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Niños Mutantes: “Estamos superando momentos difíciles gracias a los directos”

En formato acústico, el grupo actúa este viernes en el Teatro Victoria de Monzón y este sábado en la sala El Veintiuno de Huesca

Niños Mutantes.
Niños Mutantes.
Lydia Fernández

Tras un bache muy doloroso, Niños Mutantes están “superando momentos personales difíciles gracias a la fuerza” que les está dando “cantar en directo” sus nuevas canciones, con las que llegan a la provincia este fin de semana.

En acústico, Andrés López (guitarra y coros) y Juan Alberto Martínez (voz y guitarra) se presentan este viernes (22:00 horas) en el Teatro Victoria de Monzón y este sábado (23:30 horas) en El Veintiuno, una “sala mítica” que tenían pendiente, asegura este último.

Nos encanta presentar las canciones más desnudas, es un formato muy libre que nos permite libertades que no existen en el eléctrico, que va más dentro de guion”, señala el músico de la banda granadina de indie-rock.

Cuchillos y diamantes

Publicado el 18 de noviembre de 2022, Cuchillos y diamantes es su último disco, que, aunque es el que más les ha costado hacer, al final ha resultado “una transfusión de sangre en el momento más oportuno”, destaca Martínez.

“Fue duro porque nos pilló en un momento bajo, pero ahora recogemos el fruto, no ya porque el disco haya gustado mucho, sino porque hay una energía en las canciones que nos ha despertado”, valora.

Con mucha emoción reconoce que “el último mes ha sido el mejor” que han vivido en años gracias a los conciertos de presentación del álbum, en los que han recuperado la felicidad y “una sensación de fuerza y de comunión en el escenario” que les emociona mucho.

En las letras de sus nuevos temas confiesan sus penas, porque “a veces nos atrevemos a decir en canciones cosas que no somos capaces de verbalizar delante de otra persona, sin ponerle música”.

De hecho, composiciones como La Ola o No tengo remedio les causan “un nudo en la garganta”, incluso al hablar de ellas. “Pero es curioso, que al irlas compartiendo y cantarlas, ayudan a ir cicatrizando la herida”, matiza.

Así, la música, que era parte del problema, “también es la solución”: “Este disco está surtiendo efecto, impresiona un poco ver que cantar las canciones “cuchillo” es mejor para sanar la cabeza que las facturas del psicólogo, que también las seguimos pagando. Y las canciones “diamante” nos dejan tan claro cuáles son las cosas que nos merecen la pena en la vida que al final todo el disco está siendo para nosotros sanador”, celebra.

Aunque empezaron ruidosos “cuando el indie era indie”, a lo largo de su trayectoria Niños Mutantes también han experimentado otras influencias como el folk, el pop o la psicodelia.

En esta ocasión, los andaluces han vuelto a contar en la producción con Ángel Luján, que ya participó en su disco Ventanas (2020), para dar lugar a un LP que combina su lado más guitarrero y enérgico con su “inmersión en un concepto de producción más actual y con más implicaciones electrónicas”, dice.

“Al final somos muy nosotros, pero más sofisticados y sin perder nuestra esencia”, añade el músico.

Casi 30 años de carrera

Fundado en 1994, el grupo Niños Mutantes publicó su primer disco, Mano, parque, paseo (1998), hace 25 años, un cuarto de siglo en el que le ha dado tiempo a editar una docena de LPs.

Hemos tenido la suerte de poder seguir tocando y haciendo discos mucho más tiempo que el habitual. Las bandas se disuelven mucho antes, cuando tienen diferencias estilísticas o problemas económicos, entonces empiezan a odiarse y se separan”, valora.

A diferencia de la mayoría, Niños Mutantes han continuado porque han notado “el calor de la gente” y porque su amistad “va más allá de los altibajos del éxito”, prosigue.

Nunca hemos sido los cabezas de cartel, el grupo de moda, el gran pelotazo… Pero siempre hemos estado ahí, formamos parte importante del tejido de esta escena y la gente nos quiere y nos respeta”, agradece.

Cuando se encuentra saboreando un momento muy especial, el grupo firmaría por “25 o 35 años más” siempre que les siga “emocionando y excitando componer o subir a un escenario”, subraya. “Pero si muere la magia, que no nos sobre ni un segundo para dejarlo de inmediato”, remata.