Nacho Gella: "El deporte es una herramienta educativa para inculcar valores"

Cuando es noticia el comportamiento de unos padres que acuden a ver a sus hijos practicar deporte, y en vez de aplaudir y animar, terminan metidos en una tangana, algo ocurre en la sociedad.

Frente a estos comportamientos, Nacho Gella propone un Manual de buenas prácticas para familias de jóvenes deportistas, Déjame jugar, que presentó ayer en la Feria del Libro de Huesca.

Licenciado en Psicopedagogía y diplomado en Educación Física, Gella es entrenador superior de baloncesto con 27 años de experiencia docente, en los que ha trabajado en todas las categorías formativas de este deporte.

Estas casi tres décadas en la dirección de equipos deportivos, le han llevado a ver muchas cosas, en los terrenos de juego y fuera de ellos, aunque “debo reconocer que la mayoría han sido positivas. Por supuesto, que ha habido momentos duros, malas actitudes o decepciones, pero bueno, con los años uno desarrolla la capacidad de aprender de las malas experiencias y disfrutar muchísimo de las buenas”.

Precisamente, Déjame jugar es un compendio de experiencias de todos sus años en este mundo “y la idea es que todos entendamos los verdaderos objetivos del deporte escolar”, explicó a este periódico.

Gella ya hizo un libro para entrenadores, No todo es ganar, y ahora le ha llegado el turno a las familias. “Por ahora el ‘feedback’ está siendo muy bueno y las críticas muy positivas”.

El deporte en edad escolar es una de las experiencias que más impacto tienen en la formación de la personalidad y en los valores por los que vaya a regir la vida en un futuro. Por eso, hay que darle la importancia que tiene en la formación niños. “Los primeros que deben esforzarse por darle un sentido positivo a la práctica deportiva son los entrenadores. Todavía se ven demasiados “profesionales” para los que ganar o perder el fin de semana es lo más importante, y eso transmite un mensaje erróneo a deportistas y familias”, incidía  Gella, que insistía en que se encuentran familias “que no entienden lo realmente importante del deporte y desarrollan una pasión mal enfocada que suele terminar con abandono prematuro o frustración del deportista”. “Lo hacen -decía- porque creen que es lo mejor para sus hijos pero, en muchos casos, se equivocan por falta de información”.

Por eso, cómo también es importante educar a los padres, Nacho Gella, ha escrito Déjame jugar, cuyo objetivo, “modestamente, es ese. Que aquellos padres que estén empezando en el mundo de las actividades deportivas puedan tener una guía que les ayude a tomar buenas decisiones y a conseguir que la práctica deportiva sea una experiencia agradable, sana y beneficiosa para sus hijos”.

Para que los padres tengan un comportamiento ejemplar, respetuoso y educado en las gradas, Gella aconsejaba “disfrutar del proceso y no del resultado. Que vean el deporte como una herramienta educativa que les ayuda a inculcar a sus hijos valores positivos como el esfuerzo, la responsabilidad, el compañerismo o el respeto”.

“Cuando los padres aprenden a poner la mejora y el crecimiento personal de sus hijos por encima de los resultados deportivos, la experiencia es mucho más gratificante tanto para ellos como para los propios hijos”.