Cultura

EXPOSICIÓN

El Museo de Iconos Virgen de la Peña exhibe “un pellizco mudéjar”

Hasta el próximo 7 de septiembre, el centro ofrece visitas diarias, guiadas y gratuitas, a las 10:30 y a las 12:30 horas

Detalle de una de las obras.
Detalle de una de las obras.
S.E.

La inauguración de la exposición temporal Un pellizco mudéjar, de Carlos Vila Mendieta, sirvió esta semana para abrir la temporada de verano en el Museo de Iconos “Virgen de la Peña” de Graus que, hasta el 7 de septiembre ofrece visitas diarias, guiadas y gratuitas, a las 10:30 y las 12:30 horas.

Constancio Arigita e Iziar Vázquez se encargan de mostrar esta infraestructura que cuenta con el apoyo del Obispado Barbastro-Monzón y el Ayuntamiento grausino, cuyo concejal de Cultura, Didac Larrégula, estuvo presente en el acto inaugural.

Un pellizco mudéjar sigue en la línea de la muestra dedicada el pasado verano al coro mudéjar de San Román de La Puebla de Castro, si bien se detienen en la techumbre de la catedral de Teruel, una obra excepcional que entrelaza unas pocas escenas sacras cristianas con muchas sacadas de la vida cotidiana y coetánea (finales del siglo XIII), de la mitología clásica o de bestiarios fantásticos.

“Es -resume Arigita- una pequeña colección de réplicas de imágenes de la techumbre de la catedral turolense, pintadas en viejos tableros y a la manera de los artistas medievales”.

Al igual que el pasado año, Carlos Vila Mendieta firma estas obras que se muestran en la pequeña primera sala donde el Museo de Iconos presenta rasgos de arte de la cristiandad en Occidente, subrayando lo ejemplar de los Beatos, para hacer contraste con las siete restantes dedicadas a las imágenes sagradas de la cristiandad oriental, denominadas iconos.

En la segunda sala hay tablas coloreadas, de más oscuro a más claro, abundando en las imágenes sencillas de Jesús y la Virgen. La tercera estancia del museo recoge la construcción del proyecto de Jesús de Nazaret buscando el diálogo con el visitante. Otro tono tiene la cuarta de las salas, con iconos que “arrendaban el fervor presuntuoso o la devoción yerma sin requerir contraprestación”. 

La quinta sala acoge el espléndido iconostasio, con sus diferentes tablas, que ha sido recientemente pintado y está pendiente de concluirse definitivamente. La Resurrección protagoniza la sexta habitación, junto con iconos de santos como San Jorge o San Juan.

La sala dedicada a Etiopía, en el majestuoso torreón, cierra el recorrido por el museo mostrando los iconos africanos, singulares por su composición y colorido.