Cultura

51 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE HUESCA

Luisa Gavasa: "La vida es generosa conmigo, pero no me ha regalado nada"

Ha hablado de su trayectoria en las Veladas Violeta del festival. En 50 años de carrera, la actriz ha hecho cine, televisión, teatro y hasta ópera 

Luisa Gavasa ha protagonizado las Veladas Violeta como acto previo del festival.
Luisa Gavasa ha protagonizado las Veladas Violeta como acto previo del festival.
Laura Ayerbe

Luisa Gavasa Moragón (Zaragoza, 1951) era una joven promesa del teatro cuando César Fernández Ardavín la llamó para hacer un pequeño papel en la película Doña perfecta (1977), basada en la novela de Benito Pérez Galdós.

“En ese momento yo era muy tonta, porque pensaba que hacer cine era muy fácil, mucho más que el teatro, pero pronto me di cuenta de lo complejo que es el lenguaje cinematográfico, en el que tienen que convivir muy bien la técnica y la emoción”, recuerda la actriz aragonesa.

Lo que en un principio se tomó como “una diversión” ha terminado convirtiéndose en su vida, con una trayectoria en la que ha realizado más de un centenar de trabajos en películas, cortos, teatro, series e incluso en la ópera.

“No es fácil resumir 50 años en un ratico, pero he tenido la suerte de realizar una carrera muy intensa y repartida. La vida ha sido generosa conmigo, pero nadie me ha regalado nada”, comenta la intérprete, que ayer hizo un repaso a su obra en Bendita Ruina dentro de las Veladas Violeta del Festival Internacional de Cine de Huesca, que se ha inaugura do este jueves.

Sus trabajos

Gavasa será recordada siempre por sus papeles en clásicos del celuloide como De tu ventana a la mía (2012) o La novia (2015), ambas de la también zaragozana Paula Ortiz.

Trabajar con ella fue un antes y un después en mi carrera. Fue la que me abrió la puerta a importantes directores y otros géneros”, confiesa la actriz, que por el segundo de estos largometrajes recibió los premios Goya y Feroz, entre otros.

No obstante, fue una década antes cuando se convirtió en un rostro popular en nuestro país al participar, de 2005 a 2009, en Amar es para siempre (Antena 3).

Esa serie diaria fue un hito en la televisión, porque ha durado hasta hace poco después de 20 años”, señala.

Además, Gavasa ha aparecido en otros clásicos de la pequeña pantalla como Farmacia de guardia, A las 11 en casa, Canguros, El comisario, Policías, el corazón de la calle, Hospital Central, Un paso adelante, Cuéntame cómo pasó, Velvet, La que se avecina, El Ministerio del Tiempo, Las chicas del cable, La reina del sur y El nudo.

La aragonesa también ha actuado sobre los escenarios de los principales teatros españoles como el María Guerrero, el Teatro de la Comedia o el Liceo de Barcelona, en obras como la reciente versión de La casa de Bernarda Alba (Lorca), que protagonizó junto a “un grupo de actrices increíbles” como Consuelo Trujillo y Ana Fernández.

Los genios la eligen a ella

La actriz puede decir que ha trabajado con casi todos los directores españoles más importantes de los últimos 50 años. De todos ellos guarda “buenos recuerdos”, señala.

Pedro Almodóvar la seleccionó para ser una de las monjas de Entre tinieblas (1983): “En el rodaje nos lo pasamos genial y él era divertidísimo. Tenía mucho talento, pero nadie pensábamos que se convertiría en una estrella mundial. Ha sido maravilloso lo que ha pasado”, enfatiza.

En Incierta gloria (2017) trabajó con Agustí Villaronga, al que “siempre” echará de menos. “Compartimos piso cuando teníamos veintipocos y fuimos amigos toda la vida. Su reciente ausencia ha sido una gran pérdida para mí”, lamenta.

Tras verla en La novia, Julio Medem contactó con ella para ofrecerle un papel en El árbol de la vida (2018). “Fue increíble porque él es maravilloso, guapo y simpático, como su mujer”, valora la aragonesa, que en la película interpretó a la madre de Najwa Nimri, una actriz “muy especial”, y a la mujer de Emilio Gutiérrez Caba, que ha repetido como su esposo en otra ocasión.

Con José Luis Garci trabajó en El crack cero (2019), que le dio la oportunidad de conocer al ganador de un Oscar, “un hombre tremendamente simpático, cercano y culto sin resultar pedante”.

“Aún me debe un Dry Martini”, exclama entre risas Luisa Gavasa, quien también nombra a Javier Fesser, que le abrió “las puertas a la comedia” con su Campeones (2018), y a la argentina Albertina Carri, con la que acaba de rodar ¡Caigan las rosas blancas! en la selva de Brasil.

El éxito en la madurez

Su carrera desmiente “clichés estúpidos” como que las actrices de más de 40 ya no trabajan: “Mientras estás viva, hay de todo, aunque es un hecho que se escribe menos para las mujeres maduras. Pero la vida se acaba cuando te mueres, no antes”, asevera.

Afortunadamente, Gavasa afirma no haber sufrido el machismo que sí han denunciado otras compañeras de la industria, porque ella se ha movido “en un ambiente moderno”, aunque en sus inicios reconoce que “a las actrices se nos consideraba putas y a los actores, maricones”.

Pero esos tiempos ya quedaron atrás y Gavasa, como siempre, mira al futuro: “Espero que me quede cuerda para rato y si no, que me quiten lo bailado, que es mucho”, remata. l