Cultura

LA ENTREVISTA

Mon Mas: “Me preocupa que las personas hayamos perdido el faro de la crítica”

La narradora catalana actúa este jueves, a las 17:30 horas, dentro del festival Fraga T Cuenta

Mon Mas.
Mon Mas.
S.E.

Después de 17 años como narradora oral, los nervios siguen presentes en el cuerpo de Mon Mas (Parets del Vallés, Barcelona, 1977) cada vez que se sube a la palestra. “Los nervios enfermizos son improductivos, pero la inquietud de subir al escenario es necesaria. Aunque no te creas, si estos nervios no están, tampoco te creas que los echo en falta”, bromea la cuentacuentos, que este jueves, a las 17:30 horas, ofrecerá en la Biblioteca Gianni Rodari de Fraga su función B.O.M. Contes de Bruixes, Ogres i Monstres.

Sin embargo, a la hora de la verdad, lo que realmente la intranquiliza es la óptica con la que los espectadores asisten a su espectáculo. “Lo que me preocupa es que el público no sea crítico, que no haya un ‘eh, ¿pero qué me estás diciendo?’”, comenta.

Asimismo, traslada esta preocupación más allá de los escenarios y la extiende al resto de ámbitos de la sociedad. “Me preocupa que las personas hayamos perdido el faro de la crítica y que todo nos vaya bien. Por eso, creo que es necesario que se expliquen muchas historias”, sostiene la narradora oral.

Respecto a los prejuicios que puede haber en torno a la narración oral, Mon Mas opina que estos existen “dependiendo de quién programe las actividades. Los prejuicios dependen del programador”.

“A veces, las cosas sencillas no se tienen en cuenta. Ahora leía una entrevista de un cocinero que decía que la cocina tradicional se ha perdido en favor de esta cocina de autor tan sofisticada. Yo no la critico, ¿eh? Que está bien disfrutarla, pero hemos perdido origen, y el origen es sentarse en la mesa con una buena escudella o unas croquetas bien hechas”, argumenta la cuentista, estableciendo un paralelismo entre los prejuicios gastronómicos y los literarios.

La finalidad que persigue la autora con B.O.N. Contes de Bruixes, Ogres i Monstres, una sesión que está dividida en tres partes, es recrear el miedo que ella sentía a los seis años con los monstruos que imaginaba debajo de su cama: “Algunos padres y madres me dicen: ‘¡Ay, que estos no dormirán!’, pero el objetivo de esta sesión es que nos acabemos riendo del miedo, de aquellos miedos, pequeños o grandes, que todos sufrimos algún día”.