Cultura

obra teatral

Jesús Arbués lleva ‘Momo’ al Teatro Nacional de Cataluña

La compañía de Anna Roca pone en escena esta obra del 3 al 14 de mayo, firmada por el oscense que dirige la adaptación de la novela de Ende

Anna Roca en una escena de Momo.
Anna Roca en una escena de Momo.
diego Espada

Momo, la versión libre de la novela del alemán Michael Ende, es un espectáculo de creación, cocinado a fuego lento, donde el protagonista es el tiempo, la mirada y la poesía visual. Es una reflexión sobre nuestro ritmo ante la vida.

Con dramaturgia y dirección de Jesús Arbués, la Compañía de Teatro Anna Roca lleva este montaje a las tablas del Teatro Nacional de Cataluña, donde se podrá ver en catalán del 3 al 14 de mayo, de miércoles a viernes a las 10:00 horas, los sábados a las 17:00, y los domingos a las 12:00, con otra sesión a las 10:00 horas el día 14.

Esta puesta en escena recibió en 2016 el Premio de la Crítica a Mejor Espectáculo Familiar, “algo que tiene mucho mérito porque lo dan todos los críticos de Barcelona”, y ha estado girando, con su versión en castellano, por buena parte de España, aunque queda pendiente la provincia de Huesca, tal y como apunta Jesús Arbués, que con Momo “entro por primera vez con un espectáculo mío a un teatro nacional”. Después del paso de Corral de García por el Teatro Español de Madrid, “el más antiguo del mundo”, con su adaptación de La lluvia amarilla, recalar en el Nacional de Cataluña “es importante y está muy bien”.

Jesús Arbués confiesa a este periódico que “me alegré mucho por Anna Roca, por la compañía”, y a nivel personal “es una cosa más de las que sentirte orgulloso”.

Tres personajes que viven dentro de un jardín botánico abandonado esperan a los espectadores para explicarles la historia de Momo, una niña que tiene la maravillosa cualidad de saber escuchar a los demás. Momo también quiere ayudar a la gente cuando los hombres grises deciden apoderarse de uno de los bienes más preciados que poseen las personas: su tiempo.

Momo, título infantil de Ende, “tiene de por sí muchos seguidores. Es una novela emblemática”, y la adaptación de Jesús Arbués tiene, además, una puesta en escena muy original porque la gente “está dentro de la escenografía y los actores entre el público, algo que contribuye a que funcione muy bien, al margen de que la novela para mí y para mucha gente es una referencia”.

Para la dramaturgia, los actores, el equipo escenográfico y de atrezo fueron aliados extraordinarios. Un proceso de dramaturgia sobre el terreno permitía ensayar y probar el texto sobre el escenario casi a la vez que se escribía. Como ha confesado en alguna ocasión Jesús Arbués, fue “un salto al vacío sin saber si el paracaídas funcionaba”.

Pero en ese salto al vacío el paracaídas funcionó, pese a que, como dice Arbués, “Momo es muy difícil de adaptar. Es un espectáculo que originariamente se hace en catalán, aunque tienen una versión en castellano, y estoy muy orgulloso de la adaptación porque es una novela que me creó muchas dificultades, y estoy contento con el resultado”, en el que destaca la puesta en escena, la música y los títeres, que contribuyen a realzar el texto.

Arbués simplificó la complejidad argumental de la novela, pero salvó las claves: el mensaje, especialmente el ‘tiempo robado’ y, sobre todo, el espíritu poético y reivindicativo que ha cautivado a tantísimos lectores que se fascinaron con Momo.