Joaquín Araujo: "Nuestra supervivencia está muy ligada a que haya insectos"

El naturalista, escritor, correalizador de programas con Félix Rodríguez de la Fuente, Joaquín Araujo, protagoniza este miércoles por la tarde (19:30 horas), en Huesca, una nueva sesión del ciclo Aragón inesperado, que muestra la miniserie realizada por Donde van las nubes, de Eduardo de la Cruz y Amalia Sesma, y Arbóreo, de Miguel Ortega y Javier Sardiña.

La cita, bajo el título La seducción de las flores, será en el centro Ibercaja del Palacio Villahermosa de la capital altoaragonesa, donde además de proyectarse el documental, Araujo hablará, junto al divulgador científico y escritor José Miguel Navarro, sobre la belleza de las flores y la importancia de los insectos polinizadores para nuestro hábitat.

Araujo explica a DIARIO DEL ALTOARAGÓN que esta sesión tratará de ser una llamada de atención sobre la importancia de la naturaleza para la sociedad porque insiste en que “hay que cuidar mucho más de nuestro paisaje” porque “aunque cada vez hay más antídotos, la relación de la sociedad con la naturaleza se basa en el desagradecimiento más absoluto, empieza por no reconocer, sigue con una gigantesca indiferencia y termina en una destrucción generalizada”. Al respecto, desvela que “Huesca es de lo mejorcito que queda” y lo clasifica como “lo todavía no destruido del todo”.

Así, subraya que esta jornada “nos lleva a otra cuestión de máxima actualidad que es la supervivencia de los insectos mismos porque nuestra supervivencia está muy ligada a que haya insectos que polinicen” y, según los censos de distintos científicos, apunta que “hemos perdido el 70 por ciento de los insectos grandes. Eso es terrorífico”.

“De hecho -subraya-, hay planes estatales serios en varios países que recomiendan porciones del territorio para las flores para que los insectos tengan más posibilidades”.

Araujo recuerda que “la belleza es algo infinitamente anterior a nosotros mismos y vale para la totalidad de las disciplinas artísticas, incluido el cine”, eso le plantea que “deberíamos compartir, como mínimo al cincuenta por cincuenta, los derechos de autor, cada vez que se escribe o se hace música sobre la naturaleza”. En este sentido, reitera que “el éxito está en la belleza de lo que nos inspira”. El naturalista revela que “este documento retrata una parte especialmente bella que son las flores, uno de los grandes inventos de la historia de la vida” y, en concreto, se centra en la seducción “porque las flores engañan a los insectos con algo de comida para que hagan un trabajo, pero es algo tan elaborado que parece salido de la imaginación más calenturienta”.

En este aspecto, comenta que las orquídeas son el mejor ejemplo, “con cosas tan asombrosas como la capacidad de imitar el cuerpo de las abejas para que éstas intenten copular con la flor”. Aragón inesperado se cerrará el próximo miércoles, 22, con la charla del geógrafo Eduardo Martínez y Ánchel Belmonte, director del Geoparque de Sobrarbe, sobre El valle de hielo.