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‘Las cerezas del exilio’ narra las historias del talento altoaragonés desterrado

La cineasta Vicky Calavia presenta hoy en el salón de actos de la Diputación Provincial de Huesca su
último documental

Vicky Calavia.
Vicky Calavia.
Pablo Segura

La cineasta aragonesa Vicky Calavia presenta esta tarde, a partir de las 19 horas, en el salón de actos de la Diputación Provincial de Huesca (DPH) el documental Las cerezas del exilio: Historias de talento desterrado, que será proyectado en un acto, de entrada libre hasta completar aforo, que contará con la presencia de Elisa Sancho, vicepresidenta de la DPH.

Se trata de una película, rodada entre España y México, que narra cómo el exilio de 1939 supuso “un gran desprendimiento de tierra española”, en palabras del poeta Ángel González, en cuanto a talento y cualificación profesional. Concretamente, aborda las vicisitudes de un grupo de republicanos que se reencontraron en México y se ayudaron a pesar de las discrepancias ideológicas.

Y es que según la directora, este documental es el broche final de “un proceso de años de trabajo que ha culminado felizmente en 2023 y en el que he podido conocer de cerca las vidas e historias de tantas personas de gran capacidad y talento, que tuvieron que desarrollarlo fuera de nuestro país”.

Las cerezas del exilio parte de la idea original y la historia escrita por el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza y director científico del Instituto de Estudios Altoaragoneses Alberto Sabio, quien pensó en Calavia para la dirección puesto que han trabajado juntos en otras ocasiones, comenta la cineasta a este periódico, está coproducido entre Caladoc Producciones, Rolde de Estudios Aragoneses y la Universidad de Zaragoza, ha contado con la financiación de la Diputación Provincial de Huesca, la colaboración de la Fundación Caja Rural de Aragón y el apoyo del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, así como la ayuda, entre otros, de Ernesto Casanova Caloto, director del Ateneo Español de México.

Rosa María Seco es una de las exiliadas entrevistadas.
Rosa María Seco es una de las exiliadas entrevistadas.
S. E.

“Las historias se van desgranando como las cerezas de un cesto, por eso se titula así”, revela Calavia, “porque todos los exiliados de alguna manera tenían relación, se ayudaban, se conocían, creaban lugares de reunión, de apoyo entre ellos, era, al fin y al cabo, una red, como esas cerezas que en un cesto van todas unidas, que sacas una y aparecen las demás”, insiste.

Sobre los protagonistas de la cinta, comenta Calavia que “estos personajes, sobre los que fue investigando Alberto Sabio, todos ellos, excepto una, Cristina Rota, tiene raíces en Huesca, son una gran cadena, pero el documental solo dura una hora y hemos tenido que hacer selección y dejar fuera a muchos, porque había incontables personajes importantes, dedicados a diversos oficios que es en lo que nos hemos centrado”.

Después de este rodaje, la directora asegura que su conclusión es que “la Segunda República fue una época brillante y fue muy duro el corte que supuso la Guerra Civil que obligó a que mucha gente valiosa, de gran talento, tuviera que salir de España simplemente por sus ideas y todo ese talento desterrado lo perdió España y lo ganó Iberoamérica”. Por tanto, continúa diciendo, que “el exilio es una herida, porque esa espina de no haberles tenido en nuestro país es una herida que está ahí”.

En este sentido, Calavia comenta que “los exiliados encontraron un segundo hogar en los países de acogida, sobre todo en México, pero la herida de haberse ido de su país natal y de no volver, o regresar en contadas ocasiones, siempre ha seguido ahí”. Al hilo de lo cual, añade que “la mayoría de estos exiliados altoaragoneses rehízo sus vidas en México, algunos regresaron alguna vez a su país, pero después de tantos años, se quedaron allá”.