Cultura

“El glaciar se comporta como altavoz del cambio climático”

El geógrafo Eduardo Martínez de Pisón pone el broche final, este miércoles, con una charla sobre ‘El valle de hielo’, al ciclo Aragón inesperado

Eduardo Martínez de Pisón, en el Pirineo oscense.
Eduardo Martínez de Pisón, en el Pirineo oscense.
S.E.

El geógrafo y escritor Eduardo Martínez de Pisón pone el broche final este miércoles por la tarde (19:30 horas), en Huesca, al ciclo Aragón inesperado, en el que, bajo el título El valle de hielo, se proyectará un documental, que forma parte de la miniserie realizada por Donde van las nubes, de Eduardo de la Cruz y Amalia Sesma, y Arbóreo, de Miguel Ortega y Javier Sardiña, e irá seguido de una charla en la que el reconocido geógrafo y el director del Geoparque de Sobrarbe, Ánchel Belmonte, hablará, en el centro Ibercaja del Palacio Villahermosa, sobre la desaparición de los glaciares y, en concreto, sobre la cordillera de los Pirineos, que ha sufrido de manera muy acusada esta pérdida, tanto es así, que si sigue esa propensión, se prevé que para el año 2050, no quedarán glaciares en nuestra provincia.

“El glaciar se comporta como un altavoz del cambio climático y si continúa su tendencia se puede calcular la velocidad acelerada de retroceso”, revela Martínez de Pisón a DIARIO DEL ALTOARAGÓN. Claro que advierte el experto que no se puede predecir ya que “es cierto que ha habido muchos cambios climáticos en los últimos diez mil años, a veces a favor y otras en contra de los glaciares, pero no son rítmicos y la tendencia actual da un balance negativo, se pierde más nieve de la que cae”, “esto se ha acelerado desde 1990”, dice.

Esta desaparición progresiva del hielo actúa directamente sobre el paisaje y eso es precisamente lo que se mostrará este miércoles, puesto que la idea de esta cita es, indica el experto, dar a conocer que “la montaña es una manifestación de una escultura que se hizo hace más de 20.000 años y que perdura como la clave de los paisajes”.

El geólogo argumenta que se escogió el valle de Tena para este documental porque está dotado de una gran cantidad de ejemplos de los distintos momentos vividos en la historia y visibiliza de manera clara cómo era hace miles de años ese paisaje, así dice que “se ve cómo la época glaciar labró una montaña y logró ese resultado extraordinario que es la caja del paisaje donde se asienta el agua, el clima, la vegetación y las personas”.

Indica Martínez de Pisón que se ve “esa glaciación en una serie de etapas donde hay un momento máximo en el cual los glaciares ocuparon desde la zona alta del Pirineo hasta las cercanías de Sabiñánigo, donde el río Aurín y el Gállego confluyen, y las etapas sucesivas de retroceso”. Hace hincapié en que “el valle de Tena tiene toda la serie completa, que se conserva de manera magnífica en el tiempo”.

En este sentido aclara que “hay huellas muy claras en determinadas zonas como Senegüé, pero también hay otras huellas, en todos los valles que confluyen en abanico, y se va seriando todo el conjunto de la cadena que llega hasta la alta montaña como Respomuso o los grandes macizos de Panticosa que se constituyen como el último refugio donde se alojaron los glaciares históricos de la pequeña edad del hielo y que están en periodo de retroceso muy acentuado”. “Un ejemplo de glaciar -continúa- está en el macizo del Infierno, aunque en situación muy deteriorada, y más al este podríamos llegar hacia el Aneto, donde también hay señales de retroceso muy grandes”.

El geógrafo pone el acento en que “verlo en el paisaje es una maravilla” y defiende que “es muy bueno que se conozca la raíz de esas formas de relieve y qué significado tienen, porque trataríamos la montaña con más veneración, porque conocer permite estar en el paisaje con mayor entidad”.