Eloy Fontán: “Quería mostrar cómo la economía determina la forma de pensar”

Eloy Fontán Bailo (Piracés, 1978) acaba de publicar Gen 2036. Distopía en Piracés, una novela “divertida, cortita y dinámica”, en la que imagina un futuro cercano que ya se ve venir y al que miramos con mucho vértigo.

En medio de la España vaciada, el citado pueblo oscense se convierte en el libro en la frontera sur entre el gobierno de Hispania y la recién independizada República de Catalunya, en un mundo con cambio climático, guerras, pandemias y devaluación monetaria, en el que los protagonistas recuperan su humanidad al apostar por la ruralidad.

Por encima de todas las cosas, el altoaragonés quería transmitir “cuál es la concepción materialista del mundo, cómo el sistema económico determina la forma de pensar y cómo están influyendo internet y lo que deriva de la red en la conciencia colectiva”.

La idea de publicar este libro surgió ante la “pobreza intelectual” a la hora de “comprender el mundo en el que vivimos”, sobre todo relacionado con “el concepto de la historia que tenemos”, en referencia a las creencias de “quiénes han sido los buenos y los malos”, dice.

Y es que, según Fontán, la visión occidental “se basa en conceptos biológicos falsos, que no tienen en cuenta la historia del mundo”.

“No pensamos en el imperialismo que hemos llevado a cabo antiguamente, y, respecto al siglo XX, se oculta cuáles son las responsabilidades de las desigualdades y las injusticias que existen en gran parte del planeta”, denuncia.

Los protagonistas de su historia son Zoran, un héroe serbio, Silvia, una guerrillera, Fermín, un guardia civil, Buisán, el cabo, y Nancy, una mercenaria.

“Representan el mundo rural y el mundo urbano del futuro, donde la alienación y el control son incluso mayores que ahora”, comenta.

Esta dicotomía entre campo y ciudad o tradición y modernidad no sólo aparece en el libro, sino que también “es el origen de los problemas que tenemos en la España vaciada”, critica.

Para comprender mejor estos conceptos, la novela supone, además, “una guía de la historia económica y socio industrial del siglo XX”, puntualiza.

Así, Fontán explica “cosas básicas” que ayudarán a los lectores y lectoras a “saber cómo funciona nuestro país”.

El autor pone uno de sus focos en “el encarecimiento de la vivienda”, analizando la construcción, que “se nos ha ido de las manos”, asevera.

Aunque su novela es “una exageración” de lo que podríamos ver en 2036, Fontán cree que tal vez no vaya tan desencaminado teniendo en cuenta que “la guerra de Ucrania va a modificar el mundo”.

“El sistema económico parece que tiene agotadas sus posibilidades de seguir desarrollándose, lo que provocará un cambio profundo”, advierte.

En esta línea, Fontán predice que “van a surgir regiones económicas con distintas monedas”, puesto que muchos países “se niegan a seguir comerciando con dólares”.

“Parece que vamos a pasar de un mundo unipolar a un mundo multipolar, y la guerra va a ser el punto de partida para ver quién toma mejores posiciones”, sentencia.