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Óscar Badías Gil, entre la jota, la zarzuela y el canto lírico

Descubrió la jota en una ronda de la fiesta de los Quintos de Bolea a los 20 años, y en 2019 obtuvo el máximo Premio, el Extraordinario de Zaragoza 

Óscar Badías Gil en una imagen de niño y en una foto actual.
Óscar Badías Gil en una imagen de niño y en una foto actual.
S.E.

Oscar Badías Gil, aunque nació en Huesca, pasó en su infancia y adolescencia muchas vacaciones y fines de semana en Bolea, donde nació su padre y tiene casa. “Para un niño o un joven, un pueblo es un sitio bastante positivo porque hay más libertad, hay menos peligros...”, comenta. Y fue en Bolea donde descubrió la jota. Fue al participar “en una fiesta de Quintos, en la que es tradición que haya una ronda jotera. Me llamó mucho la atención y allí decidí apuntarme en la Escuela Municipal de Bolea”. Era 1989 y su profesor de guitarra fue Javier Ponce. Luego comenzaría a bailar la jota en un grupo de Huesca y en el 2009 dio un giro total y comenzó a cantar. “Con Jairo Périz, un gran amigo de siempre, aunque él es conocido como bailador, es también músico y con él aprendí solfeo y técnica vocal. He estudiado solfeo también con Conrado Beltrán en la Escuela de la Coral Oscense y desde 2014 recibo clases de técnica vocal con la mezzosoprano aragonesa Beatriz Gimeno”.

Tanta y tan buena formación le ha llevado a triunfar en importantes certámenes de jota. En 2014, obtuvo el Premio Ordinario del Certamen de Zaragoza; en 2018, los Extraordinarios de Huesca, Almudévar y Tarazona, y en 2019 los de Lécera y Zaragoza, siendo este último el más relevante, ya que con él fue campeón de Aragón.

Ese mismo año, “tuve la suerte de ganar la Pajarita de Oro de DIARIO DEL ALTOARAGÓN en el apartado de cultura” y sacó su primer disco ‘Óscar Badías. De la jota a la zarzuela’, “ligado a un espectáculo que sigo haciendo ahora por todo Aragón y parte de Navarra, junto a una sopreno y una pareja de baile, con una pincelada lírica final”.

Está en el Grupo San Lorenzo, en la Compañía Artística Osca de Roberto Ciria, en Carisma Aragonés en Zaragoza, ha colaborado con la Banda Municipal de Huesca, la Banda Municipal de Ejea de los Caballeros, haciendo algún concierto lírico con Beatriz Gimeno, “y colaboro con todos los grupos que requieran mi intervención, en la medida que puedo”.

¿Jota, zarzuela o canto lírico? “Me siento cómodo con la jota y con la zarzuela aragonesa y puedo hacer alguna cuña lírica, pero me da mucho respeto porque eso conlleva unos estudios muy determinados, unos años de conservatorio que yo no tengo. Puedo tener una voz y puedo aprenderme piezas, pero yo respeto a la gente que se ha pegado seis o siete años estudiando en un conservatorio y trabajando de líricos”, dice el tenor ligero.

Óscar Badías es ingeniero técnico agrícola y actualmente trabaja en la empresa Insertare, SL, en Binéfar, un centro especial de empleo dedicado a la jardinería, con 12 personas con discapacidad y 5 monitores, “una manera de dar una oportunidad a este colectivo para que sientan realizados con un empleo, un sueldo y todo lo que eso conlleva. Siempre sería interesante que las empresas tuvieran en cuenta a este colectivo porque aparte de los beneficios fiscales que tienen por contratar a estas personas, es una buena labor social y muchas veces sorprenden por las distintas capacidades que pueden tener.

Afirma que “ha aumentado mucho el reconocimiento de la sociedad hacia el folclore aragonés, la jota. Estamos una generación que estamos luchando por dignificar la jota y llevarla a un espectáculo actual del siglo XXI sin dejar nunca la esencia y la raíz, no olvidarnos de donde viene. También apoyando esa idea de declarar la jota patrimonio inmaterial de la humanidad de la Unesco”.

Le gusta caminar y le encanta la playa, “pero no puedo ir todo lo que quisiera”.