Gabriel Atarés: “Es un canto al labrador oscense, con su pueblo sencillo y gentes nobles”
El autor presenta este lunes, a las 19:30 horas, en el IEA de Huesca, su último libro ‘Sipán’
El autor oscense Gabriel Atarés presenta esta tarde, a partir de las 19:30 horas, en el Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) de Huesca su última publicación Sipán una novela que presenta como “una reflexión concienzuda sobre el valor de las cosas importantes de la vida, el amor, la amistad, la familia, la naturaleza, los momentos sencillos, aunque sobradamente gloriosos, la franqueza como arma contra los miedos o la corrosiva hipocresía…”.
Según adelanta el propio escritor a este periódico “la historia es un canto al labrador oscense, con su pueblo sencillo, con sus gentes nobles y honradas que respetan los dones que reciben y los comparten con sus vecinos. Una luz al final del recuerdo en esta sociedad un tanto deshumanizada”, insiste.
Y es que relata Atarés que eligió Sipán porque es un lugar conocido que “tiene un entorno precioso donde paseo con mis perros o me baño en su Guatizalema, pero Sipán es en realidad Valsalada, Quicena, Lupiñén, Plasencia, Arguis, Bolea…, cualquier entorno en que las personas jamás serán números”.
Por otro lado, comenta que en esta novela hay mucho de personal, “hasta el último adjetivo”, confirma. Así, explica que se ha inspirado en “gente maravillosa que me topé en el camino, personas con defectos y virtudes, pero entregados al bien común, al trabajo digno y al mantenimiento y cuidado de los suyos, pero también he visto el mal y eso también está reflejado”.
En este sentido, argumenta Atarés que “tiene ribetes de novela negra”, pero también “de costumbrismo, tema bucólico, prosa poética…”, porque añade, “me rijo según la libertad creadora y depende quien lo lee le sobran o le faltan cosas y lo define de distinto modo, aunque creo que a la mayoría termina gustándole”.
Atarés, que con esta suma ya tres publicaciones, puesto que escribió la novela corta Bar la liebre y un libro de relatos titulado La ciudad está viva, dedicado a experiencias inventadas de personajes en la capital oscense, asegura que “de momento estoy descansando, pero tengo varias ideas (para escribir)” y advierte que “me gusta observar a la gente tomando una cerveza en una terraza del Coso y quedarme con detalles amables que me regalan ideas”.
