida al cura don Julián 

Diana Palazón y Pere Ponce en una escena de Los pazos de Ulloa.
Diana Palazón y Pere Ponce en una escena de Los pazos de Ulloa.
SECUENCIA 3

Los pazos de Ulloa, de Emilia Pardo Bazán, levantan el telón del XV Festival Olimpia Classic. Considerada por muchos como una de las mayores novelas españolas del siglo XIX, y referencia principal dentro de la amplísima bibliografía de la autora gallega, esta superproducción llega este sábado al Teatro Olimpia de Huesca, que registrará otro lleno, a las 20:30 horas, de la mano de Secuencia 3. Se trata de una versión de Eduardo Galán, dirigida por la Premio Nacional de Teatro Helena Pimenta, y protagonizada por un elenco formado por Pere Ponce, Ariana Martínez, Marcial Álvarez, Francesc Galcerán, Claudia Taboada, David Huertas y Esther Isla.

La compañía estrenó esta obra hace un año y medio en Galicia, coincidiendo con el centenario de la muerte de Pardo Bazán, y ha estado girando con ella por España, siendo la capital oscense la que acoja una de las cinco últimas representaciones.“Tenemos sentimientos encontrados, porque ha sido un viaje muy especial que nos ha permitido recuperar los teatros después de la pandemia y volver a reencontrar al público y esa comunión que son los espectadores, los actores y las obras”, explica Pere Ponce, que en esta producción interpreta a don Julián, un cura inseguro, asustadizo y dotado de un generoso corazón.

Los pazos de Ulloa ha pasado por salas con los aforos reducidos, por ensayos con mascarillas, por bajas por covid, convirtiéndose para Secuencia 3 en un tránsito de la pandemia a la nueva normalidad, y a día de hoy se muestran “muy contentos de la acogida y de lo que ha sido llevar la voz de Emilia Pardo Bazán, de hacerla viva de nuevo y darle la vigencia que creemos que aún tiene”, explica Pere Ponce a este periódico.

Los pazos de Ulloa es una novela que tocas muchos temas, algunos de plena actualidad. “Emilia Pardo Bazán fue la primera persona en acuñar el término feminicidio en uno de sus artículos para dar carta de fe a este sometimiento, esta violencia que sufre la mujer por parte del hombre”, recuerda Ponce.

Marcial Álvarez y Esther Isla dan vida a don Pedro y Nuchaen la adaptación de Eduardo Galán.
Marcial Álvarez y Esther Isla dan vida a don Pedro y Nucha en la adaptación de Eduardo Galán.
SECUENCIA 3

De hecho, en esta obra se refleja la voluntad de la mujer por escapar de la fatalidad a la que se ve sometida por los hombres de los pazos de Ulloa, “una pequeña aldea con una reglas propias, en la que las leyes de la naturaleza, la del caciquismo, la del más fuerte, es la que impera, y las mujeres están sometidas, tanto las de las clases más humildes -personajes de Sabel que interpretan Ariana Martínez y Diana Palazón-, como el de Nucha -Claudia Taboada y Esther Isla-, “la esposa que llega de un mundo urbano, más culto y adinerado y en los pazos se ve obligada, incluso a revelarse”, relata Pere Ponce, quien recuerda que Emilia Pardo Bazán “da luz a las mujeres, capacidad de crítica, de revelarse contra el universo y aportar una voluntad de cambio”.

Se trata de un teatro “que denuncia estas situaciones” ya que en el siglo XIX Emilia Pardo Bazán, “un personaje muy audaz para su época, que se separa de su marido, deja a su familia y se va a Madrid para escribir”, ya apuesta por eso, por la libertad y la independencia, algo que refleja en sus novelas. Como dice Pere Ponce, “es la pluma de una escritora que se escapa de los corsés”, y el caso de Los pazos de Ulloa, “plantea preguntas que hoy en día tratamos de responder: ¿Cómo debería ser la convivencia en ciertos ámbitos? y ¿cuál es el papel que tiene la mujer y el qué debería tener?”.

En el caso de Pere Ponce, se pone en la piel de don Julián, en una época en la que la Iglesia “era uno de los poderes fácticos, era respetada, movía unos comportamientos sociales y velaba por la moral y las buenas costumbres, pero ante esa realidad, ni la Iglesia ni el temor de Dios son capaces de doblegar este torrente que son los pazos, en los que los hombres viven bajo esa ley del caciquismo que hace que todo aboque a una fatalidad”.

Los pazos de Ulloa es una tragedia, salpimentada con ese humor tan gallego de Emilia Pardo Bazán, que mira por encima las situaciones y se ríe con ellas. El resultado, “un texto de una gran pasión y una gran inteligencia”, del que Eduardo Galán ha realizado una adaptación en el que Pera Ponce es también el narrador, rompe la cuarta pared y habla directamente con el público. “La historia de los pazos la planteo como un flashback, lo que me permite entrar en situación, en las escenas..., y de repente cortar y dirigirme al público, y estos saltos muy gozosos para el actor, establecen un juego teatral que son un gran reto, pero también es placentero disponer un lenguaje en el que la complicidad del espectador es fundamental para el desarrollo de la obra”. “De esta manera -continúa- establecemos un puente entre la platea y el escenario que hace que con los compañeros también tengamos un cierto divertimento al recrear y dar vida a las palabras a Emilia Pardo Bazán para que este texto llegue con la misma contundencia y pasión que lo recibieron los lectores en 1886 cuando se publicó la novela y movió los cimientos de la sociedad”.

Desde Secuencia 3 han intentado que “esta pasión llegue viva a los escenarios y la gente salga de la función planteándose interrogantes y arrastrada por este río emocional que representan los pazos”.

Los oscenses tienen este sábado la oportunidad de asistir a una de las últimas funciones de Los pazos de Ulloa, que pese al tiempo en el que ha estado en cartel y que ha servido para que los actores hayan pasado de compañeros a amigos, confirma que el teatro “es algo vivo y a la vez efímero, y esa particularidad hace que disfrutes el presente de cada función como algo irrepetible para nosotros como actores y también para el público”. Como afirma Pere Ponce, “la magia del teatro en directo es eso, esa llama que se enciende por primera vez en escena junto a los espectadores, siendo cada función única”.

Sin duda, la visita a Huesca va a ser única, pero también especial para el actor tarraconense, que tiene a parte de la familia de su esposa en la capital oscense, a la que viaja con frecuencia. “Tenemos una niña pequeña, y los Reyes los pasamos en Huesca”, donde también “hay muchos amigos” y donde ha habido “mucho San Lorenzo”.

Ha dado más de un paseo por los Cosos, pero va a ser la primera vez que Pere Ponce actué en el Teatro Olimpia. “Para mí es un honor y un placer, y se unen unos aires especiales porque habrá familia y amigos que estarán”, y eso provocará una mezcla de “orgullo, respeto, ilusión..., esas combinaciones que da el teatro antes de salir”.