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Noemí Baneem: “Siempre digo que dentro de cada persona hay un escritor”

Con cuatro poemarios a sus espaldas, combina su trabajo en Ibercaja con un profundo amor por la naturaleza y el deporte

Noemí Baneem
Noemí Baneem
Roger Navarro.

A CARMEN NOEMÍ Pérez-Fajardo (Huesca, 1968), un buen día la poesía la transformó en Noemí Baneem. Con cuatro libros ya a sus espaldas, es además una gran amante del deporte y la naturaleza, que compagina con su trabajo en Ibercaja. Está también vinculada a la Asociación Aveletra de Huesca, de la que es vicepresidenta desde hace cuatro años.

“Me puse Noemí porque era mi nombre y sobre el Baneem, es curiosa la historia. Leía los poemas que me enseñaba una persona que había vivido mucho tiempo en África. Quise buscar el nombre de un árbol y me dijo que allí el árbol salvador es el baobab”, relata . “Pero pensé que no sonaba bien fonéticamente o artísticamente -continúa- y buscando vi que en La India, el árbol de la salud es el de Neem, porque utilizan sus propiedades para muchas cosas, y dije, pues ya está, ‘ba’ de baobab y el ‘neem’ del indio”.

“No hay que olvidar el pasado, pero tampoco dejarse arrastrar por él”

Y ese el nombre que aparece en la portada de sus, hasta el momento, cuatro poemarios. El primero, Pequeños instantes, apareció en 2010. “Me costó mucho, era una época difícil de mi vida. Para mí es ‘primitivo’, porque era cuando empezaba a sacar algo hacia afuera”, afirma.

El segundo volumen llegó enseguida, al año siguiente, con el título de Ayer y hoy. “Todas las personas tenemos un ayer y un hoy y hay veces que el pasado nos arrastra sin querer. No hay que olvidar el pasado, pero tampoco dejarse arrastrar por él porque no te deja evolucionar”, relata.

“La naturaleza nos enseña lecciones sencillas”

El tercer poemario, al igual que el que vendrá después, ya bajo el sello de Editorial Pirineos -lo anteriores fueron de autoedición- llegaría en 2014, La lágrima despierta. “Es quizá como la evolución del ser humano. Tú como persona has asimilado tus situaciones, tus características, tu vida anterior y la de ahora, y como hacen los almendros en flor, despiertas, ofreces algo a los demás”, relata. “Un ofrecimiento, insiste Noemí Baneem, en el que siempre hay dolor, hay pena, hay personas que has dejado atrás, y una serie de emociones encontradas”.

La portada de este último, precisamente, es la fotografía de un almendro en flor. Lo descubrió cuando realizaba una ruta en bicicleta. “Cuando pasé por la carretera estaba solo el almendro en flor y lo demás estaba verde, era espectacular. Paré e hice la foto. Es de esas fotos que pasas por un sitio y no sabes por qué, tienes que hacerla, independientemente de la belleza que mostraba. Dos años después fue la portada del libro”, recuerda.

“La combinación de imagen y texto es como música”

Su cuarto y hasta la fecha último poemario es de 2018 y se titula El libro de tus ojos. “Con este estoy encantada, todo ha evolucionado mucho, la palabra, la poesía...”, asegura. La portada es una fotografía de Blanca Gómez Galeote (Blanca G. G., de nombre artístico). “Es realmente una aventura hacia el interior de uno mismo, con sus temores, sus miedos y sus alegrías. Yo creo que todos tenemos nuestro libro, nuestra historia, de la cual somos protagonistas, y muchas veces no somos conscientes. Leemos las de los demás, pero no la nuestra”. “Y El libro de tus ojos es por eso, porque realmente cuando miras a una persona, a través de su mirada puedes leer muchas historias”, afirma Noemí.

Le gusta comparar esta obra con una flor. “Al principio no la ves, porque está saliendo, está en su capullo y cuando llega la primavera, se abre. Y en esa apertura, cuando la ves, dices: ‘qué bonita’, pero es frágil, la pueden pisar, la pueden destruir y sin embargo, ella se muestra”, explica Noemí. “Si en la vida todos hiciéramos lo mismo, mostrarnos tal y como somos, sin miedo, la verdad es que el campo sería precioso”, apunta Noemí.

“Todos tenemos nuestro libro, nuestra historia”

Con sus palabras transmite que Noemí Baneem es una enamorada del deporte y también de la naturaleza, que, en su opinión, “nos enseña lecciones muy sencillas, que muchas veces no las vemos porque vamos tan rápido en esta vida que no paramos, y a mí me encanta parar y recibir y ver qué es lo que te cuenta o qué es lo que te dice”. “A mí me inspira, pero para eso, la persona tiene que estar receptiva y abierta”, considera la autora altoaragonesa. Las fotografías, tomadas por ella misma, van tomando también protagonismo en su obra ya que, en su opinión, “la combinación de imagen y texto es como música”, asegura y esa música es también “una forma de que el texto se abra más y llegue a más personas”.

Baneem quiere animar, además, a la gente a escribir. “Siempre digo que dentro de cada persona hay un escritor. Que no tengan miedo, porque escribir no quiere decir publicar. Puedes escribir para ti mismo, como terapia o para dar algo a alguien, a los demás, a tu familia o a tus amigos”, afirma la autora altoaragonesa.

“Cuando me dicen ‘no sé escribir’, yo les digo, ‘sí que sabes’, sabes escribir palabras. En poesía, que es lo que yo escribo, no se tiene por qué escribir un soneto la primera vez. Mi primer libro lo empecé poniendo palabras sueltas, sin sentido, y a partir de ahí es dejar fluir. Pero hay que empezar”, subraya.