Cultura

MUESTRA ARTÍSTICA

Silvia Cored: "Asentarme de nuevo en Huesca ha sido una inspiración total"

Expone en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca, ‘Cromatografías del Ser’,  un proyecto de investigación y creación

Silvia Cored en su exposición 'Cromatografías del Ser'
Silvia Cored en su exposición 'Cromatografías del Ser'
Javier Navarro

La cromatografía es un test que permite ver en un soporte de papel cómo es la interacción entre minerales, materia orgánica y microorganismos de un suelo concreto y así comprobar su salud. La artista oscense Silvia Cored utiliza a nivel metafórico ese test cromatográfico en humanos para revelar lo que hay, y lo muestra a través de Cromatografías del Ser, una exposición que ha inaugurado este viernes en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca, y que se puede visitar hasta el 14 de mayo.

Estas obras son fruto de un proceso largo y laborioso en el que hay una parte de investigación de los materiales pictóricos, y por otro lado está la parte conceptual de las cromatografías “que es una obra colectiva y con tintes filosóficos de autoescucha, de mirarse a uno mismo”, ha explicado a este periódico.

Desde hace años, Silvia Cored está interesada por el arte y la naturaleza, el arte y la ecología, y siempre ha buscado “que mi obra sea de impacto cero en cuanto a residuos, que no contamine nada”. Eso le llevó a mirar las pinturas que utilizaba y a investigar las tradicionales, “sobre todo cómo se hacía antaño y, en especial, cómo se hacía en este territorio”.

Para ello fue crucial volver a vivir a Huesca tras muchos años fuera, “porque yo ya investigaba este tema, pero como no tenía un sitio fijo, era un poco ‘nómada’. Al asentarme de nuevo en Huesca, fue una inspiración total”, ha reconocido.

En el Alto Aragón hay unos paisajes y unas tierras que Silvia Cored no encontraba en otros sitios, y que son el punto de partida de una investigación de pigmentos minerales que ha probado “en papel, en tela, haciendo cerámica y sobre madera”, de los que se puede ver el resultado en esta exposición.

Para ella ha sido muy especial “ir por la provincia recopilando estas tierras de colores, estos pigmentos minerales”, que le han permitido a su vez descubrir zonas nuevas “y desarrollar un sentido para diferenciar colores tierra. Eso ha sido precioso”.

Silvia Cored ha indicado que este proceso “abre mucho la mirada y la curiosidad para conectar con el paisaje que nos rodea y, además, es divertido hacerlo desde allí porque nos venden más la educación ambiental desde otros puntos de vista, y esta es nueva y enriquecedora ya que aprendes de geología, de botánica y hasta un poco de química a través de todos los procesos. A mí me ha descubierto un mundo y me ha despertado la curiosidad”, una curiosidad que va a seguir explorando porque “este territorio es muy grande”.

Por lo que respecta a la parte conceptual, su interés por la “ética ecológica y la filosofía”, se unen en las cromatografías, que al añadirles la palabra humanas “son una manera muy visual de reconocer cómo estamos y qué debemos observar y transformar para que hallemos unas relaciones de salud y armonía con nosotros mismos y con el planeta”. De modo que “si entendemos la interdependencia de los factores, nuestros actos serán distintos”.

La última parada de Silvia Cored antes de su vuelta a casa fue Inglaterra, donde había estado trabajando en una escuela Krishnamurti, “y me gusta que Jiddu Krishnamurt habla mucho de reconocer que lo que hay en nosotros que está desordenado, y en lugar de ir a por la armonía o a pretender que estamos bien, hay que ir a por las escuchas de lo que está mal y desde allí transformarnos y evolucionar”.

Esa filosofía de Krishnamurti según la cual “en la observación del desorden está el despertar de la inteligencia, no en el esfuerzo de producir orden”, y la ecología fueron las que le inspiraron a las Cromatografías del Ser, en las que a través del teñido sobre tela y la pintura sobre tela despliega todo un estilo de vida.

Silvia Cored ha reconocido tener “inquietudes”, que junto a los “aprendizajes que van surgiendo y que sería bonito compartir”, la llevan a “ir cambiando”, a experimentar; y por eso, su objetivo es “aprender una técnica o habilidad nueva y experimentar con algo distinto en cada proyecto que vaya realizando”. Para ella es “un sueño”, y el reto un nuevo proyecto, por el momento desde el Alto Aragón. “A nivel de identidad, yo no sentía que la tuviese ligada a un sitio porque al moverme tanto me sentía parte de todo; pero al mismo tiempo, tenía necesidad de enraizarme a algún lugar, y volver a Huesca me ha sentado bien y ha sido un reconocimiento del lugar y, sobre todo, de las personas. Volver a estar con los amigos, las amigas, la familia, ha sido muy bonito”. Como también fue muy bonito que la hayan acompañado en la inauguración de la exposición.

Silvia Cored vuelve a “tener el sustrato potente”, como ella dice, y sin nadie en su familia “con una conexión evidente con nada que tenga que ver con este mundo, es como si estuviera conectando con alguien del pasado, con ancestros…, y tratando de darle a ese proceso de investigación un uso contemporáneo, pese a que las técnicas son antiguas”. De hecho, en el tema del teñido intenta hacer cosas como las Cromatografías del Ser, en las que aunque la técnica existe, “el proceso creativo es novedoso y distinto, ya que está enmarcado en una obra conceptual en la que no sólo es el teñir por teñir”.

A eso hay que sumar su interés por la obra colectiva. “Me gusta cada vez más que haya una excusa para que otras personas participen y se sientan también artistas dentro de la obra”, algo que en este proyecto ha experimentado en su colaboración con Sarah Andrade a través del diseño creativo, Hugo Perrin que le ha ayudado a hacer los videos, o Adela Moreno con la que ha documentado todas las pruebas, que dentro de poco estarán en la página web de Silvia Cored, en la que va a hacer un apartado de la investigación, “un recorrido que me gustaría ir aumentando año a año incluyendo otros territorios, intercambiando con otros artistas...”. Su deseo: “Que el proyecto crezca, hacer más exposiciones e involucrar más a la gente”.

Silvia Cored ha dado el primer paso mostrando sus Cromatografías del Ser, a partir de ahora explorar nuevos rincones y seguir creando obras que mostrar en una sala de exposiciones.