Marina Quiroga: “El jazz es uno de los juegos más complejos a los que me gusta jugar”

La elegancia del jazz vestirá este jueves el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca, donde Marina Quiroga Trío ofrecerá un concierto lleno de improvisación, intimidad y complicidad.

“Para mí, el jazz es uno de los juegos más complejos a los que me gusta jugar, lleno de reglas y a la vez lleno de posibilidades de romperlas”, asegura la cantante argentina.

Este género musical le acompaña “desde muy chiquita” y, “por suerte” para ella, le gusta “desde lo más antiguo a lo más actual”, lo que le habilita “muchas posibilidades a la hora de idear un concierto”, valora.

Concretamente, en el que va a protagonizar este jueves dentro de la programación de Los Conciertos del Matadero, organizada por el Ayuntamiento oscense, presentará en directo “parte” de su “repertorio de siempre con el nuevo”, avanza.

“Hay standards de jazz tradicional y canciones de jazz más modernas, por lo que hay una amplia variedad de ritmos y recursos que se despliegan a lo largo del concierto”, prosigue.

Los altoaragoneses Dani Escolano (contrabajo) y Alejandro Esperanza (piano) le acompañan en este proyecto, en el que los tres “armaron” el repertorio.

“Trabajar con ellos ha sido genial. Hubo mucha complicidad musical desde el primer momento, da gusto colaborar con otros artistas cuando sentís que hay conexión”, resalta.

Además de la música, la danza también protagoniza algunos de sus espectáculos, porque “siempre fue” su “expresión gestual”, destaca. “La llevo siempre, aunque sea en la más mínima expresión”, añade.

Un éxito internacional

Como informa en una nota, Marina Quiroga se presentó en los más importantes clubes y festivales de jazz del Buenos Aires (Argentina). También realizó giras por el interior del país y se consagró en el mítico “BAJazz” Festival Internacional de Jazz de Buenos Aires, donde actuó en cinco ediciones. Antes de establecerse en España en los últimos años, la artista también cantó en México, Brasil y EE.UU.

Además, en 2012 fue premiada como compositora por la música del cortometraje mexicano Gritos del Bicentenario.

“Tuve la suerte de participar en los festivales más reconocidos y actuar regularmente en los mejores clubes de jazz, pero al final, eso se vuelve lo normal y siempre nace la inquietud por conocer qué pasa ahí afuera”, dice.

Todo este recorrido previo le dio experiencia y recursos que hoy en día le ayudan y a veces le hacen cuestionar las cosas. Porque al final, “el arte no es sistemático”, concluye.