Cultura

LA ENTREVISTA

Antonio Matías Solanilla: “La pandemia transformó a marchas forzadas nuestra forma de trabajar”

El investigador reconstruye y analiza, para su tesis doctoral, la historia de los Servicios Sociales de Atención Primaria en Aragón

Antonio Eito, Antonio Matías y Chaime Marcuello.
Antonio Eito, Antonio Matías y Chaime Marcuello.
S. E.

El investigador, profesor asociado y trabajador social Antonio Matías Solanilla defiende la necesidad de poner en valor los Servicios Sociales de Atención Primaria en Aragón y, en concreto, a sus trabajadores, puesto que se trata de “una profesión de riesgo sin reconocer”. Así lo explica en su tesis doctoral, presentada recientemente en el campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza, bajo la dirección de los catedráticos Chaime Marcuello y Antonio Eito, con el título: En primera línea. La trabajadora social de los Servicios Sociales de Atención Primaria en Aragón. Análisis de un colectivo profesional en la vanguardia de la atención social.

La idea, según explica Antonio Matías a este periódico, surgió por varios motivos, pero el principal, advierte es que “yo pertenezco a este colectivo profesional. Soy trabajador social en un Centro de Servicios Sociales. Estuve 18 años en el centro de la Comarca Alto Gállego y llevo ahora casi cinco años en el de la Hoya de Huesca”, por tanto sabe de buena tinta que “por la dependencia administrativa local que tenemos somos un colectivo profesional muy disperso, pertenecemos a 37 administraciones locales diferentes y sin mucho contacto entre centros, por lo que es muy difícil saber cuál es el sentir de la profesión y yo tenía esa necesidad de saber”. En este sentido, recalca que “somos un colectivo que nos tenemos que cuidar más y para eso tenemos que saber primero cómo estamos”.

Con esta premisa se lanzó a investigar, indica: “Hice un estudio de nuestra situación profesional a través de una metodología mixta cuantitativa y cualitativa. He construido un relato de la historia de los Servicios Sociales de Atención Primaria en Aragón desde su creación en los 80’s hasta la irrupción de la pandemia Covid-19, que transformó a marchas forzadas, -recuerda-, nuestra forma de trabajar”.

De este estudio se desprenden varias necesidades, indica el experto, “la primera es que la Universidad tenga una formación específica en este tipo de servicios para el alumnado de Trabajo Social; la segunda es el reconocimiento como profesión de riesgo, porque que no tiene reconocida esa situación y muchas veces la contemplamos como inherente a nuestro puesto de trabajo. También me gustaría resaltar que se ha podido detectar un cansancio y, a veces, desencanto en las profesionales que desaparece cuando un usuario, un ciudadano, acude al Servicio solicitando una atención”.

En cuanto a los inicios de estos servicios, hace hincapié en su estudio en que en Aragón somos pioneros en la creación de los Servicios Sociales de Atención Primaria rurales y subraya que “en el año 1983, en la antigua mancomunidad Flumen Monegros, con su capitalidad en Grañén, se crearon los primeros Servicios Sociales de Atención Primaria rurales de España y solo cinco años después más del 90 % de la población aragonesa disponía de estos servicios”.

De cara al futuro, la investigación revela varios retos por afrontar.