‘Lux Sacra’, un viaje por el simbolismo de la luz en lugares sacralizados

“Lux Sacra es un viaje en busca de la narrativa de la luz del sol, de cómo esa luz se ha utilizado en todas las culturas”, desde tiempos ancestrales, y de “cómo ha ido evolucionando hasta llegar a la precisión, por ejemplo, de que un rayo incida en un capitel en un día señalado”. Así resume Eduardo de la Cruz el contenido del documental que ha dirigido -producido por Donde van las Nubes e Inlandis Films- y que este viernes se presenta en el Teatro Olimpia de Huesca, a partir de las 20:30 horas, en un acto abierto al público.

Todo comenzó hace cuatro años de la mano de José Miguel Navarro, naturalista y escritor serrablés que por aquel entonces empezaba a estudiar los asoleos para recogerlos en un libro que en estos momentos está escribiendo. Explica que un asoleo es el uso ritual o simbólico de la luz del sol en un espacio sacralizado y que para que sea tal tiene que concurrir que la luz incida en un punto significativo (capitel, sagrario o una figura concreta) en una fecha relevante.

Navarro empezó a documentarlos con una cámara de fotos, pero se dio cuenta de que necesitaba grabarlos para que se pudiera apreciar el movimiento del rayo del sol, por lo que se puso en contacto con Carlos Martín-Usón, y posteriormente Eduardo se sumó al proyecto, con la idea de grabar un documental que complementase al libro. Desde entonces, Eduardo y José Miguel han grabado asoleos en iglesias del Alto Aragón (y en algunas de otras regiones) y en la cuenca del Río Vero, en pleno Parque Cultural. La catedral de Huesca, la iglesia de Santiago de Agüero, la de San Pedro del castillo de Loarre, el monasterio de Obarra o la iglesia de San Juan de Busa son algunos de la docena de escenarios altoaragoneses que aparecen en el documental, junto a otra media docena de fuera de Aragón.

“Hay algunos (asoleos) que visualmente son más llamativos; cuanto más grande es el espacio escénico, como puede ser la catedral de Huesca, es más llamativo porque es más grandioso”, comenta Eduardo de la Cruz, que destaca que en el interior de la catedral oscense han descrito cuatro asoleos. Navarro y De la Cruz añaden que a lo largo de la historia de la humanidad ha habido una evolución de estos fenómenos lumínicos desde los más primitivos hasta los “simbólicamente más complejos y que han necesitado más cálculos” (matemáticos y astronómicos) como el del rayo que atraviesa una escultura de la Inmaculada Concepción de la catedral de Huesca.

José Miguel, que observa que las iglesias prerrománicas, románicas y góticas comparten el patrón de que sus cabeceras están orientadas entre 60 grados (orto del solsticio de verano) y 120 grados (orto del solsticio de invierno), comenzó documentando los asoleos de Agüero y Loarre, luego descubrió los de las iglesias de Oliván y San Juan de Busa o San Pedro el Viejo y comenta que, por ejemplo, Eugenio Monesma le habló de Roda de Isábena o Susana Villacampa de la catedral de Huesca. Así han logrado documentar asoleos de la Prehistoria, de la época romana, prerrománica, románica, gótica, barroca y renacentista.

El audiovisual recoge testimonios de astrofísicos, historiadores o arqueólogos como Juan Antonio Belmonte, arqueoastrónomo y doctor en astrofísica; los académicos Antonio García Omedes y Domingo Buesa; la directora del Museo Diocesano de Huesca, Susana Villacampa; la catedrática en Prehistoria Pilar Utrillas; o la arqueóloga Nieves Justes, entre otros.