Cultura

ARTES ESCÉNICAS

El teatro regresa a Robres con su Festival de la Oralidad

Boston Producciones & Lazetateatro presentan en Robres Al final no voy a cenar.

Boston Producciones & Lazetateatro suben hoy (22:30) el telón con Al final no voy a cenar, de Carlos Zamarriego, descendiente de la villa
Boston Producciones & Lazetateatro suben hoy (22:30) el telón con Al final no voy a cenar, de Carlos Zamarriego, descendiente de la villa
S. E.

Arthur Miller decía que “el teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma”. El Teatro de Robres lleva esa máxima por bandera y en su afán por perpetuar este arte organiza cada verano una Festival de la Oralidad, que este año celebra su veintidós edición.

El Parque de San Blas de la villa monegrina será escenario de cinco representaciones, que comenzarán hoy con Boston Producciones & Lazetateatro (Málaga-Madrid), que podrán en escena Al final no voy a cenar. El 15 de julio será el turno de los fragatinos Génesis con Invisibles. Para el día 22 se ha programado a Teatro de Robres & La otra parte de Teatro (Robres-Fuenlabrada), que subirán a las tablas Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?. Nimú de Lui (Teruel) estará en 29 de julio con Quiéreme… o me mato, y bajará el telón el 4 de agosto el Teatro de Robres con el estreno de Lorca eterno.

“Un festival de estas características es un lujo para Robres y Monegros”, indica el director del Teatro de Robres y de Festival de la Oralidad, Luis M. Casáus. “El teatro es cultura, es vida, es comunicación, entendimiento y comprensión entre los seres humanos, entre los pueblos”, y en el caso de Robres “uno de nuestros signos de identidad, referente y faro que ilumina en las noches de verano en la estepa monegrina”.

El Festival de la Oralidad de Robres comenzó su andadura en 2002. En sus 22 años de vida han pasado por él “91 compañías y 20.000 espectadores se han dado cita en nuestro Parque de San Blas”, explica Casáus, sobre la vitalidad y éxito de este proyecto, cuya programación de este año “tiene un cariz especialmente aragonés, comenzando con una compañía malagueña pero el autor de la obra Al final no voy a cenar, Carlos Zamarriego, es descendiente de Robres”, informa el dramaturgo. “En total son cinco representaciones en las que se incluye cuatro comedias y como broche final Lorca eterno que, de alguna manera, es un homenaje al poeta granadino”, apunta el director del Teatro de Robres.

Con este nuevo espectáculo, la compañía monegrina cambia de género y se pasa a la poesía dramatizada, pero teniendo muy presente a su famoso bandolero, El Cucaracha, “que sigue vivo. Sigue atracando los corazones de los distintos públicos y triunfando por los escenarios aragoneses. El próximo sábado, 5 de agosto, lo vamos a representar en uno de los lugares más emblemáticos de los Monegros, el santuario de la Virgen de Magallón, a las 22:00 horas. Será una función muy especial para nosotros porque el santuario fue un lugar vivido y muchas veces visitado por el popular bandolero”, avanza Casáus.

Asimismo, continua con el proyecto del Corral de Comedias, “el nuevo Ayuntamiento, con su alcalde, están al frente del proyecto y esperamos que para el próximo año sea una realidad y la próxima edición de nuestro Festival se pueda hacer ya en el Corral”, concluye Luis M. Casáus.