Cultura

DÍA DE ARAGÓN

Daniel Escolano: "Trabajo cada día para reducir la brecha cultural entre pueblo y ciudad"

El músico, profesor y director del Proyecto Jazz For Kids lleva veinte años impulsando iniciativas culturales ligadas a la música en el medio rural

Daniel Escolano durante uno de los ensayos en la Casa de la Música de Huesca.
J.F.K.

La batalla de San Jorge suena a La Noche Transfigurada, de Schoenberg, en el imaginario de Daniel Escolano. El contrabajista, profesor y director del Proyecto Jazz For Kids no ha matado ningún dragón para liberar una princesa, pero sí ha transformado la vida de cientos de jóvenes altoaragoneses a los que ha llevado una tabla de salvación a través de la música.

Si San Jorge combatía la fiera con una espada, Daniel Escolano lo hace a golpe de batería, piano o saxofón. Se ha propuesto -y lo está consiguiendo- democratizar el acceso a la cultura en el medio rural, llevando hasta el pueblo más recóndito de Aragón la oportunidad de aprender a tocar el bajo eléctrico, la trompeta o el ukelele si es menester.

“Vivir en un pueblo no tiene que ser un impedimento para nada y mucho menos para desarrollarse culturalmente. Apuesto y defiendo el medio rural, me gustaría que mis hijos tuvieran las oportunidades que yo no tuve al vivir en un sitio pequeño”, dice Escolano, y añade que ese es el “motor” que le empuja “cada día a trabajar en reducir la brecha cultural que todavía hoy existe entre pueblo y ciudad”.

"Vivir en un pueblo no tiene que ser un impedimento para nada y mucho menos para desarrollarse culturalmente"

El buque insignia del músico nacido en Estadilla y afincado en Fiscal desde hace cuatro años es Jazz For Kids, un proyecto educativo que lleva la enseñanza del jazz y la música moderna a los jóvenes que quieran estudiarlo en Aragón. “Nuestra metodología es muy dinámica, exprimimos cada clase a tope porque vienen chavales de distintos pueblos y no podemos vernos todos los días, esto hace que aprovechemos cada minuto al máximo. Además, trabajamos siempre con la presión de los conciertos, nuestros ensayos no son clases al uso, son encuentros en los que hay que estar al cien por cien y nuestros chicos y chicas siempre responden”.

El Proyecto, que comenzó en enero de 2013 con tres profesores amantes del jazz y doce alumnos, ha crecido de forma exponencial. En este tiempo han formado a más de 150 estudiantes de las tres provincias aragonesas, han sacado 3 discos, producido 3 musicales y celebrado más de 200 conciertos dentro y fuera de las fronteras aragonesas.

La iniciativa de Daniel Escolano ha llevado el nombre del jazz aragonés a Madrid, Holanda, Puerto Rico y Nueva York. Y este año, coincidiendo con el décimo aniversario, preparan “una gira a la altura de la celebración”, avanza su director.

“Ya hemos estado tocando en Madrid, en el festival Feminajazz, y en los festivales de jazz de Almería y Zaragoza. Ahora volveremos a Madrid y en julio participaremos en los festivales de jazz de Guetxo y de Cádiz”.

También estaremos en Pirineos Sur, en el auditorio de Sallent de Gállego, y en el Festival Tocando el Cielo de Panticosa, donde organizaremos el primer campamento de jazz y teatro musical, además de un encuentro anual con más de 50 alumnos y exalumnos. Será una gran fiesta en la que la familia Jazz For Kids se reencontrará con estudiantes que han pasado por el Proyecto y que ahora son músicos profesionales que tocan por todo el mundo”.

En 2020 Jazz For Kids fue reconocido con en los XXI Premios de la Música Aragonesa con el Premio Especial a la Agitación Cultural. Aunque, para Escolano, “no hay nada más agitador e incluso revolucionario que contribuir a crear unas generaciones futuras cultas e íntegras”.

Bajo esta premisa, el contrabajista trabaja desde hace casi veinte años impulsando iniciativas culturales ligadas a la música en el medio rural. Ha promovido festivales y encuentros de música a lo largo y ancho de la provincia y ha trabajado en las escuelas de música de Benasque, Tardienta o Barbastro. Lo más reciente, la Ara River Band, un grupo de rock compuesto por niños de entre 3 y 12 años procedentes del valle del Ara y de Tena, que no han dejado de crecer profesional y musicalmente.

La banda nació en plena pandemia de la covid-19, como un proyecto educativo en torno a la música con los niños del pueblo y, poco a poco, se han ido sumando efectivos hasta formar un grupo compacto que suena muy bien”, asegura el profesor.

Talento y talante se unen en este proyecto musical que hoy actúa en Madrid, en el centro cultural Casa de Vacas del parque del Retiro, y que este verano hará una minigira por nuestra provincia. Ya tienen cerrados conciertos en Fiscal (24 de abril) y Margudgued (30 de abril), en junio volverán a tocar en Fiscal y en julio se les podrá ver en Ansó y Biescas.