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Cerca de 500 alumnos disfrutan con Mosicaires de Clásicos en la Escuela

El Teatro Salamero de Graus acogió ayer tres pases de un concierto que fue el preámbulo para Clásicos en la Frontera

Mosicaires ha actuado este miércoles en el Teatro Salamero de Graus.
Mosicaires ha actuado este miércoles en el Teatro Salamero de Graus.
E. F.

Alrededor de 500 escolares ribagorzanos disfrutaron a lo largo de la mañana de ayer del Festival de la Ribagorza Clásicos en la Escuela, antesala del Festival de la Ribagorza Clásicos en la Frontera que llevará conciertos de música clásica a buena parte de la comarca entre el 15 de julio y el 27 de agosto.

El grupo local Mosicaires deleitó a los niños con una propuesta didáctica en la que los elementos y sonidos de la naturaleza, creados con instrumentos musicales reciclados, se fundieron con músicas antiguas, populares y clásicas de fronteras desdibujadas, en un proyecto que reivindica la música y la cultura como un elemento con el que poder sumar esfuerzos para lograr un mundo más justo y sostenible.

Como viene siendo habitual, el Festival de la Ribagorza Clásicos en la Frontera, tuvo su preámbulo para los escolares ribagorzanos con una nueva edición de Clásicos en la Escuela que congregó en el Teatro Salamero de Graus a alrededor de 500 escolares de distintas localidades ribagorzanas.

El primero de los tres pases ofrecido por Mosicaires estuvo dirigido a los alumnos de Infantil del Ceip Joaquín Costa de Graus, mientras que el segundo fue para los alumnos del CRA Baja Ribagorza, que engloba a las escuelas de Lascuarre, Capella, Puebla de Castro y Puebla de Roda, los procedentes del Centro Integrado de Benabarre y los alumnos de Montanuy y Arén. El tercer y último pase, poco antes de mediodía, tuvo como público a los alumnos de Primaria del Centro grausino y cerró la intensa mañana musical.

El variado programa interpretado por Mosicaires incluyó versiones de: La Culebreta, Pastorela nº 6 de la Catedral del Salvador de Zaragoza, fragmento de Carmen de Georges Bizet, fragmento de la Sinfonía nº 9, Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonín Dvorák; fragmento de Op. 20 El lago de los cisnes de Piotr Ilich Tchaikovski; fragmento de Asturias de Isaac Albéniz; fragmento de Para Elisa de Ludwig van Beethoven; Albada aragonesa; Romancero de luna, fragmento de la Novena sinfonía de Ludwig van Beethoven, fragmento y adaptación de El paño moruno de Manuel de Falla; fragmento y adaptación de Los guisados de la berenjena, canción sefardí anónima, y fragmento de La primavera, de Antonio Vivaldi.

Sonidos de la naturaleza

Para sorpresa e interés de los niños, Mosicaires incorporó elementos y sonidos de la naturaleza, instrumentos musicales fabricados casi con cualquier elemento, alguno recogido directamente del vertedero (huesos, pajitas de refresco, bastón de esquí, mascarilla, batefuegos, etcétera) y músicas antiguas, populares y clásicas de fronteras desdibujadas, “en un proyecto que reivindica la música y la cultura como un elemento con el que poder sumar esfuerzos para lograr un mundo más justo y sostenible. Una propuesta didáctica con la que recorremos los caminos entrecruzados de Iberia impura”, relataron desde la propia formación ribagorzana.